?D¨®nde le pongo el san Isidro?

San Isidro se hab¨ªa subido al presbiterio. El arca votiva que una vez acogi¨® los restos del santo labrador ocupa, con su jaula de cristal su dosel, casi todo el espacio de la capilla, y las im¨¢genes del patrono de Madrid y su mujer, santa Mar¨ªa de la Cabeza, no caben. El problema es que el Concilio Vaticano II estableci¨® que en el presbiterio s¨®lo puede estar Jesucristo. "Pues habr¨¢ que bajarlo", se resigna el padre Jos¨¦ F¨¦lix de Vicente, director de patrimonio del arzobispado. "Lo que t¨² digas", le responde el arquitecto, Fernando Chueca; "yo, esto del protocolo...". Todo lo que haga el decorador le parece bien porque despu¨¦s de lidiar durante m¨¢s de 40 a?os con los planos del templo no se va a poner quisquilloso con los detalles menores.Le gusta la forma que va tomando por dentro la obra de su vida: "Unas cosas m¨¢s que otras", apostilla. "Es que si cierto monse?or ve al Isidro ah¨ª se puede armar la gorda", explica el decorador. La soluci¨®n es r¨¢pida. "Colocamos una imagen a cada lado de la capilla y de paso vestimos un poco la girola", tercia De Vicente, que sale, como una bala a buscar ayuda para bajar al patr¨®n. "Quieren meter a 100 obispos en la siller¨ªa y no caben", gesticula don Jos¨¦ F¨¦lix, "no s¨¦ c¨®mo van a hacer".

Sin embargo, a las capillas que se han vendido a congregaciones religiosas les sobra espacio. En la del Opus Dei s¨®lo dos inscripciones en piedra recuerdan al beato Jos¨¦ Mar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer.

Una catedral del siglo XXI es por fuerza ecl¨¦ctica y el arte medieval recibe la luz de las vidrieras que recuerdan cuadros de Mondrian, y en la girola, varios monitores mostrar¨¢n el rostro de Karol Wojtyla a los que tengan que bajar del presbiterio.