Dinamarca logra algunos ¨¦xitos en el final de su presidencia
Dinamarca ha cumplido sobrada y satisfactoriamente con sus compromisos presidenciales al t¨¦rmino del semestre en que le ha correspondido pilotar el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea (CE). Tal es la impresi¨®n compartida casi un¨¢nimemente por la Comisi¨®n Europea y por los otros Estados socios.El ¨²nico pa¨ªs escandinavo que est¨¢ en la CE ha conseguido permanecer anclado a ella, tras la aprobaci¨®n del Tratado de Maastricht, el pasado 18 de mayo, en su segundo refer¨¦ndum. Si ¨¦ste hubiera sido el ¨²nico ¨¦xito de la presidencia, la gran mayor¨ªa de los Doce ya se hubiera dado con un canto en los dientes.
La realidad es que el Gobierno socialdem¨®crata de Poul Nyrup Rasmussen, que tom¨® las responsabilidades presidenciales bien entrado el mes de enero, tras la ca¨ªda del conservador Poul Schlutter, ha conseguido apuntarse algunos tantos m¨¢s durante su mandato. M¨¢s de 50 directivas comunitarias han sido aprobadas, entre las que destacan las que afectan al mercado ¨²nico del transporte terrestre, un tema resuelto tras la aprobaci¨®n de la vi?eta o impuesto sobre autopistas que propon¨ªa Alemania.
Dinamarca ha obtenido tambi¨¦n la ratificaci¨®n del acuerdo entre la CE y Estados Unidos de limitaci¨®n de cultivos de oleginosas, la aprobaci¨®n de las ayudas a la televisi¨®n de alta definici¨®n o la semana laboral l¨ªmite de 48 horas. Ha fracasado, en cambio, en la creaci¨®n del impuesto sobre emisiones de CO2.
En ¨¦ste y en muchos otros temas, el Gobierno de Rasmussen ha actuado pensando en proporcionar argumentos para que sus ciudadanos votaran afirmativamente en el refer¨¦ndum. Tal ha sido el caso de la ampliaci¨®n de la CE a Austria, Suecia, Finlandia y Noruega, y de las relaciones con los pa¨ªses de Europa oriental y central o con Rusia.
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