Rusia no usar¨¢ las bases del mar Negro para exigir territorio de Ucrania, seg¨²n Dubinin
La utilizaci¨®n por parte de la futura flota rusa del mar Negro del puerto de Sebastopol y otras bases de Crimea (Uerania) tiene su fundamento legal en los acuerdos entre ambos pa¨ªses y no significa re?vindicaciones territoriales, seg¨²n el jefe de la delegaci¨®n estatal de Rusia para las negociaciones con Ucrania, el embajador Yuri Dubinin. Rusia, que ha acordado dividirse la flota con Ucrania, piensa seguir usando esas bases -durante muchos a?os.
Dubinin, que fue embajador en Espa?a (1978-1986) y en EE UU (1986-1990), considera su misi¨®n actual como algo "excepcionalmente entretenido". En una entrevista con EL PA?S, el curtido diplom¨¢tico evita palabras que hieran la susceptibilidad de Kiev y se ci?e a los textos firmados por los dos pa¨ªses. Y los textos le¨ªdos en el octavo piso del Ministerio de Exteriores de Rusia indican que Mosc¨² mantendr¨¢ muchos a?os sus barcos en Crimea.Sebastopol se menciona por primera vez expl¨ªcitamente como una de las bases de las futuras flotas de Ucrania y Rusia en el acuerdo que los presidentes Bor¨ªs Yeltsin y Leonid Kravchuk concertaron el 17 de junio para repartirse la flota del mar Negro al 50%. Medios ucranios ven esta menci¨®n como una forma de legalizar la presencia rusa en la pen¨ªnsula de Crimea. Pero Dubinin cree que "¨¦ste no es un enfoque exacto de la situaci¨®n". Si los Parlamentos de Mosc¨² y Kiev ratifican el acuerdo, la "palabra clave" en lo que se refiere a la presencia rusa en Crimea es la "utilizaci¨®n" del sistema de bases y abastecimiento material, lo que no significa "enraizamiento". "Las especulaciones sobre reivindicaciones territoriales, anhelo de dominar Sebastopol o de asegurar la presencia (rusa) no tienen que ver con el concepto de utilizar la infraestructura existente", se?ala Dubinin.
"No veo el problema de la flota del mar Negro como algo estrat¨¦gico o militar", asegura el diplom¨¢tico, que dice abordar la flota como "un problema de percepci¨®n psicol¨®gica de la opini¨®n p¨²blica tanto en Rusia como en Ucrania" y como "un problema humanitario, porque afecta al destino de mucha gente".
Vigilancia costera
El 16 de enero de 1992, los lideres de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), incluido Kravchuk, decidieron conservar la integridad de la nota de la: URSS y transferirla a las fuerzas estrat¨¦gicas de la CEI. "Al firmar este acuerdo, Kravchuk estipul¨® la posibilidad de quedarse con parte de la flota del mar Negro para las fuerzas navales de Ucrania". La posibilidad de "entregar una parte" de la flota a Ucrania para tareas de vigilancia costera no era a¨²n una "divisi¨®n" de la flota, es decir, no afectaba al concepto de su integridad. La divisi¨®n lleg¨® m¨¢s tarde.Los nacionalistas ucranios se oponen a la divisi¨®n de la infraestructura de puertos, instalaciones, astilleros y aer¨®dromos de Crimea. Seg¨²n Dubinin, tales planes de divisi¨®n no son una novedad y estaban desde el principio en los acuerdos bilaterales ruso-ucranios, donde "las reivindicaciones territoriales no se han planteado nunca". Este tema "siempre fue un tab¨² en las negociaciones y jam¨¢s se habl¨® de ello". El acuerdo de junio de 1992 en Dagomys no solvent¨® el contencioso de la flota. Y, as¨ª, el 3 de agosto de 1992 se lleg¨® al acuerdo de Yalta, que dio hasta 1995 el plazo para formar las flotas. Hasta entonces, Rusia y Ucrania deb¨ªan mantener un mando ¨²nico y decidir las condiciones de reparto. Las conversaciones al efecto, sin embargo, no resultaron, "porque Ucrania no ten¨ªa deseos de acuerdo y apostaba a que las cosas, por s¨ª mismas, se resolviesen a su favor".
Dubinin se niega a comentar las objeciones a la divisi¨®n de la flota formuladas por militares rusos de alta graduaci¨®n. "La direcci¨®n militar considera que no se puede dividir la flota. Yo no puedo discutir sobre ello", dice.
El diplom¨¢tico no aventura pron¨®sticos sobre la ratiricaci¨®n del acuerdo de divisi¨®n por los Parlamentos de Rusia y de Ucrania. "El que pegue un martillazo o d¨¦ un primer paso antes de la ratificaci¨®n asume bastantes responsabilidades...", se?ala.
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