Chaves pacta con los guerristas una tregua en el PSOE andaluz

La ejecutiva del PSOE de Andaluc¨ªa y el presidente regional, Manuel Chaves, han pactado una tregua en el revuelto socialismo andaluz hasta finales de septiembre. Para ello han convenido la celebraci¨®n de una macroconferencia con la participaci¨®n de todos los miembros de los ocho comit¨¦s provinciales. Con esta iniciativa, la ejecutiva y Chaves pretenden lentificar la formaci¨®n de una nueva mayor¨ªa en esta comunidad al margen de los ¨®rganos ejecutivos. Los cr¨ªticos, por su parte, empiezan a impacientarse ante la "excesiva prudencia" que est¨¢ demostrando el presidente andaluz.

Manuel Chaves ha contestado negativamente a la propuesta de su antecesor en el cargo, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, para que coordine una nueva mayor¨ªa en el PSOE regional. El secretario de los socialistas andaluces, (Carlos Sanju¨¢n, y Chaves acordaron el martes pasado proponer al comit¨¦ director -el m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos-, que se celebrar¨¢ el s¨¢bado, la convocatoria de una conferencia regional para debatir sobre la renovaci¨®n del partido.En este encuentro, que se desarrollar¨¢ a finales de septiembre o principios de octubre, y al que asistir¨¢n unas 2.000 personas, no se hablar¨¢ del cambio de dirigentes, debate que "naturalmente", seg¨²n manifest¨® Carlos Sanju¨¢n, se aplazar¨¢ hasta el pr¨®ximo congreso regional.

Ambos dirigentes est¨¢n de acuerdo en que debe ser la ejecutiva regional la que protagonice el. viraje de la poderosa federaci¨®n andaluza (que representa un 25% en el conjunto de la militancia nacional) hacia posturas m¨¢s abiertas y renovadoras.

Ausencia de decisiones

La actitud de Manuel Chaves, sin embargo, no ha contentado a los cr¨ªticos o renovadores, divididos en numerosos y peque?os grupos sin ninguna coordinaci¨®n y a¨²n temerosos del poder del n¨²mero dos del PSOE, Alfonso Guerra. El guante lanzado a Chaves por Rodr¨ªguez de la Borbolla, quien el martes le inst¨® p¨²blicamente a definirse, ha ca¨ªdo en saco roto y no ha logrado sacar al presidente andaluz del quietismo que le caracteriza. "El temperamento de Chaves es el de no querer tomar decisiones, y esa actitud de estar por encima del bien y del mal es imposible mantenerla cuando llega el momento. Y en Andaluc¨ªa ya ha llegado el mo rnento", manifest¨® ayer un descatado dirigente del sector renovador.

La tregua pol¨ªtica entre Manuel Chaves y Carlos Sanju¨¢n da un respiro hasta despu¨¦s del verano a la ejecutiva andaluza y paraliza cualquier intento de modificar la actual direcci¨®n, ya que ¨¦ste no contar¨ªa con el visto bueno del presidente andaluz.

Los renovadores quedaron ayer algo descolocados con la maniobra de Manuel Chaves, ya que ten¨ªan previsto agrupar sus fuerzas en torno al presidente de la comunidad andaluza en el pr¨®ximo comit¨¦ director.

Ni siquiera la irrupci¨®n de Rodr¨ªguez de la Borbolla en el debate, como abanderado de las ideas renovadoras, ha contentado a la mayor¨ªa de los sectores cr¨ªticos, diversos y plurales, pero que coinciden en se?alar a Manuel Chaves como la ¨²nica persona capaz de liderar una nueva mayor¨ªa.

Este pacto propici¨® ayer las cr¨ªticas de Carlos Sanju¨¢n -quien reconoci¨® sentirse "un poquito menos respaldado que hace un a?o"- contra los que cuestionan la capacidad de la ejecutiva regional para impulsar la renovaci¨®n.

El secretario de los socialistas de Andaluc¨ªa fue especialmente duro con Rodr¨ªguez de la Borbolla: "Cuanto m¨¢s ex es uno, m¨¢s se le nota en sus declaraciones. Y, desde este punto de vista, se le nota mucho al ex secretario general del PSOE andaluz y ex presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, que parece ser que ahora encabeza el sector renovador".

Guerra, un hombre clave

Carlos Sanju¨¢n renov¨® sus votos por el vicesecretario general del partido, Alfonso Guerra, de quien dijo que "va a seguir siendo una persona absolutamente clave e importante en el partido socialista".

El secretario regional del PSOE distingui¨® entre los renovadores que propugnan un debate sobre las ideas -cit¨® al ministro de Educaci¨®n Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y al titular de Asuntos Exteriores, Javier Solana- y los que creen que el cambio "consiste en quitar a Alfonso Guerra". A estos ¨²ltimos los acus¨® de "manosear" los nombres de Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra, y de intentar desnaturalizar el proyecto hasta el punto de correr el riesgo de provocar la desaparici¨®n del partido socialista.

No menos ¨¢cido fue con las ¨²ltimas deserciones en las filas del sector guerrista y, especialmente, con la del presidente de la Diputaci¨®n de Sevilla, Miguel ?ngel Pino, quien hasta el lunes pasado era un fiel y destacado seguidor del n¨²mero dos, Alfonso Guerra.

Miguel ?ngel Pino intent¨® zafarse de la etiqueta de guerrista con unas declaraciones en las que afirmaba que "el papel determinante" de Felipe Gonz¨¢lez "no es equiparable al de ning¨²n otro miembro del partido". Sanju¨¢n, en tono jocoso, coment¨®: "Respeto el derecho de todo el mundo a cambiar de pensamiento y criterio, pero hay que hacerlo con una cierta est¨¦tica".