Los Alpes, el escenario de la m¨ªtica
La alta monta?a llega de golpe, con una visita obligada a cuatro colosos: Galibier, Glandon, Izoard y Restefond, que suplen la ausencia de Alpe d'Huez
?Oh Sappey! ?oh Lafrey! ?oh col Bayard! ?oh Tourmalet!... Al lado del Galibier, sois p¨¢lidos y vulgares bebistrajos", escribi¨® Henri Desgrange, el padre del Tour, en su Acto de Adoraci¨®n tras la haza?a de Emile Georget en la primera ascensi¨®n al Galibier por su cara norte, la m¨¢s dura, la m¨¢s temida, el 10 de julio de 1911 durante la etapa Chamonix-Grenoble.El Galibier es un cap¨ªtulo ¨²nico en la historia del Tour. La belleza brutal de su paisaje y la crueldad que encierra su ascensi¨®n lo han convertido en una de las referencias po¨¦ticas del deporte mundial. En su cumbre descansa el monumento en memoria de Desgrange. Imposible encontrar un lugar mejor.
La historia de la cara norte del Galibier es rica y emocionante. En 1912, Eugene Christophe alcanza la cumbre con 12 minutos de ventaja sobre sus seguidores y gana en Grenoble al t¨¦rmino de una escapada en solitario de 315 kil¨®metros. Despu¨¦s de a?os de olvido, los organizadores de la carrera vuelven a inscribir en 1933 el asalto al Galibier por el valle de Maurienne. El espa?ol Vicente Trueba, primer ganador del Gran Premio de la Monta?a, exhibe su incomparable rabia y se presenta en la cumbre con cinco minutos de ventaja.
Tr¨¢gico Galibier
La tragedia tambi¨¦n encontr¨® hueco en el Galibier. En 1935, el espa?ol Francisco Cepeda es v¨ªctima de una ca¨ªda mortal en el descenso hacia Bourg d'Oisans. Mejor suerte corri¨® Gino Bartali en 1937. El fraile volador cruz¨® la cumbre en solitario, pero tuvo que abandonar al precipitarse por un torrente. 1947 es el a?o de un nuevo reencuentro con la m¨ªtica monta?a. Fue el d¨ªa de la soberbia cabalgada de Fermo Camellino, previa a la demostraci¨®n de Fausto Coppi en 1952.
Los a?os se suceden y con ellos los nombres de los campeones que hacen historia en la cumbre: el luxemburgu¨¦s Charly Gaul, que la cruz¨® con un cuarto de hora de ventaja sobre sus rivales (1955); Federico Mart¨ªn Bahamontes, capaz de coronarlo en primera posici¨®n con diez a?os de intervalo (1954 y 1964); Jacques Anquetil, que firm¨® un soberbio ataque que hundi¨® a Bauvin y Loro?o (1957); Julio Jim¨¦nez (1966); Raymond Poulidor, Pingeon, Jim¨¦nez y Gimondi (1967); Merckx (1969), Oca?a (1973); Van Impe, Battaglin e Hinault (1979).
En 1974, L¨®pez Carril protagoniza un ataque majestuoso y provoca el hundimiento de Poulidor, quien, con 38 a?os de edad, ve perdidas sus ¨²ltimas esperanzas de ganar el Tour. El 15 de julio de 1990 se disput¨® la ¨²ltima ascensi¨®n al Galibier por su cara norte. Gan¨® el corredor holand¨¦s Theunisse.
El Glandon, previo al Galibier en el recorrido de este a?o, es una de las monta?as m¨¢s duras por su prolongada ascensi¨®n. En 1947 se escal¨® por primera vez, con victoria de Klabinski En 1952 fue el inmenso Coppi el que firm¨® en su cumbre una haza?a soberbia. El due?o de la monta?a fue, sin embargo, Lucien van Impe, primero en 1977, en 1981 y en 1983. El ¨²ltimo ganador fue el franc¨¦s Thierry Claveyrolat en 1990.
El Izoard, primera cumbre de la segunda jornada alpina, no ser¨¢ escalado esta vez por su cara tradicional, la sur. La de la Casse Desserte, all¨ª por donde dijo Louison Bobet, ganador de los Tour de 1953, 1954 y 1955, que los campeones deb¨ªan pasar solos. Por su cumbre atravesaron leyendas como Maes, Bartali, Robic, Coppi o Bobet, que construy¨® en sus rampas su primera victoria en el Tour (1953).
Bobet es el gran arrendatario del Izoard: fue el primero en 1950, 1953 y 1954. Junto a ¨¦l, otros hombres ilustres: Bahamontes, Merckx. y Th¨¦venet. La primera ascensi¨®n data de 1922, con Philippe Thys como primer elegido para cruzar la cumbre. El ¨²ltimo ganador fue el suizo Pascal Richard, en 1989.
En la cima de Vars, a unos 40 kil¨®metros del Izoard, se recuerdan todav¨ªa las haza?as de Philippe Thys, ganador de la primera ascensi¨®n en 1922, Bartali, Robic, Kubler, Coppi, Bobet, Gaul, Zoetemelk y el espa?ol Eduardo Chozas. El ¨²ltimo ganador fue Bruno Cornillet en 1989.
La Bonette-Restefond es punto y aparte. Con sus 2.804 metros, es la cota practicable m¨¢s alta de Europa y el techo de la carrera en todas sus ediciones, batiendo as¨ª los r¨¦cords de altitud que hab¨ªan pose¨ªdo sucesivamente el Galibier (2.645 metros) y el Iseran (2.770). La carretera que discurre hasta la cota de la Bonnette-Restefond es un antiguo camino de mulas acondicionado en los a?os sesenta para el paso de veh¨ªculos. A¨²n hace pocos d¨ªas las m¨¢quinas continuaban asfaltando tramos. Es, por lo tanto, una monta?a joven en el Tour. S¨®lo ha sido escalada en dos ocasiones. La primera, en 1962, por la cara sur (etapa Juan les Pins-Brian?on), y la segunda, en 1964, por su lado norte (etapa Brian?on-M¨®naco), vertiente escogida para la presente edici¨®n. En las dos ocasiones, Bahamontes fue el primero en cruzar la cumbre. El ¨¢guila de Toledo es, por ello, el due?o y se?or de la cumbre m¨¢s alta en la historia del Tour.
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