Los 'gay' del Ej¨¦rcito norteamericano se niegan a ocultar sus preferencias sexuales

Las organizaciones homosexuales han advertido que no aceptar¨¢n la pol¨ªtica que prepara la Administraci¨®n norteamericana para dar por cerrado el caso de los gay en el Ej¨¦rcito. Al cumplirse ayer el plazo que marc¨® el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, para decidir sobre este asunto, el secretario de. Defensa, Les Aspin, le present¨® una propuesta para que a partir de ahora no se pregunte la orientaci¨®n sexual de los reclutas, a cambio de que los homosexuales no hagan p¨²blicas sus inclinaciones.

Los dirigentes del grupo Campa?a por el Servicio Militar declararon que la pol¨ªtica auspiciada por Les Aspin es una rendici¨®n ante la presi¨®n de los jefes del Pent¨¢gono y supone la negaci¨®n del derecho de los homosexuales a exponer abiertamente su condici¨®n sin miedo a represalias en las Fuerzas Armadas.El presidente Clinton, que tiene previsto anunciar su posici¨®n antes del fin de semana, podr¨ªa introducir algunos cambios en la propuesta de Aspin para aproximarla un poco m¨¢s al criterio de los homosexuales. Altos funcionarios de la Casa Blanca han mantenido en los ¨²ltimos d¨ªas varias reuniones con oficiales del Ej¨¦rcito y congresistas para buscar un acuerdo sobre el asunto que m¨¢s ha perjudicado a la imagen del presidente dem¨®crata desde el comienzo de su mandato en enero.

La propuesta de Les Aspin consiste en revocar la orden de preguntar a los aspirantes al Ej¨¦rcito sobre sus orientaciones sexuales, pero mantener la actual prohibici¨®n a que los soldados manifiesten su homosexualidad o practiquen actividades homosexuales una vez que han sido incorporados a filas. En realidad, se trata casi de la misma pol¨ªtica que existe en la actualidad, con la diferencia de que no se impide estrictamente la entrada de homosexuales en las Fuerzas Armadas, aunque mantiene la persecuci¨®n contra ellos una vez que se dan a conocer como tales.

La adopci¨®n de esa pol¨ªtica por parte de Clinton ser¨ªa un grave incumplimiento de la promesa que hizo durante la campa?a electoral de levantar por completo las restricciones a los gays en el Ej¨¦rcito. ?sa fue la primera medida que tom¨® al d¨ªa siguiente de llegar a la Casa Blanca, pero la fuerte reacci¨®n de los oficiales del Ej¨¦rcito y de los m¨¢s significados congresistas le hizo dar marcha atr¨¢s y marcar una plazo de seis meses para estudiar el caso.

Al cumplirse ese plazo, ninguno de los sectores que se opon¨ªan a la entrada de gays en el Ej¨¦rcito ha cambiado sus puntos de vista.