El genio de la siguiriya

Despu¨¦s de una larga temporada sin tocar en Madrid, Paco de Luc¨ªa ha vuelto con un concierto realmente esplendoroso. El tema final puso a todo el teatro en pie. Lo merec¨ªa. Paco ha hecho una creaci¨®n sobre el toque por siguiriyas realmente memorable. Imaginativa, rica en giros insospechados, con una densidad expresiva que a veces nos recordaba el lenguaje sinf¨®nico. Su guitarra dialog¨® con los vientos de Pardo, con las cuerdas de Benavent, con las percusiones, haciendo todos un alarde de madurez, de inspiraci¨®n y de plenitud. Y Pepe de Luc¨ªa puso su voz despojada en dos tercios sin consuelo del antiguo cante del Viejo de la Isla. Impresionante.O¨ªamos este tema y no lo pod¨ªamos creer, pareciera como si el genio inmortal de la siguiriya se hubiera instalado Junto al de Luc¨ªa para asistirle en el desarrollo de una obra tan compleja y hermosa, tan definitiva. Una obra enriquecida por instrumentos hasta no hace mucho ajenos a lo jondo, pero que no sufr¨ªa por ello mistificaci¨®n alguna; segu¨ªa sonando flamenca hasta lastimar.

Su genio con la guitarra flamenca no tiene parang¨®n posible. Cuando toca a solas con ella est¨¢ d¨¢ndonos ese toque tan querido en el flamenco, transido de intensidad y de jondura. Despu¨¦s, con el grupo, se entrega ya al alarde espectacular, deslumbrador, en ritmos que se prestan a verdaderas locuras con virtuosos de este calibre: buler¨ªas, tangos, jaleos, alegr¨ªas, tanguillos, rumba...

Recuerdo pocas ocasiones en que un encuentro flamenco motivara aclamaciones tan un¨¢nimes. Y todo en una l¨ªnea flamenqu¨ªsima, m¨¢s de lo habitual en los ¨²ltimos conciertos del de Luc¨ªa y sus compa?eros. Entre quienes no debemos olvidar al bailaor Manolito Soler, quien bail¨® como mandan los c¨¢nones, con elegancia y se?or¨ªo, sin despeinarse.