EE UU defender¨¢ a los fumadores pasivos

El Gobierno norteamericano ha empezado a preparar su defensa contra la querella presentada en su contra por los productores de tabaco, que se consideran gravemente perjudicados por las limitaciones impuestas por la Administraci¨®n de EE UU al h¨¢bito de fumar. La Agencia para la Protecci¨®n del Medio Ambiente (EPA, en sus siglas en ingl¨¦s) afirma que dispone de 30 informes cient¨ªficos que demuestran que el riesgo de c¨¢ncer de pulm¨®n aumenta en un 19% en los fumadores pasivos, aquellos que conviven con consumidores habituales de tabaco. Las asociaciones de enfermos apoyan al Gobierno.

La EPA asegura que 3.000 de los 160.000 muertos cada a?o en Estados Unidos por c¨¢ncer de pulm¨®n son fumadores pasivos. Esta agencia gubernamental afirma que, en todo caso, su punto de vista no tiene nada que ver con la restricciones al consumo de cigarrillos en lugares p¨²blicos, porque la EPA no tiene responsabilidad sobre el medio ambiente de sitios cerrados.Las organizaciones de lucha contra el c¨¢ncer tambi¨¦n han expuesto su queja por la decisi¨®n, anunciada el lunes, de las principales empresas tabaqueras de querellarse contra el Gobierno "por difundir el miedo a los cigarrillos basado en estudios manipulados".

La asociaci¨®n de enfermos de pulm¨®n ha acusado a la industria del tabaco de "negarse a reconocer que sus productos matan" y ha prometido colaborar con el Gobierno en la causa abierta ante un tribunal de Greensboro (Carolina del Norte).

Otra organizaci¨®n denominada Efectos del Tabaco en la Salud estima que, aunque el Gobierno s¨®lo pudiese demostrar un 80% del peligro anunciado, ser¨ªa necesario regular la pr¨¢ctica de fumar para no perjudicar a los no fumadores.

Manipulaci¨®n de datos

Los productores de cigarrillos aseguran que algunos de los 30 informes de la EPA reconoc¨ªan que no pod¨ªan demostrar los efectos del tabaco en los fumadores pasivos. La industria tabaquera -encabezada por los dos grandes: Philip Morris y R. J. Reynolds- cree poder probarante un juez que la EPA manipul¨® los datos cient¨ªficos para presentarlos a su favor y que la ¨²nica base de la que dispone son unas discutibles encuestas".

Uno de los directivos de una empresa de tabaco advirti¨® que la pol¨ªtica del Gobierno respecto a la pr¨¢ctica del. tabaco pone en grave riesgo el futuro de 500.000 personas vinculadas a ese negocio. Este a?o, seg¨²n datos de la mismo industria, el consumo de cigarrillos en Estados Unidos se ha reducido ya en un 2%, despu¨¦s de varios a?os en los que las p¨¦rdidas de esas empresas no han cesado de crecer.

Lo ¨²nico que, por el momento, ha salvado de la quiebra a varias empresas de cigarrillos es el incremento de su producto en varios pa¨ªses extranjeros, especialmente en el este de Europa, a donde antes no llegaba el tabaco norteamericano y hacia donde ahora orienta esta industria buena parte de su esfuerzo.

Pese a que es cierto que la EPA no tiene capacidad para imponer normas sobre el medio ambiente en locales cerrados, tambi¨¦n es verdad que las decisiones que se adoptan sobre el consumo de tabaco en edificios en EE UU suelen estar basadas en los informes elaborados por esa agencia.

El pasado 7 de enero la EPA present¨® un documento sobre el medio ambiente en relaci¨®n con el tabaco -contra el que ahora se querellan los productores sobre el que, por ejemplo, se ha basado un comit¨¦ de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos para aprobar una ley que proh¨ªbe el consumo de cigarrillos en la mayor parte de los edificios oficiales.