Parque del mioceno

No son tan grandes como los dinosaurios, pero dejaron sus huellas hace 20 millones de a?os en el barro fresco de un lago que se secaba. Un barro tan fino que su conservaci¨®n es perfecta. El yacimiento antediluviano encontrado en Salinas de A?ana, ?lava, corresponde al mioceno inferior medio, y se diferencian seis especies animales.

Mauricio Ant¨®n, experto en vertebrados del terciario y vinculado al Museo de Ciencias Naturales de Madrid, confirma que "es el mejor de los yacimientos conocidos de esa ¨¦poc¨¢", por su estado de conservaci¨®n y la longitud de los rastros. Una estudiante alemana que fij¨® su punto de inter¨¦s en Salinas de A?ana, dio el primer aviso, al encontrar huellas en las proximidades del actual yacimiento en 1988. Vino a Espa?a a cumplimentar su tesis doctoral, y con su hallazgo alert¨® a las autoridades alavesas en la materia de que la zona era buena para buscar rastros del pasado.Y all¨ª estaban, perfectamente protegidas por 400 toneladas de piedra y tierra, en un estrato del mioceno burdigaliense que hace 20 millones de a?os estuvo cubierto por el agua. El descubrimiento, adem¨¢s de su perfecci¨®n, permite hacer estudios amplios de locomoci¨®n animal y de su comportamiento.

"Hasta la pasada semana", explica Mauricio Ant¨®n, "era un misterio qu¨¦ patas y tipo de locomoci¨®n correspond¨ªan a los cr¨¢neos de animales catalogados, porque no hab¨ªa huellas. A partir de ahora se puede aportar no s¨®lo eso, sino retazos de sus comportamientos y costumbres sociales". El venezolano Robert Santa Mar¨ªa y Gregorio L¨®pez, ambos de la Universidad de Barcelona, suscriben la importancia del hallazgo: "Es el mejor yacimiento de pistas f¨®siles terciarias conocido en el mundo". Superado ya el s¨ªndrome de las pinturas rupestres falsas de Zubialde y a punto de comenzar un estudio integral del hallazgo, los expertos coinciden en que se abre un nuevo mundo de conocimiento del mam¨ªfero actual.

Cervatillo

Las huellas corresponden a un cervatillo del tama?o de una lata de bebida (caynoterium), a un gato un poco m¨¢s grande y carn¨ªvoro (seudaelurus), a un antecesor de las actuales hienas (prehi¨¦nido), a otro mam¨ªfero sin catalogar pero equivalente a los meloncillos o mangostas, en un estado de evoluci¨®n entre el perro y la marta (se aprecia que hincaba las u?as al andar), a un c¨¦rvido m¨¢s grande del tama?o de un corzo que ha dejado unos rastros a lo largo de seis metros y, finalmente, dos aves de la misma especie que entre huella y huella dejan un espacio de 1,2 metros.Revivir un atardecer de aquella ¨¦poca en un cinematogr¨¢fico parque del mioceno, permitir¨ªa apreciar un lago poco profundo del tama?o de un campo de f¨²tbol a orillas de un bosque de con¨ªferas posiblemente (hay f¨®siles de ac¨ªculas de pino), en el que beb¨ªan y se refrescaban varias especies animales. Es posible que mirando se vieran a lo lejos rinocerontes y hasta elefantes.

El director del Museo de Ciencias Naturales de ?lava, Jes¨²s Alonso, cree que la placa que sustenta las huellas puede tener la extensi¨®n de un campo de f¨²tbol. La Diputaci¨®n de ?lava se ha comprometido a construir una edificaci¨®n en ese lugar que preserve el hallazgo, pero no parece partidaria de seguir levantando tierra.