Balladur coloca entre los franceses el triple de la deuda especial prevista para luchar contra el paro
Edouard Balladur navegaba ayer sobre una nube rosa. El primer ministro franc¨¦s interpretaba como un plebiscito sobre su persona el ¨¦xito del pr¨¦stamo para la creaci¨®n de empleo (emisi¨®n de deuda especial) que ha solicitado a los franceses. Un mill¨®n de particulares -las entidades financieras no estaban autorizadas a comprar- lo hab¨ªan suscrito. El Estado hab¨ªa recaudado as¨ª 1.10.000 millones de francos (2,4 billones de pesetas), casi tres veces m¨¢s que los 40.000 millones solicitados.La ¨²nica sombra que pesaba sobre la felicidad del primer ministro era, seg¨²n sus declaraciones a Le Figaro, "la impaciencia de algunos dirigentes pol¨ªticos y econ¨®micos". "?Es que esperaban que hici¨¦ramos milagros en tres meses?", se preguntaba. Y, en alusi¨®n a la actual debilidad del franco, a?ad¨ªa que esa impaciencia tiene "efectos particularmente funestos en materia monetaria". Balladur reafirmaba que no piensa escuchar los cantos de sirena de los que, con el objetivo de reactivar la demanda y la inversi¨®n, le piden que relaje el rigor presupuestario y monetario. En las ¨²ltimas semanas, diversos l¨ªderes de la mayor¨ªa de centro derecha y no pocos empresarios han declarado que Balladur debe ser menos estricto en los objetivos centrales que gu¨ªan su acci¨®n: reducci¨®n de los d¨¦ficit p¨²blicos, mantenimiento de la paridad del franco y control de la inflaci¨®n.
En opini¨®n de esos "impacientes", Balladur no ha tomado conciencia de la profundidad de la recesi¨®n, la aton¨ªa de la demanda y la inversi¨®n y la brutal aceleraci¨®n del paro. Los remedios que proponen son aumentar el d¨¦ficit, permitir que la inflaci¨®n aumente en dos o tres puntos y devaluar el franco para hacer m¨¢s competitivas las exportaciones francesas.
"Mi voluntad y la de mi Gobierno", reiter¨® ayer el primer ministro, "son inquebrantables. Estoy apegado a la estabilidad del franco en el seno del Sistema Monetario Europeo y excluyo total y definitivamente otra pol¨ªtica". Esa otra pol¨ªtica, prosigui¨®, "ser¨ªa desastrosa. Si se quiere ponerla en pr¨¢ctica, hay que cambiar de primer ministro".
Balladur hablaba con la seguridad que le daba el hecho de haber recibido de los franceses 110.000 millones de francos, casi tres veces m¨¢s del dinero que les hab¨ªa solicitado. El montante inicial de la emisi¨®n de deuda que solicitaba el primer ministro era de 40.000 millones de francos. Esto supone un r¨¦cord en la historia econ¨®mica francesa. Hasta ahora el primer lugar lo ocupaba el llamado pr¨¦stamo Thiers de 1872, que, actualizando el valor de la moneda, alcanz¨® una suscripci¨®n total de 62.800 millones de francos.
La oposici¨®n socialista y numerosos expertos financieros aseguran que el ¨¦xito del pr¨¦stamo Balladur obedece m¨¢s a su buena rentabilidad econ¨®mica para los particulares que a la personalidad del emisor. El pr¨¦stamo ofrece un inter¨¦s constante del 6%, un tipo que empieza a ser interesante en un momento en que baja el precio del dinero y en consecuencia la rentabilidad de otras inversiones. Sus ventajas fiscales son, adem¨¢s, extraordinarias. Michel Rocard, el l¨ªder de la oposici¨®n socialista, califica el pr¨¦stamo Balladur de "excelente operaci¨®n publicitaria". La inversi¨®n es a un plazo de cuatro a?os y facilita el acceso a comprar acciones de futuras privatizaciones.
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