El formol obliga a cerrar la muestra del centenario de la Casa de la Moneda

La magna exposici¨®n sobre los cien a?os de la Casa de la Moneda (Madrid) fue inaugurada el 10 de junio a bombo y platillo con la presencia del Rey. El 22 tuvo que cerrar durante tres d¨ªas. Quienes acudieron a la cita notaban algo raro en ojos, nariz y garganta. La culpa era del formaldeh¨ªdo, m¨¢s conocido como formol; de las emisiones de esta sustancia qu¨ªmica usada en los paneles de la exposici¨®n para hacerlos ign¨ªfugos.

El comit¨¦ de empresa denunci¨® la existencia de estas emanaciones al Ministerio de Trabajo. Y es que el personal de la casa andaba muy molesto con el picante olor. Emilio Cobos, secretario del comit¨¦ de empresa, confirma que hubo concentraciones de formaldeh¨ªdo superiores a las permitidas. Jes¨²s Macarr¨®n, socio propietario de la conocida empresa Macarr¨®n, que mont¨® la muestra, explica: "Una nueva normativa de Industria obliga a montar determinadas exposiciones con paneles ign¨ªfugos, que reciben un tratamiento con formaldeh¨ªdo. Si hay poca ventilaci¨®n, como en este caso, se producen molestias". El arreglo ha consistido en colocar extractores de aire y darle una mano de pintura al agua para reducir esas emisiones.Expertos en qu¨ªmica se?alan que los efectos inmediatos conocidos del formaldeh¨ªdo son las irritaciones de los ojos y de las mucosas. Algunos hablan de que puede ser incluso cancer¨ªgeno con exposiciones de altos niveles y durante mucho tiempo, pero ning¨²n estudio lo ha demostrado. Una periodista que asisti¨® a la inauguraci¨®n se?ala que el olor era horrible y que tuvo que salirse del acto porque no le paraban de llorar los ojos. Recuerda que el Rey estaba con los ojos y la piel de la cara muy enrojecidos. El olor es similar al que se produce tras barnizar el parqu¨¦.

Un ex qu¨ªmico explica que el formol tiene una caracter¨ªstica que le pierde, su tendencia irrefrenable a escaparse de los productos de los que forma parte en la vida cotidiana: tableros aglomerados y contrachapados, barnices, desinfectantes, pinturas... entre otros cientos. Si no se aplica correctamente puede ocasionar ambientes muy cargados o irritantes en salas cerradas, mal ventiladas o reci¨¦n acondicionadas.

Rafael Feria, director del Museo de la Casa de la Moneda, explica que no se puede ventilar m¨¢s porque hay que mantener el microclima para conservar las valiosas piezas. La exposici¨®n, ya abierta, durar¨¢ hasta diciembre.