"Hemos de convertir el sida en una enfermedad cr¨®nica como la diabetes"
Luc Montagnier es seguramente el cientifico m¨¢s solicitado para cargos, conferencias y entrevistas, dirige amplios y complejos trabajos de investigaci¨®n y lleva una vida absolutamente itinerante. C¨®mo consigue abarcar tanto es un misterio.Pregunta. ?Asume usted las recomendaciones de la conferencia de Berl¨ªn de repartir preservativos entre los j¨®venes y dar jeringuillas y metadona a los toxic¨®manos?
Respuesta. S¨ª. Debemos hacer campa?as, y ¨¦stas deben comenzar en el medio escolar. Pero no basta con poner m¨¢quinas expendedoras de preservativos, es necesario dar a los j¨®venes una informaci¨®n racional y completa. En cuanto a los toxic¨®manos, estoy a favor del reparto de jeringuillas, y es cierto que esta posici¨®n, absolutamente defendible desde el. punto de vista m¨¦dico, entra en contradicci¨®n con la normativa penal. No tiene sentido que un asistente social entregue una jeringa a un toxic¨®mano y que cualquier polic¨ªa pueda detenerlo por usarla.
P. Algunos vir¨®logos salieron entusiasmados de su conferencia en Berl¨ªn. Afirman que demostr¨® indirectamente su vieja teor¨ªa de que existe un cofactor microbiano que desencadena la acci¨®n devastadora del virus.
R. Creo que existen suficientes evidencias de la existencia de ese cofactor, aunque, modestamente, creo que todav¨ªa no la he demostrado. La inc¨®gnita principal sigue siendo qu¨¦ tipo de microorganismo es. Y si estaba ya en el organismo, entr¨® con el virus o despu¨¦s de la infecci¨®n. En cualquier caso, creo que hemos de investigar m¨¢s a fondo la fase en que el virus est¨¢ latente, sin pruebas externas de infecci¨®n. Hemos observado que existe cierta respuesta inmunol¨®gica en personas que conviven con enfermos de sida, a pesar de que no presentan anticuerpos. Eso quiere decir qu¨¦ el virus est¨¢ latente y que, en un primer momento, la inmunidad celular act¨²a eficazmente sobre ¨¦l. Si pudi¨¦ramos intervenir en esta fase, tal vez podr¨ªamos mantener el virus latente durante mucho tiempo. La aproximaci¨®n terap¨¦utica al sida debe hacerse desde diferentes frentes. Y, aunque no consigamos inmediamtente una vacuna o un tratamiento capaz de destruir el virus, creo que podremos convertir el sida en una enfermedad cr¨®nica controlable como la diabetes.
P. Usted dio en Berl¨ªn algunos pasos en esa direcci¨®n al demostrar que tambi¨¦n se puede actuar sobre una fase m¨¢s tard¨ªa, cuando el virus ya est¨¢ en fase de replicaci¨®n y desregula de tal modo el sistema inmunitario que provoca una especie de suicidio de los linfocitos, la llamada apoptosis celular.
R. Creo que podremos desarrollar ciertos medicamentos contra la apoptosis. Hemos tratado a algunos enfermos con una sustancia capaz de reducir este tipo de muerte celular programada. Y tambi¨¦n hemos observado que ciertos antibi¨®ticos tienen un efecto restaurador del sistema inmunol¨®gico en determinados pacientes. De modo que, a medio plazo, soy optimista sobre los resultados de la posible combinaci¨®n de tratamientos antivirales, antibi¨®ticos y f¨¢rmacos antiapoptosis.
P. Usted alienta una fundaci¨®n encargada de recaudar fondos para la lucha contra el sida en el Tercer Mundo. En Berl¨ªn se dijo que, o nos salvamos todos juntos, o nadie se salva. ?Qu¨¦ hay que hacer para evitar una hecatombe en ?frica a causa del sida?
R. El problema es que en este continente, como en el resto de los pa¨ªses pobres, la estructura econ¨®mica es incapaz de asumir una tragedia de estas dimensiones. Su sistema sanitario no puede afrontar un reto como el del sida. De modo que probablemente se requieran cambios profundos en la estructura econ¨®mica para que la batalla del sida pueda tener eficacia. Pero tal vez para algunos pa¨ªses ya sea incluso demasiado tarde.
P. ?Cree que la expansi¨®n de la pandemia en Europa puede llegar a adoptar en alg¨²n momento el patr¨®n africano, es decir, un predominio de contagio heterosexual?
R. El contagio heterosexual seguir¨¢ creciendo a¨²n en Europa durante bastante tiempo, pero nunca ser¨¢ predominante.
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