"En Yugoslavia se han cometido todos los errores posibles"
Juan Antonio Y¨¢?ez, de 51 a?os, embajador de Espa?a ante Naciones Unidas, dif¨ªcilmente olvidar¨¢ mayo y junio de 1993. Dos meses en los que le ha correspondido presidir un Consejo de Seguridad en el ojo del hurac¨¢n de guerras y conflictos. Est¨¢ convencido de que en la antigua Yugoslavia, la comunidad internacional ha estado lejos de desarrollar una buena pol¨ªtica.
Juan Antonio Y¨¢?ez, casi con las maletas de las vacaciones en la mano, recibi¨® el s¨¢bado 26 de junio la noticia del bombardeo norteamericano sobre Bagdad. Veinticuatro horas m¨¢s tarde le¨ªa en el Consejo de Seguridad de la ONU una declaraci¨®n de "comprensi¨®n", evitando, eso s¨ª, cualquier menci¨®n a la base jur¨ªdica que argumentaba Washington. No en balde Y¨¢?ez ha sido profesor de Derecho Internacional. Ese bombardeo era la coda a unas semanas de intenso trabajo dedicadas, sobre todo, a la crisis en la antigua Yugoslavia.
Pregunta. Muchos diplom¨¢ticos acreditados en la ONU se sienten frustrados por la ineficacia de que ha hecho gala el Consejo de Seguridad en la guerra de Bosnia. ?Comparte esa decepci¨®n?
Respuesta. En el caso de la crisis de Yugoslavia se han cometido probablemente todos los errores posibles. Para ser justos habr¨ªa que decir que la responsabilidad principal la tienen los propios dirigentes de la antigua Yugoslavia. Todos ellos, en mayor o menor medida, aunque, indudablemente, los dirigentes serbios m¨¢s que ninguno. Desde el punto de vista internacional, la crisis lleg¨® a la ONU s¨®lo en una segunda etapa. En principio, fue la Comunidad Europea la que tom¨® cartas en el asunto, y hay que decir que cometi¨® tambi¨¦n importantes errores.
P. Algunos piensan que Francia y Espa?a aceptaron el reconocimiento inmediato de la independencia de Croacia por presiones alemanas y a cambio de sacar adelante el Tratado de Maastricht.
R. No estuve en esas reuniones. Son dos hechos coet¨¢neos, pero no me atrever¨ªa a decir que hubo un nexo de esa naturaleza. Lo que s¨ª hubo fue un af¨¢n de los europeos de mantener a toda costa la unidad de los Doce. Se intent¨® evitar acciones unilaterales. En estos casos se llega siempre a compromisos apretados, quiz¨¢ tard¨ªos...
P. La CE llev¨® finalmente el caso de las rep¨²blicas yugoslavas al Consejo de Seguridad, pero no se puede decir que ese organismo haya resultado m¨¢s eficaz.
R. Cuando la crisis yugoslava llega al Consejo de Seguridad, en oto?o del 91, el tema est¨¢ ya. bastante podrido. En principio, lo ¨²nico que se pide a la ONU es que adopte lo que entonces era una decisi¨®n de car¨¢cter cautelar, prohibir los suministros de armas a todas las rep¨²blicas de Yugoslavia. En un segundo paso, se pide una operaci¨®n para vigilar el alto el fuego en Croacia. Todav¨ªa no ha surgido la guerra de Bosnia. Recuerdo muy v¨ªvidamente que en diciembre del 91 Cyrus Vance, que representaba a la ONU, y lord Carrington, negociador por parte de la CE, visitaron Nueva York y nos advirtieron de que un reconocimiento apresurado de las rep¨²blicas yugoslavas har¨ªa surgir un conflicto en Bosnia peor que el de Croacia. As¨ª fue.
P. ?Todo el mundo en la ONU sab¨ªa lo que iba a pasar?
R. S¨ª, hay algo de eso. La din¨¢mica de los hechos es a veces muy dif¨ªcil de parar. Todo iba muy deprisa. Recuerdo que el 24 de diciembre de 1991 fui a casa de P¨¦rez de Cu¨¦llar. Al entrar sal¨ªan Vance y Butros Gali, que hab¨ªan hablado sobre Yugoslavia. Y cuando yo me marchaba llegaba el embajador de la URSS, con una carta de Yeltsin, anunciando la desaparici¨®n de la URSS y la irrupci¨®n de la Federaci¨®n Rusa. Todo eso en dos horas.
P. ?La responsabilidad de lo sucedido recae en la CE?
R. Hasta mediados del 92, la participaci¨®n de la ONU fue relativamente perif¨¦rica. Los esfuerzos diplom¨¢ticos para lograr la paz se centraron en la Comunidad. Recuerdo que unos meses despu¨¦s, con presidencia portuguesa, se hizo un nueva propuesta: la partici¨®n de Bosnia con un esquema confederal. El plan era de Jos¨¦ Cutileiro, mediador portugu¨¦s para el tema, un diplom¨¢tico muy brillante. Fueron los musulmanes los que no aceptaron. Apostaron por el reconocimiento internacional y, en principio, consiguieron que Europa aceptara Bosnia como nuevo Estado. Era la ¨¦poca en la que se redactaba Maastricht y Europa se sent¨ªa euf¨®rica, segura de s¨ª misma. Pretendi¨® hacer muchas cosas. Un pol¨ªtico yugoslavo me dijo que la guerra se hubiera podido parar si Europa hubiera dicho a todas las rep¨²blicas que jam¨¢s lograr¨ªan entrar en la CE por separado.
P. ?Hubiera sido mejor intentar desde el principio involucrar a Estados Unidos?
R. La coalici¨®n Europa-EE UU es siempre importante, pero existen otros polos de poder en el mundo. Rusia lo sigue siendo. Creo que ser¨ªa exagerado decir que hay falta de entendimiento en la coalici¨®n transatl¨¢ntica. En cualquier caso, ser¨ªa deseable una mayor coherencia.
P. ?Ha acabado la crisis de la antigua Yugoslavia con el sue?o de un nuevo orden internacional, en el que la ONU ser¨ªa el poder decisivo?
R. La idea del nuevo orden la lanz¨® George Bush a ra¨ªz de la guerra del Golfo y nunca precis¨® su contenido. El orden internacional es el que establece la Carta de la ONU, y me resisto a pensar que la crisis de Yugoslavia sea el fin de esa idea.
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