La sanidad p¨²blica: una inversi¨®n de futuro
Algunos pa¨ªses de la CE se est¨¢n planteando transformaciones en sus sistemas sanitarios promovidas por la presi¨®n de tendencias neoliberales, que intentan privatizar las ¨¢reas de salud potencialmente rentables, con la aplicaci¨®n rigurosa de las reglas del mercado. La disyuntiva p¨²blico-privado constituye uno de los elementos esenciales en la confrontaci¨®n de los idearios pol¨ªticos.
La privatizaci¨®n de los sistemas sanitarios, que es un proyecto de capitalizaci¨®n y obtenci¨®n de beneficios conducente a incrementar las diferencias entre las categor¨ªas sociales, se contrapone a la solidaridad y la redistribuci¨®n.Los proyectos pol¨ªticos de los partidos socialdem¨®cratas han coincidido en el compromiso de impulsar la salud p¨²blica, superando antiguas concepciones de la salud vinculadas a un modelo casi exclusivo m¨¦dico-asistencial y omitiendo la realidad multicausal del conjunto salud-enfermedad, en el que los estilos de vida, el impacto medioambiental y las condiciones socioecon¨®micas tienen una influencia decisiva.
En este sentido, la Ley General de Sanidad (1986), aun conteniendo algunas ambig¨¹edades, constituy¨® un aut¨¦ntico proyecto de cambio de la sanidad espa?ola. Esta ley reconoce la universalidad del derecho a la protecci¨®n de la salud, establece los principios generales del sistema sanitario, que estar¨ªan orientados prioritariamente a la promoci¨®n de la salud, a la prevenci¨®n de la enfermedad y a lograr la igualdad efectiva en el acceso de los ciudadanos a las prestaciones sanitarias superando los desequilibrios territoriales existentes. Objetivos s¨®lo alcanzables en el marco de una sanidad p¨²blica predominante, aunque no excluyente respecto a la participaci¨®n del sector privado en la provisi¨®n y gesti¨®n del gasto sanitario.
Orientar los recursos
Las evidentes ventajas de la financiaci¨®n p¨²blica es una condici¨®n indispensable para orientar los recursos y a los profesionales hacia donde m¨¢s se necesiten en t¨¦rminos de salud, es decir, para lograr la equidad y una mayor legitimidad democr¨¢tica. No podemos compartir la posici¨®n reaccionaria de utilizar la libertad como coartada interesada para justificar la desigualdad.
La sanidad p¨²blica en Espa?a dispone de profesionales de elevada cualificaci¨®n t¨¦cnica, con dedicaci¨®n y esfuerzo no siempre reconocidos, que utilizan procedimientos diagn¨®sticos y terap¨¦uticas de m¨¢ximo nivel y que ofrecen a todos los ciudadanos un conjunto de prestaciones sanitarias muy amplias. No debemos obviar las dificultades y carencias que presenta el sistema sanitario espa?ol. La superaci¨®n de estos escollos exige el fomento de la calidad mediante una serie de acciones, entre las que se?alamos las siguientes: consumar los planes de creaci¨®n de centros de salud y los equipos de atenci¨®n primaria; completar la red hospitalaria p¨²blica; incorporar las innovaciones tecnol¨®gicas, previa valoraci¨®n de su eficacia; impulsar la investigaci¨®n b¨¢sica y aplicada; establecer un programa muy exigente de mantenimientos de centros, instalaciones y equipamientos; reducir las listas de espera priorizando seg¨²n patolog¨ªas; simplificar trabas burocr¨¢ticas y abolir rigideces. administrativas. Como estas acciones conllevan un incremento del gasto sanitario, ser¨¢ necesario elevar un punto el porcentaje del PIB, adem¨¢s de superar algunas diferencias en la gesti¨®n a fin de equipararnos a la media de los pa¨ªses comunitarios.
El sector sanitario espa?ol debe ser un compromiso de equidad, una inversi¨®n de futuro como soporte y motor de la pol¨ªtica social, y no un subproducto del desarrollo econ¨®mico. Una estrategia de consolidaci¨®n y perfeccionamiento del sistema sanitario espa?ol s¨®lo es posible si los profesionales y los ciudadanos participan activamente en el proyecto, en amplio y profundo consenso. La necesaria corresponsabilidad de la Administraci¨®n y los profesionales sanitarios precisa hacer part¨ªcipes a ¨¦stos de las decisiones y proyectos en el campo de la salud.
