El '¨²ltimo servicio' del ex dictador B¨¢nzer a Bolivia
La renuncia del general Hugo B¨¢nzer, de 67 a?os, a competir por la presidencia de Bolivia en la elecci¨®n del Senado, posibilidad que hab¨ªa ganado en las urnas al quedar segundo en la elecci¨®n del pasado domingo, significa una aportaci¨®n a la estabilidad democr¨¢tica del pa¨ªs por parte del antiguo dictador.El veterano general pretend¨ªa pasar a la historia como presidente constitucional y quitarse el estigma de ex dictador, pero fall¨®. Fue su quinto fracaso en el intento de conseguir la presidencia por v¨ªa democr¨¢tica. B¨¢nzer anunci¨® que no volver¨¢ a intentarlo y que tampoco buscar¨¢ los votos en el Congreso el, 6 de agosto, renunciando a la posibilidad remota de llegar a la presidencia por el camino marcado por la Constituci¨®n.
La renuncia de B¨¢nzer deja el camino abierto para el empresario minero Gonzalo S¨¢nchez de Lozada, de 62 a?os, del Movimiento Revolucionario Nacionalista (MNR), quien ahora dispondr¨¢ de tiempo para concentrarse en preparar su Gobierno, sin el agobio de tener que buscar una mayor¨ªa de votos para la elecci¨®n presidencial en el Congreso. B¨¢nzer le ha ahorrado a Bolivia idos meses de incertidumbre, chanchullos y hasta tal vez vergonzosas negociaciones, para tratar de forzar en el Congreso la voluntad mayoritaria del electorado.Asignatura de democracia. El ex dictador llevaba ya m¨¢s de una d¨¦cada esforzado en "hacer buena letra" en la asignatura de democracia. Ahora, al renunciar, ha prestado a Bolivia su, quiz¨¢s, ¨²ltimo servicio. El gesto no result¨® f¨¢cil. En una primera conferencia de prensa, el pasado lunes, B¨¢nzer asegur¨® que luchar¨ªa hasta el fin por conseguir la elecci¨®n el 6 de agosto. Dio la impresi¨®n de que actuaba azuzado por su compa?ero de viaje en la aventura conocida como Acuerdo Patri¨®tico, el jefe nacional del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Oscar Eid.
En una interpretaci¨®n entre ins¨®lita y c¨ªnica de la elecci¨®n del domingo, Eid no tuvo empacho en declarar que la voluntad del electorado, seg¨²n la Constituci¨®n, era clara: conceder al Congreso que escogiera un presidente, ya que ning¨²n candidato hab¨ªa conseguido en la votaci¨®n popular la mayor¨ªa absoluta. Para Efid, parec¨ªa no tener importancia que el Acuerdo Patri¨®tico, entre la Acci¨®n Democr¨¢tica Nacionalista (ADN) de B¨¢nzer y el MIR, hab¨ªa revolucionado la matem¨¢tica electoral al hacer que 24% m¨¢s 19%, conseguidos por los dos partidos en 1989, sumasen s¨®lo un 21% el pasado domingo.
La insistencia de Eid en luchar por la presidencia en el Congreso despert¨® la sospecha de que trataba de vender m¨¢s cara la renuncia de B¨¢nzer, tal vez a cambio de barrer debajo de la alfombra la investigaci¨®n de la corrupci¨®n durante la actual administraci¨®n. Ahora B¨¢nzer acab¨® con todos esos c¨¢lculos.S¨¢nchez de Lozada asegura, con su acento norteamericano y atentados a la sintaxis, que en el Gobierno de 1985 venci¨® a la hiperinflaci¨®n y ahora lo har¨¢ con la hipercorrupci¨®n. La tarea es herc¨²lea y los signos no parecen favorables.Pero al lado de S¨¢nchez de Lozada, ya aparecen figuras del pasado de dudosa moralidad en su trato con los dineros p¨²blicos.
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