Informe de un sorprendido profesor
Di¨¢logo en el tribunal: "Vas a corregir el examen de..., dime cuanto antes la nota". "Este enchufe si es que es bueno, ya me hab¨¦is dicho cuatro lo mismo".
Dada la minuciosidad con que est¨¢n relatados los hechos en el documento del profesor Fern¨¢ndez Herrero, se reproduce casi ¨ªntegro, respetando su redacci¨®n.Sobre los ex¨¢menes de Selectividad, siempre ha existido el rumor que indicaba que ¨¦stos no se correg¨ªan bien y que exist¨ªan enchufes y se produc¨ªa un desigual trato a los alumnos, beneficiando a los que proced¨ªan de colegios privados.
Bajo estas sospechas, y teniendo en cuenta que llevo cinco cursos intentando preparar lo mejor posible a mis alumnos para la Universidad, y que estos mismos rumores corren entre ellos, me decid¨ª a solicitar mi participaci¨®n en los tribunales de Selectividad. Fui nombrado vocal para el tribunal n¨²mero 11, que se constituir¨ªa en la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n. Afortunadamente, el n¨²mero de ex¨¢menes que debe corregir cada profesor, un m¨¢xmo de 200, est¨¢ limitado por primera vez este a?o, y la correcci¨®n puede hacerse perfectamente. Sin embargo, el segundo rumor, desgraciadamente, debo confirmarlo.
A las ocho de la ma?ana se constituye el tribunal, con ausencia de los profesores de los centros cuyos alumnos se van a examinar, y de entre las pocas indicaciones que se hacen destaca la mala noticia de que este a?o las consumiciones del bar hay que abonarlas. La conclusi¨®n que obtengo es que la mayor¨ªa del tribunal se conoce de otras ocasiones y que los centros adscritos a este tribunal son tambi¨¦n conocidos por su posible y sucesiva reincidencia a trav¨¦s de los a?os.
Una vez en el aula y habiendo empezado la prueba, pregunto a otro miembro sobre los centros adscritos; la respuesta fue: "?Cu¨¢ntos enchufes traes?, porque yo tengo tres o cuatro, pero uno de. ellos, que tengo en un papel aparte, no s¨¦ qu¨¦ he hecho con el...".
Las conversaciones sobre enchufes entre los componentes de los tribunales 10 y 11 fueron progresivamente aumentando conforme los alumnos iban terminando sus ejercicios. Transcribo lo m¨¢s fielmente posible algunas de esas conversaciones:
Entre miembros del tribunal 11. "?Has localizado ya los ex¨¢menes del chico que te he dado antes?". "No, todav¨ªa no, pero no te preocupes". "Acu¨¦rdate que es del Recuerdo".
Entre padres de un alumno/ a y un miembro del tribunal 11. "Es que ya sabes que mi hijo se pone muy nervioso". "No os preocup¨¦is e iros tranquilos (mientras doblaba un trozo peque?o de papel), que yo me ocupo".
Entre miembros del tribunal 10. "Vas a corregir el examen de.... dime cuanto antes la nota, es que se pone muy nervioso". "Este enchufe si es que es bueno, ya me hab¨¦is dicho 4 lo mismo".
Entre miembros del tribunal 10 y 11. "Este a?o no est¨¢s con nosotros". "Estoy en el 10, y tengo que darle el nombre de unos chavales al presidente, pero no le conozco muy bien". "Tranquilo, es de los que dice que por un compa?ero lo que sea; si nosotros no nos hacemos favores".
Los papelitos y listas fueron pasando de due?o, y. en el aula que yo estaba las visitas de un componente del tribunal a una alumna se reiteraron.
El segundo d¨ªa se me ofrece la posibilidad de enchufar a alg¨²n alumno y, a rengl¨®n seguido, se me pide el tel¨¦fono para darme un n¨²mero de un examen al que tengo que "echaruna mano".
En esta situaci¨®n me fijo en el nombre y apellidos, caligraf¨ªa y caracter¨ªsticas del examen de la presunta enchufada (escribe con pluma de tinta azul claro y subraya con rotulador de punta fina de color verde). Su examen deb¨ªa corregirlo, pues ten¨ªa las matem¨¢ticas optativas, y yo ya sab¨ªa que iba a corregir todos los ex¨¢menes de esta asignatura.
En la siguiente sesi¨®n me entregan un trozo de papel con el n¨²mero del examen que debo corregir de un modo especial. Me ofrecen, en compensaci¨®n, servicios semejantes en la facultad donde imparte sus clases el miembro del tribunal que me hace entrega del n¨²mero.
Los ex¨¢menes nos son entregados para que los corrijamos en casa. Y se nos dan ordenados por centros, alfab¨¦ticamente y num¨¦ricamente. Como hay que pasar lista a los alumnos, los miembros del tribunal tienen fotocopias de los listados de los centros, ordenados alfab¨¦ticamente y con la especificaci¨®n de la opci¨®n y las asignaturas optativas. Aunque los ex¨¢menes est¨¦n descabezados, la identificaci¨®n es sumamente f¨¢cil y, por tanto, lo del anonimato queda al albedr¨ªo del tribunal (aparte quedan las filtraciones de los n¨²meros y las indicaciones sobre c¨®mo corregir ciertos ex¨¢menes).
