Los Siete crean un grupo de apoyo para vigilar el adecuado empleo del pr¨¦stamo dado a Rusia
El fondo de 3.000 millones de d¨®lares (390.000 millones de pesetas) aprobado por el Grupo de los Siete para facilitar la privatizaci¨®n de las empresas rusas, agradecido por un presidente Bor¨ªs Yeltsin abiertamente satisfecho por el elogio lanzado por los grandes desde Toldo a sus esfuerzos reformadores, ser¨¢ controlado por un grupo de apoyo, todav¨ªa no constituido y cuya composici¨®n se ignora, que velar¨¢ por el buen uso del cr¨¦dito. Esa instancia canalizar¨¢ tambi¨¦n otro tipo de ayuda a Rusia y cuidar¨¢ de que Mosc¨² haga cumplir las condiciones que pone Occidente a su ayuda financiera.
Bor¨ªs Yeltsin dio en Tokio un paso m¨¢s en su aproximaci¨®n al grupo de las naciones m¨¢s ricas, que todav¨ªa interpusieron algunos obst¨¢culos a ese acercamiento. El presidente ruso encontr¨® a sus hom¨®logos occidentales dispuestos a atender parcialmente su solicitud de ayuda, pero exigen que Yeltsin cumpla con las transformaciones que se le piden.El presidente ruso, que se entrevist¨® con todos los l¨ªderes presentes en la cumbre y fue invitado a la pr¨®xima cita, en N¨¢poles, pidi¨® con insistencia que sean levantadas las barreras discriminatorias contra los productos rusos, algunas de las cuales datan de los a?os de la guerra fr¨ªa. "S¨®lo en Estados Unidos existen 300, pero conf¨ªo en que en dos a?os sean anuladas", afirm¨®.
El l¨ªder ruso, que agradeci¨® el fondo de asistencia a la privatizaci¨®n con la precisi¨®n de que ?quiz¨¢s no sea bastante", insisti¨® en un tratamiento de igualdad en el comercio. "He hablado seriamente de este asunto. No he pedido especiales medidas a favor de nuestros productos, pero queremos un comercio libre". El Grupo de los Siete prometi¨® actualizar los controles a las exportaciones rusas, pero Yeltsin confes¨® que no hab¨ªa quedado plenamente satisfecho.
El documento econ¨®mico final del encuentro insta a Rusia y al Fondo Monetario Internacional al "inmediato" comienzo de negociaciones sobre las condiciones necesarias para el acceso a los cr¨¦ditos de esa instituci¨®n. Tambi¨¦n le recuerda al Gobierno de Mosc¨² la necesidad de luchar contra la inflaci¨®n desbocada y el gigantesco d¨¦ficit presupuestario.
El Grupo de los Siete pidi¨® a Mosc¨² que corresponda activamente a los esfuerzos occidentales para evitar el fracaso de la reconversi¨®n rusa. "Estamos haciendo lo posible", contest¨® Yeltsin, mientras que el portavoz de su delegaci¨®n, Viachesav Kostikov, reconoci¨® que la crisis de su pa¨ªs era "una enfermedad que s¨®lo puede curarse con un medicamento poderoso".
El presidente norteamericano, Bill Clinton, destac¨® la envergadura de la asistencia concedida a Mosc¨², que se suma a la de 43.400 millones de d¨®lares otorgados en abril por los ministros de Exteriores y Hacienda del G-7. Tambi¨¦n habl¨¦ de la necesidad de avanzar en la desnuclearizaci¨®n de Rusia y en el desarrollo de una econom¨ªa de mercado en ese pa¨ªs. "Esto es en el inter¨¦s de Estados Unidos y de todo el mundo", agreg¨®.
En cuanto a la posibilidad de pasar a formar parte del Grupo de los Siete, Yelstin asegur¨® que no ten¨ªa prisa. "El tiempo est¨¢ de nuestra parte; un a?o m¨¢s o menos no importa, al final entraremos", afirm¨®. Los dirigentes del G-7 le advirtieron que todav¨ªa tendr¨¢ que esperar alg¨²n tiempo.
Durante el transcurso de la cumbre se recibi¨® una carta de Eduard Shevardnadze, que describ¨ªa la situaci¨®n de Georgia "en t¨¦rminos dram¨¢ticos", seg¨²n inform¨® el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, y ped¨ªa ayuda urgente del G-7 para poner fin a la guerra civil en ese pa¨ªs del C¨¢ucaso.
Mejor balance que en anteriores ejercicios
Admitida la incapacidad de intervenir decisivamente en la crisis de Bosnia, y a la espera de comprobar si se cumple con lo acordado, la cumbre de Tokio ofrece un balance m¨¢s favorable que cualquiera de los ¨²ltimos a?os.Los jefes de Estado y de Gobierno de Estados Unidos, Jap¨®n, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canad¨¢ ven¨ªan a la capital japonesa con tres objetivos fundamentales: coordinar pol¨ªticas para el crecimiento y la creaci¨®n de empleos, romper las barreras comerciales y aprobar ayuda para Rusia.
