Inc¨®gnitas de la 'dolarizaci¨®n' cubana
El r¨¦gimen castrista tendr¨¢ que pagar un alto precio por la reforma econ¨®mica
?Qu¨¦ pasar¨¢ ma?ana si un disidente cuba no recibe 100.000 d¨®lares desde Miami? ?Qu¨¦ m¨¦dico o profesional querr¨¢ trabajar en Cuba si tiene un familiar en el extranjero que puede mantenerle con unos pocos d¨®lares? ?La revoluci¨®n cubana podr¨¢ asimilar el golpe ideol¨®gico de los privilegios y desigualdades que provocar¨¢ la dolarizaci¨®n del pa¨ªs?Carlos Lage, principal responsable de los asuntos econ¨®micos del Gobierno cubano, escuch¨® todas las preguntas sin in mutarse. Acababa de explicar a 80 empresarios norteamericanos algunas de las medidas que pondr¨¢ en marcha el r¨¦gimen para intentar salir de la crisis. Lage admiti¨® al responder que, a partir de ahora, Cuba tendr¨¢ que enfrentar se a todos esos pro blemas, pero que debe hacerlo si quiere sobrevivir.
Las medidas que el Gobierno cubano aplicar¨¢ antes de fina lizar el a?o van desde la despenalizaci¨®n del d¨®lar a la autorizaci¨®n de en v¨ªo de dinero desde el extranjero, pasando por un "ajuste de precios y salarios" para revalorizar el peso y recoger el exceso de circulante, y la liberaci¨®n del "trabajo por cuenta propia". "Estas medidas son una bomba de relojer¨ªa", comenta ba ayer un economista cubano que pidi¨® el anonimato.
Seg¨²n este economista, "la dolarizaci¨®n del pa¨ªs es necesaria, pese al coste pol¨ªtico que tendr¨¢". "Hemos llegado a una situaci¨®n en la que las reservas de divisas del pa¨ªs son m¨ªnimas, y cualquier forma de ingreso de d¨®lares es v¨¢lida", aseguraba, explicando que hace pocas semanas lleg¨® a La Habana un barco de petr¨®leo que no se pudo descargar en tres d¨ªas hasta que las autoridades reunieron los cinco millones de d¨®lares necesarios para pagarlo.
Economistas y diplom¨¢ticos occidentales se?alaron que las nuevas medidas ser¨¢n positivas si incentivan la producci¨®n, pero que el coste pol¨ªtico es impagable si no ocurre as¨ª y los privilegios se establecer¨¢n s¨®lo en base de tener un familiar en Miami. "Si a partir de ahora uno va a ser m¨¢s rico que otro porque trabaja in¨¢s, est¨¢ bien, la econom¨ªa se mueve. Pero si no, a partir de ahora los privilegiados ser¨¢n los menos revolucionarios, los que puedan recibir dinero desde el exterior, y esto puede convertirse en un trauma nacional", aseguraba un diplom¨¢tico europeo.
Carlos Lage dijo al respecto que no se autorizar¨¢ en un principio la peque?a empresa privada ni se pagar¨¢ a los empleados cubanos en d¨®lares, pues el pa¨ªs no tiene capacidad para enfrentar con suficiente oferta la explosi¨®n de demanda que esto generar¨ªa. Sin embargo, asegur¨® que "la econom¨ªa culmina esta en un proceso permanente de adaptaci¨®n a las nuevas realidades", y que son conscientes de que deber¨¢n adoptarse nuevas medidas quiz¨¢ todav¨ªa m¨¢s traum¨¢ticas.
Las palabras del dirigente cubano fueron interpretadas con cautela por diplom¨¢ticos y observadores occidentales. "ciertamente estas medidas son t¨ªmidas, pero son el primer paso", opinaba uno de ellos. Por su parte, Lage afirm¨® que la revoluci¨®n ser¨¢ capaz de conducir estos cambios sin renunciar a sus principios.
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