Al preguntar las ¨²ltimas indicaciones sobre faltas de ortograf¨ªa y su repercusi¨®n en la nota final, se nos advierte que nos cuidemos de calificar muy bajo, pues estos centros suelen poner recursos muy fuertes y sus alumnos vienen muy bien preparados.
Como el n¨²mero del examen que yo ten¨ªa en mi poder me fue dado en el aula delante de los opositores, entre la incredulidad y la verg¨¹enza lo guard¨¦, doblado, sin mirarlo. Correg¨ª todos los ex¨¢menes y posteriormente descubr¨ª el n¨²mero 51.208 (aunque ten¨ªa el primer d¨ªgito rectificado), busqu¨¦ y, efectivamente, era un examen hecho con pluma de tinta azul claro con subrayados en verde y cuya caligraf¨ªa correspond¨ªa a la que yo hab¨ªa observado (entre otras cosas, hac¨ªa la n como si fuera una u). Efectivamente, correspond¨ªa a alguien que necesitaba toda la ayuda, y en m¨¢s de una asignatura si quer¨ªa sacar buena nota, ya que mi calificaci¨®n fue de un uno.
El d¨ªa 6 de julio, a las 8.45 horas aproximadamente, hago entrega de los ex¨¢menes corregidos a dos personas, al parecer una de ellas es la secretaria del tribunal, la otra, una administrativa. Me hecen firmar la n¨®mina donde figura la cantidad de ex¨¢menes que hab¨ªa corregido y me emplazan a volver el d¨ªa 8 a firmar las actas. jA esto se reduc¨ªa la sesi¨®n de evaluaci¨®n de los alumnos!
El d¨ªa 8 de julio, pasadas las 8.00 horas, y en presencia, al comienzo del acto, de dos administrativas, los profesores, seg¨²n ¨ªbamos llegando, firm¨¢bamos las actas, hecho que se produc¨ªa sobre diez hojas en blanco (que eran los reversos de las actas de los cinco centros, por duplicado). Trat¨¦ de ver la nota de matem¨¢ticas de mi enchufe, pero estas actas s¨®lo ten¨ªan reflejada la nota media de la prueba, la nota media del expediente acad¨¦mico y la calificaci¨®n definitiva de la prueba de Selectividad. S¨ª, pude comprobar su nota media de la prueba, 7,8, alta para tener un 1 en matem¨¢ticas (pens¨¦). Se firmaban todas. las actas independientemente de que se hubiera corregido o no todos los centros.
Yo deb¨ªa saber la nota de la alumna en cuesti¨®n, as¨ª que volv¨ª a entrar en el tribunal. Para entonces ya hab¨ªa m¨¢s profesores y ya se encontraba el presidente con las actas que se entregan a los centros, las llaman actillas y en ellas se reflejan las calificaciones por asignaturas. Alrededor del presidente se encontraban muchos profesores con listas en la mano, de los presuntos enchufes, tratando de averiguar las notas y rematar la faena d¨¢ndoles la buena noticia con bastante antelaci¨®n. En esta situaci¨®n pude comprobar que en lugar del 1 hab¨ªa un 8. Antes de que el presidente, al enterarse que correg¨ªa matem¨¢ticas, me requisase las actillas, pude observar c¨®mo en otro centro un alumno ten¨ªa calificadas las matem¨¢ticas con un 5,5, cuando yo no puse decimales en mis calificaciones.
Lo que tal vez nadie pod¨ªa imaginar es que este profesor de matem¨¢ticas, mosqueado y pasmado por la experiencia, conservara anotadas las 148 notas correspondientes a los 148 n¨²meros que tuvo que corregir.
Era cuesti¨®n de leer las actillas de nuevo y compararlas con la serie de n¨²meros que obra en mi poder. Pude hacerlo, y no fue gracias a la ayuda que en ning¨²n momento me quisieron dar la secci¨®n de COU y el vicerrectorado de alumnos de la Complutense, que se negaron a darme incluso la direcci¨®n de los centros. S¨®lo he podido revisar, no sin mucho esfuerzo para conseguirlas, las actas del Colegio Universitario Poveda, en el que se encuentra la alumna ya mencionada. Mis impresiones, que. corroboran mi sospecha, son:
- Existe un error en la calificaci¨®n del ejercicio n¨²mero 51.208, que tiene asignada la calificaci¨®n de 8 cuando mi calificaci¨®n fue de 1. Al parecer, podr¨ªa existir otro error en el ejercicio n¨²mero 51.209, que tiene asignada la calificaci¨®n de 5 cuando mi calificaci¨®n fue de 2. Tambi¨¦n se detectan algunos cambios de notas en pares de n¨²meros correlativos, motivados tal vez por errores en la ordenaci¨®n alfab¨¦tica-num¨¦rica.
- Hay otra equivocaci¨®n en otro de los centros, en lugar de figurar mi nota figura un 5,5.
-Dudo mucho que, visto lo visto, sean ¨¦stas las ¨²nicas anomal¨ªas que existan en las notas de un profesor que no quiso entrar en un juego a todas luces inmoral.
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