El toro, malparado

A las 19.06 del s¨¢bado d¨ªa 8 de mayo, un toro negro chorreao, de cuatro a?os y cinco meses, con 544 kilos de peso, de nombre Cigarrero, marcado con el n¨²mero 67 de la ganader¨ªa de Dolores Aguirre, abr¨ªa la feria. Entr¨® cuatro veces al caballo y derrib¨® las cuatro.

Si los 168 toros que salieron, tras ¨¦l por los chiqueros -no se contabilizan las corridas de rejoneo- hubieran dado su mismo juego, se habr¨ªan producido en la feria 676 derribos. Nada m¨¢s lejos de la realidad, sin embargo. En el balance final, el toro sale malparado: ha derribado 25 veces y, a cambio, se ha desplomado -enti¨¦ndase ca¨ªda a cuatro patas-, en 84 ocasiones.El toro blando ha prevalecido sobre el poderoso. Porque s¨®lo los pertenecientes a cinco ganader¨ªas (Dolores Aguirre, los titulares de Puerto de San Lorenzo, Murteira, Samuel Flores y Miura) doblaron cuando la muerte les entr¨® por el lomo, nunca antes. Los toros, de las 17 restantes no necesitaron, en cambio, tener clavado el estoque para' desplomarse en alg¨²n momento de la lidia. Las im¨¢genes del toro tumbado sobre el ruedo se fueron sucediendo casi todas las tardes, algunas veces hasta la saciedad, como ocurri¨® con la corrida de Torrealta (19) o Los Bayones (12).

En cambio, la que ofreci¨® Cigarrero, derribando al caballo cuantas veces entr¨®, fue excepci¨®n. Los 168 toros que le siguieron, inclu¨ªdos los sobreros, tocan a 0.12 derribos cada uno. De esta media se puede hacer una excepci¨®n tambi¨¦n con la ganader¨ªa de Murteira Grave, que derrib¨® cuatro veces.

Saludo del mayoral

Las corridas m¨¢s ¨ªntegras se lidiaron siempre en fin de semana. La de Dolores Aguirre fue en s¨¢bado, y la de Murteira en domingo, mismo d¨ªa asignado para la de Celestino Cuadri, cuyo mayoral fue el ¨²nico al que oblig¨® el p¨²blico a salir al ruedo a saludar.

El desastre lleg¨® siempre entre semana, cuando los modestos dejaron el sitio a las figuras. Corridas que se rechazan enteras (Los Guateles), que se lidian con remiendos de otras ganader¨ªas (Atanasio-Garcigrande, Bayones-Puerto de San Lorenzo, Sep¨²lveda-Ib¨¢n, Corte-Olea) o que se lidian con profusi¨®n de sobreros (hasta cuatro la de Bayones-Puerto).

Estas corridas, que plantearon grandes problemas al ir rechazando el equipo de veterinarios los toros que les iban presentado, fueron casi siempre las de las figuras. La de Los Guateles estaba reservada al Litri; la de Atanasio, a Ponce, y las de Los Bayones y Sep¨²lveda, a Espartaco.

Sobreros tuvieron que salir 17 en un total de nueve corridas, y toros de otros hierros para completar el cartel de la ganader¨ªa titular, 23 en diez tardes diferentes.