En los tres puntos se han conseguido avances apreciables, aunque en lo que respecta a la asistencia a Rusia se ha impuesto finalmente la l¨ªnea menos generosa, que no satisface plenamente las necesidades econ¨®micas de ese pa¨ªs.
- Crecimiento y empleo: Se ha reconocido la necesidad de rebajar los tipos de inter¨¦s en Europa, reducir el d¨¦ficit presupuestario de Estados Unidos y aumentar la demanda interna en Jap¨®n para equilibrar el super¨¢vit de Tokio en el comercio con las dem¨¢s potencias industriales. Tambi¨¦n se ha acordado la celebraci¨®n de una cumbre que tratar¨¢ sobre el paro el pr¨®ximo oto?o en Estados Unidos.
- Apertura de mercados: Jap¨®n, Canad¨¢, Estados Unidos y la Comunidad Europea han llegado a un importante acuerdo para la eliminaci¨®n o reducci¨®n de aranceles en 18 productos manufacturados. Estas medidas permitir¨¢n abrir las puertas para la conclusi¨®n de la Ronda Uruguay este mismo a?o.
- Ayuda a Rusia: Se ha aprobado la creaci¨®n de un fondo de 3.000 millones de d¨®lares para respaldar el proceso de privatizaci¨®n dirigido por Bor¨ªs Yeltsin, a quien tambi¨¦n se le invita a participar en la pr¨®xima cumbre del Grupo de los Siete, en julio de 1994 en N¨¢poles.
Fragor sobre Bosnia
Las discrepancias m¨¢s notables entre los siete dirigentes aparecieron en el momento de discutir sobre Bosnia. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, quer¨ªa una declaraci¨®n de lenguaje en¨¦rgico, pero sin mencionar medidas militares espec¨ªficas. El presidente norteamericano, Bill Clinton, pretend¨ªa incluir sus conocidas propuestas sobre esa crisis: levantamiento del embargo de armas a los musulmanes y bombardeos selectivos sobre los serbios. Al final, qued¨® una advertencia de que el Grupo de los Siete no podr¨¢ aprobar la divisi¨®n de Bosnia en tres Estados si no se llega a un acuerdo respaldado por todas las partes contendientes en ese conflicto.
Una de las grandes novedades de esta cumbre -en la que s¨®lo uno de los asistentes, el primer ministro italiano, Carlo Ciampi, rebasaba el 50% de popularidad- fue la presencia de Bill Clinton, quien debut¨® con ¨¦xito en su primera gran cita internacional y demostr¨® una energ¨ªa y una voluntad capaces de vencer toda resistencia.
El "explosivo" litigio de las Kuriles
El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, reconoci¨® ayer que cualquier cesi¨®n territorial en la disputa con Jap¨®n sobre las islas Kuriles, ocupadas por el Ej¨¦rcito Rojo en las postrimer¨ªas de la II Guerra Mundial, puede tener efectos "explosivos" en Rusia, al coincidir la reclamaci¨®n nipona con un momento de grandes dificultades econ¨®micas en la rep¨²blica rusa.En una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro japon¨¦s, Kiichi Miyazawa, el gobernante ruso apunt¨® que una mayor prosperidad de su pa¨ªs contribuir¨ªa a atemperar el apasionado y radical enfoque, contrario a cualquier tipo de devoluci¨®n, de muchos compatriotas sobre el contencioso. Jap¨®n retrasa una asistencia masiva a Rusia a la espera de que las autoridades de Mosc¨² den alg¨²n movimiento "positivo" en la soluci¨®n de la disputa.
Yeltsin, que desair¨® al Gobierno japon¨¦s al suspender en dos ocasiones su visita a Tokio, anunci¨® que viajar¨¢ a Jap¨®n a mediados de octubre. En la primera ocasi¨®n, la postura de Tokio fue de abierta advertencia: la concesi¨®n de la ayuda econ¨®mica se subordinar¨¢ a la cesi¨®n rusa en la mesa de negociaciones sobre las estrat¨¦gicas islas, situadas en el norte nacional. El presidente ruso cancel¨® bruscamente la visita pocos d¨ªas antes de la fecha fijada.
En la segunda ocasi¨®n, los preparativos coincidieron con un apretado y dif¨ªcil calendario del gobernante ruso, pero los contactos bilaterales hab¨ªan sido tambi¨¦n bald¨ªos.
M?yazawa efectu¨® unas declaraciones conciliadoras sobre la conveniencia de "promover el entendimiento mutuo" y en ning¨²n momento aludi¨® a la reclamaci¨®n territorial, asunto que la extrema derecha tom¨® como bandera en una ruidosa campa?a callejera contra la presencia de Yeltsin en Jap¨®n.
.El presidente ruso asegur¨® que las diferencias sobre las Kuriles, asunto sobre el que nada se consigui¨® en los anteriores contactos oficiales, fueron tratadas de pasada en la reuni¨®n de 30 minutos sostenida con el jefe de Gobierno japon¨¦s.
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