El ministro del Interior de Alemania dimite tras rematar la polic¨ªa a un terrorista
El ministro del Interior alem¨¢n, el democristiano (CDU) Rudolf Seiters, de 55 a?os, dimiti¨® ayer de su cargo tras asumir la responsabilidad por el desaguisado cometido hace una semana por las GSG-91, las fuerzas especiales de la polic¨ªa, en la estaci¨®n de ferrocarril de Bad Kleinen. En la acci¨®n muri¨® el terrorista de la Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF) Wolfgang Grams, as¨ª como un miembro de las fuerzas del orden. Todo parece indicar que Grams fue ejecutado en el lugar de los hechos.
En cuanto al polic¨ªa, falleci¨® tambi¨¦n a causa de los disparos de sus compa?eros, probablemente alcanzado por una bala que rebot¨® en un muro."Hoy abandono el cargo de ministro del Interior", dijo Seiers en Bonn, en una improvisada conferencia de prensa. El pol¨ªtico democristiano, abrumado por la evidencia que ha ido saliendo a la superficie en los ¨²ltimos d¨ªas en torno al incidente de Bad Kleinen, indic¨® que asum¨ªa la responsabilidad por lo que calific¨® de "falllos y falta de coordinaci¨®n entre servidores del Estado". La salida de Seiters debilita a¨²n m¨¢s la plantilla pol¨ªtica a disposici¨®n del canciller Helmut Kohl, que ha visto, en lo que va de a?o, a cinco de sus ministros abandonar el Puesto.
Una comisi¨®n del Bundestag (Parlamento) presidida por un jurista independiente investiga lo sucedido en Bad Kleinen. Mientras Wolfgang Grams, miembro de la RAF, la antigua banda Baader-Meinhof, y un polic¨ªa resultaron muertos, la compa?era del terrorista, Birgit Hogefeld, de 36 a?os, fue detenida. La primera versi¨®n se vino abajo al descubrirse que Grams fue ejecutado a quemarropa. Una testigo declar¨® que ya estaba tumbado en el suelo, aparentemente inconsciente, cuando le mataron.
La autopsia revela un disparo en la cabeza a menos de cinco cent¨ªmetros. El proyectil sali¨® por la la parte izquierda trasera del cr¨¢neo y no ha sido encontrado, por lo que no es posible determinar el arma con que fue disparado. Esto ¨²ltimo a?ade la sospecha de que el proyectil fuera ocultado por los miembros del GSG9.
Quien, sin embargo, ayer a¨²n no hab¨ªa dimitido era el hombre sobre el que se han dirigido todas las acusaciones en los ¨²ltimos d¨ªas: el correoso fiscal federal, Alexander von Stahl, que defendi¨® en todo momento la primera versi¨®n oficial de los hechos, de que Grams muri¨® en el tiroteo que se organiz¨® despu¨¦s de haber asesinado al polic¨ªa muerto.
Von Stahl lleva ya una. larga temporada de cr¨ªticas. Su ¨²ltimo patinazo se produjo cuando, creyendose las declaraciones de uno de los adolescentes detenidos por el atentado en el que murieron cinco mujeres turcas en Solingen, hizo p¨²blica la descripci¨®n de cinco sospechosos de rasgos caricaturescos, que hab¨ªan surgido de la imaginaci¨®n del detenido.
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