La cesi¨®n del IRPF fue ideada por el PSOE en 1990

Al abordar la pol¨¦mica sobre la cesi¨®n del IRPF, no todos los comentaristas tienen en cuenta que se trata de un viejo proyecto del Gobierno del PSOE del que, poco a poco, se han ido apropiando los nacionalistas catalanes.Lo que ahora se plantea como una condici¨®n irrenunciable para que el partido de Jordi Pujol d¨¦ su apoyo a Felipe Gonz¨¢lez en la votaci¨®n de investidura fue en su momento una iniciativa defendida por los socialistas en el Libro Blanco de la reforma del IRPF, elaborado con Carlos Solchaga como ministro de Econom¨ªa y Jos¨¦ Borrell como secretario de Estado de Hacienda. Ambos apoyaron las propuestas del catedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica Antoni Castells, hombre de la m¨¢xima confianza del primer secretario de los socialistas catalanes, Raimon Obiols.

Se temi¨® que la propuesta fuera mal recibida por los gobiernos aut¨®nomos, ya que su principal objetivo era frenar el alto ritmo de aumento de los presupuestos de las autonom¨ªas. Para ello se intentaba relacionar una parte de estos ingresos con la evoluci¨®n de la recaudaci¨®n de un gran impuesto, lo que se ha denominado "corresponsabilidad fiscal". El otro objetivo era reducir el peso de los gastos condicionados y aumentar la autonom¨ªa pol¨ªtica a la hora de decidir c¨®mo distribuyen las autonom¨ªas sus presupuestos.

En s¨ªntesis, la propuesta de entonces -casi gemela a la ¨²ltima que manej¨® el Gobierno en marzo pasado, poco antes de que se convocaran las elecciones generales- consist¨ªa en dividir la recaudaci¨®n territorializada del IRPF en dos tramos: uno (el 80%, se daba a entender en 1990, el 85% en la actualidad) destinado al Estado; el resto se destinar¨ªa a la comunidad aut¨®noma, que adem¨¢s tendr¨ªa capacidad para aumentar o disminuir su parte -sin alterar la del Estado- en funci¨®n de que considerara que sus ingresos eran insuficientes o, por el contrario, sobrados.Otras comunidadesEsta propuesta, con el tiempo, ha dejado de ser una iniciativa s¨®lo del Gobierno del PSOE y se ha convertido en una reivindicaci¨®n de los nacionalistas catalanes, pero no s¨®lo de ellos: tambi¨¦n la Comunidad de Madrid, la de Baleares y la Valenciana se han declarado con mayores o menores matices a favor de la cesi¨®n.

La divisi¨®n entre partidarios y enemigos de la cesi¨®n del 15% del IRPF se ha ido trasladando del terreno pol¨ªtico al econ¨®mico: ya no refleja s las posiciones de cada parte sobre su visi¨®n del futuro desarrollo del Estado de, las autonom¨ªas -aunque tambi¨¦n-, al haberse reducido a una pol¨¦mica simplista sobre qu¨¦ comunidad saldr¨¢ m¨¢s beneficiada en t¨¦rminos estrictamente recaudatorios. Es decir, una falsa pol¨¦mica entre ricos y pobres, en la que, a falta de definirse los mecanismos correctores, s¨®lo se destaca que las comunidades que m¨¢s aportan a la recaudaci¨®n del IRPF son las que m¨¢s se beneficiar¨¢n de la cesi¨®n de una parte de esa recaudaci¨®n.

En cualquier caso, sea a trav¨¦s de la cesi¨®n del IRPF, sea mediante alguna f¨®rmula nueva a partir del IVA minorista -como defiende el presidente de Galicia, Manuel Fraga, y como insinu¨® d¨ªas atr¨¢s el de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves- o de cualquier otra de nuevo cu?o, todos los expertos coinciden en que hay que introducir correcciones en el sistema de financiaci¨®n para aumentar su grado de autonom¨ªa pol¨ªtica y para conseguir que los gobiernos aut¨®nomos apliquen en su territorio la misma austeridad que reclaman al enjuiciar los Presupuestos Generales del Estado.