Pablo Milan¨¦s crea en Cuba la primera fundaci¨®n cultural "sin fines ideol¨®gicos"
El nuevo organismo se presenta como una instituci¨®n autofinanciada y no gubernamental
El cantautor cubano Pablo Milan¨¦s sonri¨® con todo el cuerpo entre las columnas y m¨¢rmoles del hotel Nacional. Dos hoyos aparecieron en sus mejillas nada m¨¢s firmar el acta de constituci¨®n de la Fundaci¨®n Pablo Milan¨¦s, y acto seguido varios ministros y dirigentes del Partido Comunista aplaudieron con estruendo, aunque detr¨¢s de las vidrieras del Nacional hab¨ªa mar de fondo. Pablo aca ba de crear, por fin, el mi¨¦rcoles pasado, la primera instituci¨®n cultural independiente, autofinanciada y "sin fines ideol¨®gicos" de Cuba. Parece el principio del fin del total control del Estado cubano sobre la cultura.
La Fundaci¨®n Pablo Milan¨¦s se presenta como una entidad cultural de car¨¢cter civil, no gubernamental, aut¨®noma, y que tiene capacidad para poseer patrimonio propio, algo que hasta hace muy poco era un tema tab¨² en esta isla de r¨¦gimen socialista. Sus fines son desarrollar la cultura cubana promoviendo y apoyando proyectos art¨ªsticos, y promocionando a los creadores m¨¢s j¨®venes, en momentos en que la crisis econ¨®mica deja escaso margen de maniobra al Ministerio de Cultura.Su capital inicial son 160.000 d¨®lares, (poco m¨¢s de 20 millones de pesetas), donados por el cantautor, y los ingresos que a partir de ahora generen Pablo y su grupo en giras art¨ªsticas, por las ediciones discogr¨¢ficas y por los derechos de autor. "La fundaci¨®n no tiene ning¨²n fin ideol¨®gico. Lo que nos importa es la calidad y no la militancia pol¨ªtica", dijo Milan¨¦s.
Pablo, que viajar¨¢ a Espa?a el domingo pr¨®ximo para realizar una gira de 15 d¨ªas por Barcelona, Madrid, Bilbao, C¨®rdoba, no pod¨ªa esconder su j¨²bilo, pues la historia de la fundaci¨®n hab¨ªa comenzado varios a?os antes.
Desde hac¨ªa mucho, Milan¨¦s pens¨® crear una instituci¨®n cultural aut¨®noma y con capacidad para poseer d¨®lares e invertirlos en sus propios proyectos. Sin embargo, la cuesti¨®n no era f¨¢cil. En la isla exist¨ªan algunas instituciones como Casa de las Am¨¦ricas, la Fundaci¨®n F¨¦lix Varela, la Fundaci¨®n Nicol¨¢s Guill¨¦n, la Uni¨®n Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, pero todas ellas eran financiadas por el Estado. La suya ser¨ªa la primera absolutamente independiente.
Tuvo que superar algunas trabas burocr¨¢ticas y obtener los permisos correspondientes de los ministerios de Cultura y Justicia, pero lo que quiz¨¢ m¨¢s le cost¨® al cantante cubano fue convencer a las autoridades de que se desprendiesen de los cientos de miles de d¨®lares que durante m¨¢s de un decenio ¨¦l aport¨® a las arcas del Estado. "Por sus giras, discos y derechos de autor, Pablo daba anualmente al Ministerio de Cultura cifras de m¨¢s de seis ceros", explic¨® uno de sus m¨¢s cercanos colaboradores. Efectivamente, hasta hace cinco a?os, Pablo Milan¨¦s deb¨ªa entregar m¨¢s del 92% de sus ingresos, pero desde entonces la situaci¨®n cambi¨®, ahora todo lo que gane ir¨¢ a su cuenta personal y a las oficinas de la fundaci¨®n.
Una obra empezada
"Aunque s¨®lo a partir de hoy la fundaci¨®n es legal, desde el a?o pasado ya comenzamos a trabajar", asegura el cantante. Hasta el momento se ha creado una orquesta sinf¨®nica juvenil, dirigida por el prestigioso m¨²sico cubano, Leo Brawer -miembro de la fundaci¨®n-, tambi¨¦n un movimiento de j¨®venes escultores, una casa de la poes¨ªa, integrada por poetas de vanguardia, una orquesta de c¨¢mara compuesta por mujeres graduadas de la Escuela Nacional de Arte y un proyecto de teatro."La Fundaci¨®n Pablo Milan¨¦s es importante porque puede abrir el camino de otras iniciativas similares, desvinculadas del control oficial", dijo ayer un conocido artista cubano. All¨ª estuvieron presentes el ministro de Cultura, Armando Hart; el de Justicia, Carlos Amat; el miembro del Bur¨® Pol¨ªtico, Abel Prieto, y Enrique Rom¨¢n, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisi¨®n, adem¨¢s de figuras como Alicia Alonso y el cineasta Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea. Todos aplaudieron cuando Milan¨¦s y Hart firmaron el documento, aunque sobre la cabeza de todos planeaba como mar de fondo el reciente caso del pintor Tom¨¢s S¨¢nchez, quien pidi¨® asilo pol¨ªtico en Estados Unidos por desavenencias econ¨®micas con el r¨¦gimen de La Habana.
Hart reconoci¨® que la Fundaci¨®n Pablo Milan¨¦s abre el camino a otras iniciativas similares.
"?Por qu¨¦ no?, esto es bueno, siempre y cuando analicemos con cuidado y caso por caso cada propuesta", dijo el ministro de Cultura. Al fondo del sal¨®n, Pablo Milan¨¦s re¨ªa. Algunos vieron en aquella sonrisa el principio del fin del control del Estado sobre los pesos pesados de la cultura cubana, y tambi¨¦n el despegue de ciertas formas de iniciativa privada, al menos en el campo del arte.
Sin embargo, otros consideran que la fundaci¨®n de Milan¨¦s estar¨¢ mediatizada y sujeta a determinado control por las autoridades. El propio m¨²sico reconoc¨ªa que la fundaci¨®n ser¨¢ tutelada por el Ministerio de Cultura. "Todas las fundaciones en el mundo tienen tutelaje estatal. En este caso nosotros solicitamos que lo hiciera el Ministerio de Cultura, porque preferimos qu¨¦ sean ellos quienes supervisen el cumplimiento de nuestros objetivos tanto culturales como financieros", afirm¨® el cantautor.
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