La muralla impermeable
La gran convocatoria de los sonidos resistentes se sobrepuso a la noche tormentosa y el p¨²blico aguant¨® impert¨¦rrito una cortina de agua durante la primera hora de Metallica. La devoci¨®n que le profesan los aficionados a los actuales reyes del heavy metal es incontestable: despu¨¦s de tres horas de contundentes riffs nadie se movi¨® de su lugar para propinar una larga ovaci¨®n a los cuatro chicos de negro.La tarde se abri¨® con la m¨²sica de The Cult. Todav¨ªa bajo la luz solar, la pareja brit¨¢nica formada por lan Atsbury y Billy Duffy present¨® a tres nuevos acompa?antes para la etapa que inician ahora. Se desconocen las razones que les han llevado a aceptar su fr¨ªa posici¨®n en esta gira. El grupo est¨¢ pr¨®ximo a publicar un nuevo ¨¢lbum y entonces encabezar¨¢n un periplo propio. Pese a la buena voluntad de su vocalista, el buen y b¨¢sico hard rock de la banda no motiv¨® a los m¨¢s tempraneros.
Metallica, Suicidal Tendencies, The Cult
James Hetfield (voz, guitarra), Kirk Hammett (guitarra), Jason Newsted (bajo), Lars Ulrich (bater¨ªa). Estadio del Radio Vallecano. Madrid, 18 de junio. 20.000 espectadores. Precio: 4.000 pesetas.
Suicidal Tendencies, por el contrario, jug¨® sus bazas y gan¨® la partida en su estreno espa?ol. La formaci¨®n californiana parte de una base hardcore adornada con elementos propios del metal m¨¢s afilado en Still Cyco After All These Years. Este grupo norteamericano, uno de los m¨¢s acosados por la censura conservadora, ha optado por regrabar sus primeros temas, publicados hace 10 a?os por una compa?¨ªa discogr¨¢fica independiente. En escena, el vocalista y l¨ªder Milce Muir se comporta como el boxeador que hace piernas antes de la subida al ring. El esfuerzo se vio recompensado con la aprobaci¨®n general. En breve estar¨¢n de nuevo en nuestros escenarios como apertura de los conciertos de Guns N'Roses.
Tormenta
Metallica y la tormenta estallaron al un¨ªsono. La lluvia no amilan¨® ni al grupo ni a la admirable concurrencia, que soport¨® el chaparr¨®n como si tal cosa. El popular cuarteto ha sabido tratar a su clientela con una pol¨ªtica altamente honesta y ¨¦sta le devuelve la pelota con una entrega incondicional. A punto de cumplir dos a?os de gira casi ininterrumpida, se perciben gestos de cansancio, perfectamente comprensibles por el desgaste f¨ªsico de un repertorio maratoniano. La muralla de p¨¦treo sonido no sufri¨® el menor da?o por las inclemencias meteorol¨®gicas. Los cruciales One y Enter Sandman procuraron despedir la dilatada jornada pero el vigor de los asistentes les oblig¨® a regresar para una despedida c¨¢lida como pocas. Al t¨¦rmino de la agotadora gira, Metallica va a tomarse una larga etapa de descanso que discogr¨¢ficamente se cubre con un documento grabado en vivo en la capital mexicana.
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