Deshonrar ni?os
La cadena de la prostitucion atrapa cada vez m¨¢s menores
Sasha, un moscovita de pelo largo y aspecto desali?ado, se dedica a una lucrativa profesi¨®n. Vende servicios sexuales de ni?os peque?os. Su base de operaciones es un jard¨ªn situado frente al magn¨ªfico teatro Bolshoi de Mosc¨², donde clientes nacionales y extranjeros saben c¨®mo encontrarle. Sasha es el chulo de algunos adolescentes que merodean junto a ¨¦l en los alrededores del Bolshoi, pero su equipo principal son tres menores: Marik, de ocho a?os; Volodya y Dima, ambos de nueve.Los tres cayeron en las garras de Sasha cuando la convulsi¨®n social, todav¨ªa no apagada, que sigui¨® a la ca¨ªda del comunismo les arroj¨® a las calles. Sasha, un antiguo trabajador de un koIj¨®s (hacienda colectiva), les viste con ropa de ni?a y vende sus favores por unas 2.500 pesetas al d¨ªa. "Les estoy ayudando", insiste, dejando que sus dientes de oro brillen en su rostro picado de viruela. "Esta clase de trabajo es muy rentable. Los chicos est¨¢n agradecidos".
La explotaci¨®n de Marik, Volodia y Dima es s¨®lo un ejemplo del aspecto m¨¢s odioso del incremento del comercio sexual en el mundo: una explosi¨®n de la prostituci¨®n infantil, consecuencia en parte del miedo de los clientes al sida. S¨®lo en Mosc¨², se calcula que hay unos mil ni?os y ni?as vendiendo sus cuerpos. En el Tercer Mundo, las cifras son escalofriantes: unas 800.000 prostitutas menores de edad en Tailandia, 400.000 en la India, 250.000 en Brasil, 60.000 en Filipinas. Los nuevos centros mundiales de la prostituci¨®n infantil son Vietnam, Camboya, Laos, China y la Rep¨²blica Dominicana.
En todas partes, incluida la opulenta Europa y Estados Unidos, el patr¨®n es el mismo: los ni?os escapan de casa para librarse de padres dominantes o porque sufren abusos f¨ªsicos o sexuales. Algunos caen en la prostituci¨®n v¨ªctimas del secuestro o el enga?o. Presas f¨¢ciles, se convierten en propiedad de los mercaderes del sexo. Sasha dice que le vendieron a Marik por una caja de botellas de vodka, y que encontr¨® a Volodia abandonado en la estaci¨®n de trenes de Mosc¨², junto a miles de otros j¨®venes que han convertido la estaci¨®n en un para¨ªso callejero de la golfer¨ªa. Una vez en manos de los violentos mafiosos que controlan el mercado del sexo, la mayor¨ªa de los ni?os terminan siendo adictos del alcohol o las drogas.
A sus 11 a?os, Sandra Patricia no ha alcanzado todav¨ªa la pubertad, pero ya ha sido prostituta en Bogot¨¢ (Colombia) durante dos a?os. Es la menor de ocho hermanos. Huy¨® de un padre que abusaba de ella y se ech¨® a la calle, que ella describe como "peligrosa pero emocionante". Un reciente estudio de la C¨¢mara de Comercio afirma que el n¨²mero de prostitutas entre 8 y 18 a?os de Bogot¨¢ se ha quintuplicado en los ¨²ltimos siete a?os. Sandra Patricia est¨¢ afectada por una enfermedad ven¨¦rea. Su pasatiempo favorito es esnifar pegamento. "S¨¦ que estoy enferma", se lamenta. "La gente me trata como si fuera basura. A veces me gustar¨ªa morirme".
Tambi¨¦n en Estados Unidos la prostituci¨®n infantil es consecuencia directa de la pobreza y el consumo de drogas. "El efecto conjunto del deterioro de las ciudades y de la plaga de las drogas est¨¢ acelerando este fen¨®meno", dice Kenneth Klothen, director de la organizaci¨®n Defensa Internacional de la Infancia en Filadelfia. Los c¨¢lculos sobre el n¨²mero de prostitutas menores de edad en Estados Unidos sit¨²an la cifra entre 90.000 y 300.000. Si a?adimos a quienes se dedican a lo que Klothen describe como "sexo de supervivencia" (encuentros ocasionales con el fin de conseguir dinero para comida o drogas), el n¨²mero asciende a los 2,4 millones.
El mercado de la prostituci¨®n infantil siempre ha sido fuerte, especialmente en Asia. En la India, el precio del servicio de las ni?as es tres veces el de las mujeres mayores de edad.
Una de las razones m¨¢s dram¨¢ticas del reciente auge de la prostituci¨®n infantil es la creencia err¨®nea de que es menos probable contraer el sida manteniendo relaciones sexuales con ni?os. De hecho, puede que sea lo contrario. "Al ser las ni?as muy j¨®venes", dice Vicham Vithayasai, inmun¨®logo de la Universidad tailandesa de Chiang Mai, "no est¨¢n todav¨ªa preparadas para el sexo y sufren desgarros y abundantes hemorragias que las hacen vulnerables a las enfermedades ven¨¦reas". Una encuesta descubri¨® que m¨¢s del 50% de las prostitutas infantiles de Tailandia eran seropositivas.
Sin embargo, como los tailandeses y los turistas extranjeros desconocen o hacen caso omiso de estas estad¨ªsticas, el pa¨ªs tiene la industria de sexo infantil m¨¢s importante del mundo. En pueblos del Norte, junto a la frontera con Birmania, no queda ni una sola ni?a, porque las han vendido como prostitutas, a menudo sus propios padres, dispuestos a sacrificar a una hija por un precio que alcanza como mucho el mill¨®n de pesetas.
Tras agotar las reservas tailandesas, los traficantes de ni?os han extendido sus zonas de reclutamiento a Birmania y China. Y, cuando las ni?as ya no sirven para el trabajo, se deshacen de ellas. Corren rumores de que el Gobierno militar birmano encierra en prisiones, o incluso asesina, a las prostitutas que vuelven de Tailandia infectadas con el sida.
Docenas de agencias tur¨ªsticas atienden a esta clientela, compuesta de ped¨®filos y pederastas que se aprovechan de la falta de severidad de los pa¨ªses del Tercer Mundo a la hora de aplicar las leyes. Los pederastas sobre todo encuentran muchas facilidades para pasar un buen rato, en Asia, ?frica o Latinoam¨¦rica. Numerosas publicaciones y redes informatizadas proporcionan esta informaci¨®n. Una de las m¨¢s famosas fuentes de informaci¨®n de los homosexuales que buscan ni?os es la gu¨ªa Spartacus International Gay, que est¨¢ a la venta desde los a?os setenta y que ahora se edita en varios idiomas en Alemania.
El turismo que s¨®lo viene en busca de sexo con ni?os es tan descarado que incluso ha nacido una nueva organizaci¨®n para combatirlo: End Child Prostitution in Asian Tourism (ECPAT, siglas en ingl¨¦s de Acabar con la Prostituci¨®n Infantil en el Turismo Asi¨¢tico). Fundada hace tres a?os por tres grupos cristianos de Asia, la ECPAT tiene ahora oficinas en 14 pa¨ªses.
Registrado Time Inc, 1993
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.