Solidaridad
Van Otter y Saltmann han definido la sanidad mixta como un modelo sustentado en la competencia interna que propiciar¨ªa un incremento de la eficiencia y eficacia del sistema y crear¨ªa una emulaci¨®n entre proveedores, tanto en el sector p¨²blico como en el privado. Las ventajas de la financiaci¨®n p¨²blica, e incluso una provisi¨®n mayoritariamente p¨²blica, tienen que ser potenciadas con la introducci¨®n de mecanismos de competencia e incentivos. Pero cualquier f¨®rmula basada en un sistema mixto eliminando cuotas e incluso desgravando impuestos romper¨ªa el principio de solidaridad, segregando del conjunto a las clases sociales con menos recursos econ¨®micos. Sentados estos principios b¨¢sicos, de equidad y solidaridad, cabe establecer diversas variables de gesti¨®n a trav¨¦s de la colaboraci¨®n y adecuados convenios con entidades aseguradoras.
La colaboraci¨®n del sector privado con el sistema sanitario p¨²blico ha sido estudiada certeramente por M. Evangelista en su informe sobre Perspectivas del futuro en la sanidad espa?ola, donde analiza el car¨¢cter de concertaci¨®n complementaria de ambos sectores basados en las siguientes premisas:
- Una mayor transparencia en la presentaci¨®n del contenido de la calidad de la oferta sanitaria privada, con cobertura de riesgos comparable al sistema p¨²blico.
- Una clara delimitaci¨®n de la clase de prestaciones ofertadas.
- La aceptaci¨®n de criterios de planificaci¨®n que, sin mermar la autonom¨ªa, fomente la equidad en la accesibilidad y elimine o reduzca la discriminaci¨®n asistencial por razones econ¨®micas.
- No interferir la globalidad de la planificaci¨®n sanitaria.
- No resta recursos al sistema sanitario publico, que debe gestionarse con una mayor eficiencia.
Las frecuentes noticias sobre el mal funcionamiento del sector p¨²blico, omitiendo las grandes deficiencias del sector privado, tienden a crear un estado de opini¨®n favorable a la privatizaci¨®n, la cual puede competir en la labor m¨¦dica asistencial, pero nunca podr¨¢ resolver las demandas sociales de prevenci¨®n, impulsar campa?as de promoci¨®n de estilos de vida saludables y preservar la salubridad del medio ambiente.
Ventajas
Las ventajas de un sistema p¨²blico de salud y la oposici¨®n radical a cualquier proyecto privatizador del sistema sanitario parten de los siguientes supuestos:
- S¨®lo desde el sector p¨²blico es posible elaborar estrategias intersectoriales de salud e incorporar acciones preventivas de informaci¨®n de la salud y educaci¨®n sanitaria.
- Garantizar la cobertura del sistema sanitario a toda la poblaci¨®n.
- Lograr el objetivo b¨¢sico del sistema nacional de salud de equidad: igual atenci¨®n y trato para todos, superando las diferencias socioecon¨®micas, las deficiencias biol¨®gicas e igualando la accesibilidad a los servicios sanitarios.
- Establecer la solidaridad entre las comunidades aut¨®nomas y clases sociales mediante el mecanismo redistributivo del sistema fiscal.
- Obtener con menores costes mejores indicadores sanitarios en los sistemas p¨²blicos de salud. Los pa¨ªses con modelos sanitarios liberales gastan m¨¢s con iguales o inferiores resultados.
- El sistema p¨²blico tiene mayores recursos y capacidad para financiar la investigaci¨®n m¨¦dica y para atender la formaci¨®n m¨¦dica a trav¨¦s del sistema MIR, que tanto ha contribuido a elevar la calidad de la medicina en Espa?a.
La Constituci¨®n espa?ola ha consagrado el derecho a la protecci¨®n de la salud, que s¨®lo puede alcanzarse con la firme defensa de ese derecho, cimentado y desarrollado en el marco del sistema nacional de salud.
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