L¨ªbano, atacado
LOS ATAQUES a¨¦reos de Israel en diversas regiones de L¨ªbano contin¨²an. Comenzados el domingo, los bombardeos prosiguieron durante la jornada de ayer, en la que las acciones militares israel¨ªes se desarrollaron por tierra -si bien de forma limitada-, por mar y aire. Al margen de las declaraciones del Gobierno israel¨ª, los hechos son claros: el ataque contra L¨ªbano se ampl¨ªa y, por tanto, el n¨²mero de v¨ªctimas crece. No cabe duda de que estamos ante la agresi¨®n militar de mayor envergadura realizada por las Fuerzas Armadas israel¨ªes contra L¨ªbano desde el a?o 1982.La raz¨®n invocada por Tel Aviv para la reanudaci¨®n de las agresiones es que seis soldados israel¨ªes murieron en ataques efectuados en el sur de L¨ªbano, en la zona sometida al control y ocupaci¨®n militar de Israel. Los atacantes han sido miembros de Hezbol¨¢ (o sea, orientados por el islamismo iran¨ª) y de un grupo extremista palestino enfrentado con la OLP. De nuevo, el Gobierno de Isaac Rabin ha cometido un error grav¨ªsimo, adem¨¢s de un acto inhumano y criminal, al contestar a unos actos terroristas con una operaci¨®n militar que golpea a personas ajenas a los grupos terroristas y, especialmente, a la poblaci¨®n civil. Rabin declar¨® en fecha reciente que Israel no cometer¨ªa el error de lanzar una nueva guerra contra L¨ªbano. "No quiero que se piense", dijo, "que una importante y vasta operaci¨®n militar pueda poner fin al terrorismo de L¨ªbano. Ya hemos pagado muy caro ilusiones de ese g¨¦nero". Sin embargo, precisamente lo que ha iniciado el domingo es una "importante y vasta operaci¨®n militar", que se ha visto potenciada por tierra, mar y aire en los ataques lanzados ayer.
?C¨®mo se explica que los actos de Rabin contradigan tan claramente sus anteriores palabras? En real?dad, en el Gobierno de Tel Aviv coexisten dos pol¨ªticas muy distintas: una, fiel a los compromisos electorales de trabajar prioritariamente por la paz; otra, (que se ve arrastrada a reforzar las medidas represivas (y ahora la guerra) por un camino que se acerca peligrosamente al del Likud. Prueba de esta diferencia es (que cuatro ministros del partido izquierdista Meretz y Otros ministros laboristas se han negado a respaldar la agresi¨®n decidida por Rabin y los jefes militares.
La propaganda israel¨ª insiste en el hecho de que los grupos guerrilleros que tienen bases en el valle de la Bekaa atacaron con misiles rusos Katiushas el norte de Israel, donde la poblaci¨®n tiene que buscar protecci¨®n en refugios antia¨¦reos. Sin embargo, y por graves que sean estos lanzamientos, es obvio que se trata de un intento de responder, con medios muy interiores, a la agresi¨®n militar que los israel¨ªes est¨¢n llevando a cabo desde el pasado domingo. Isaac Rabin sab¨ªa que sus bombardeos provocar¨ªan una respuesta de ese tipo. Sin la menor duda, la responsabilidad de la agresi¨®n corresponde a Israel, por odiosos que hayan sido los actos terroristas de Hezbol¨¢ y de otros grupos extremistas. Pero Tel Aviv no ha respondido contra esos grupos, sino contra poblaciones civiles de L¨ªbano y tambi¨¦n contra las tropas sirias, que han sufrido varias bajas y cuya presencia en el valle de la Bekaa es conocida desde hace a?os.
El dato m¨¢s sorprendente en la actual coyuntura es que Israel haya lanzado su agresi¨®n en el momento en que el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, se dispone a visitar Oriente Pr¨®ximo para preparar las futuras etapas negociadoras. Ahora, con las acciones militares israel¨ªes, todo queda en entredicho.
Lo cierto es que el 30 de junio, al clausurarse la ¨²ltima etapa de la negociaci¨®n en Washington, el horizonte no se presentaba totalmente sombr¨ªo. La delegaci¨®n palestina hab¨ªa puesto sobre el tapete el problema de Jerusal¨¦n, en torno al cual todo el mundo sabe que no existe, hoy por hoy, una posibilidad de acercar posiciones. Lo m¨¢s probable es que fuera una maniobra t¨¢ctica, bastante l¨®gica, para aislar a Israel, ya que la posici¨®n oficial de EE UU no es tan inflexible en ese tema.
Pese a todos los errores se?alados, lo importante en estos momentos es que contin¨²e la negociaci¨®n sobre el estatuto de los territorios ocupados, que permitir¨ªa, en una fase provisional, que los palestinos pudieran iniciar una forma de autogobiemo. Hay sectores en Israel, sobre todo en el Likud, que no quieren ni o¨ªr hablar de autogobiemo de los palestinos. ?Ha sido la presi¨®n de esos sectores la que ha empujado a Rabin y al sector duro de su Gobierno a lanzarse a las operaciones a¨¦reas en gran escala contra L¨ªbano? En todo caso, el presidente Clinton y el secretario de Estado Christopher no deben proseguir con posiciones ambiguas, pidiendo "moderaci¨®n" a todos, sin querer condenar los actos de agresi¨®n de Israel cuando ¨¦ste los comete. Es la ¨²nica forma para que puedan avanzar las negociaciones de paz.
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