Pos-surrealismos
Las obras de seis artistas de nacionalidades diversas ilustran a la perfecci¨®n el t¨ªtulo shakesperiano, de resonancias on¨ªricas y festivas, bajo el cual se presentan. Esto mismo ya es de agradecer, cuando estamos acostumbrados a enunciaciones esot¨¦ricas, legitimadas por planteamientos pretendidamente intelectuales y novedosos. No se trata, en cualquier caso, de una exposici¨®n program¨¢tica, sino de un abanico de po¨¦ticas -o sus g¨¦rmenes- m¨¢s o menos distintas.La instalaci¨®n de Hans Hedberg, un bosque encantado que incluye un caballo de juguete del tama?o de un caballo real, adem¨¢s de frutas magnificadas sobre un suelo de hierbas y ramas, da con su aspecto l¨²dico el tono general de la muestra. y sugiere los rasgos inquietantes de una realidad deformada.
Sue?o de una noche de verano
Galer¨ªa Berini.Plaza Comercial, 3. Barcelona. Hasta el 31 de julio.
Desde estas coordenadas, las dos naturalezas muertas realistas, aunque no convencionales, de Guglielmo Aschieri, una de pepinos y otra de manzanas, adquieren otras connotaciones y subrayan desde la pintura la presencia metaf¨ªsica de los objetos naturales.
Interior cerrado
El cuadro de Andreas Schulze es, desde una ¨®ptica surrealista, un interior cerrado cuya ¨²nica abertura est¨¢ donde se encuentra el espectador. Este espacio est¨¢ poblado por unas formas relativamente f¨¢licas liber¨¢ndose de una suerte de ataduras con movimientos curvos.Un peque?o fragmento de marco dorado, obra de Antonio Sosa, sobre el que descansa un montoncito de polvo o de ceniza, coronado a su vez por una suerte de pepita de oro, es un comentario sobre el poco arte verdadero con el que nos encontramos. Las peque?as pinturas de Gianluca Sgherri, campos negros sobre los que reverberan todav¨ªa m¨¢s peque?as im¨¢genes arquitect¨®nicas, constituyen formulaciones semejantes.
Por ¨²ltimo, las obras de Luis Cadarso, nombre de artista del tambi¨¦n cr¨ªtico de arte Luis Casado, remiten al mundo de la infancia y persiguen el comentario sociol¨®gico o pol¨ªtico desde una ¨®ptica pop y surreal.
Tres esculturas de resina de poli¨¦ster te?idas de negro, y elaboradas a partir de formas moldeadas en barro, penden del techo de la galer¨ªa a una altura que permite su observaci¨®n desde todos los ¨¢ngulos posibles.
Estas obras son nubarrones de los que surgen elementos figurativos, en referencia a los consejos de Leonardo. Montado en una de ellas, Pinochio parece hablarnos de la singularidad del artista, solo y en las nubes, aunque consciente de su funci¨®n social al lado del omnipotente T¨ªo Sam, cegado por un jir¨®n de su misma nube. La tercera y m¨¢s amenazadora se metamorfosea en varias bocas, referencia a la obra de arte portadora de mensaje.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.