S¨¢enz de Oiza y el Ivima discrepan sobre la causa de las grietas del 'ruedo de la M-30'

La clave son los ladrillos. Pero hay dos hip¨®tesis: o estaban mal fabricados y dilataban m¨¢s de lo previsible o se colocaron mal. Una de ellas explica las grietas de hasta ocho cent¨ªmetros que aparecieron en la fachada del portal 37 del ruedo de la M-30, dise?ado por el arquitecto Francisco Ja vier S¨¢enz de Oiza en Moratalaz. Para el arquitecto, los fallos se deben a una deficiencia del material utilizado. Miguel Palmero, gerente del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), de la Comunidad, cree que S¨¢enz de Oiza est¨¢ lanzando balones fuera y considera que "el ladrillo est¨¢ mal puesto, no mal fabricado". A¨²n no se sabe si los fallos afectan a otras zonas del bloque.

Para salir de dudas, los ladrillos se han enviado a analizar a las empresas Intemac y Conta Internacional. En uno y en otro caso, el Ivima, propietario de este bloque social, declina cualquier responsabilidad. Si los an¨¢lisis avalan la hip¨®tesis de S¨¢enz de Oiza -que en mayo recibi¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias por su obra-, habr¨¢ que desmontar todas las zonas curvas de este edificio de forma helicoidal. La raz¨®n es clara: al construir se han dejado juntas de dilataci¨®n cada 45 metros, lo habitual, pero para un ladrillo que se agranda m¨¢s de lo esperado habr¨ªa que situarlas cada 20 metros. Seg¨²n PaImero, "¨¦sto s¨®lo ser¨ªa preciso en las zonas curvas, donde hay mayor riesgo de que, por la presi¨®n, se formen grietas". En este caso, la responsabilidad ser¨ªa del fabricante de los ladrillos.Si, por el contrario, las pruebas confirman la teor¨ªa del Ivima, ser¨¢ necesario reformar aquellas partes de la fachada donde se aprecie que los ladrillos no est¨¢n debidamente sustentados. "Y las responsabilidades ser¨ªan de la direcci¨®n facultativa, es decir, S¨¢enz de Oiza y su equipo, que controlaron la obra, y en la empresa constructora, Odosa, en suspensi¨®n de pagos desde hace un mes afirma Palmero.

Es extra?o que S¨¢enz de Oiza achaque el error a la dilataci¨®n de los ladrillos, algo rar¨ªsimo porque es un material que apenas se ensancha, hasta el punto de que en ninguna construcci¨®n se hacen pruebas de ese tipo", a?ade.

La respuesta definitiva llegar¨¢ en septiembre. Entonces se conocer¨¢n. las causas y las responsabilidades de estos fallos en una construcci¨®n con s¨®lo tres a?os de antig¨¹edad. Y tambi¨¦n se sabr¨¢ la envergadura de las reformas que hay que hacer. Seg¨²n el gerente del Ivima, "en ning¨²n caso, ni en el peor, habr¨¢ que desalojar a los vecinos". "Esperamos que el coste de las reparaciones no supere los 50 miillones de pesetas", concluye.

A comienzos de julio comenzaron las reparaciones en el portal n¨²mero 37, donde aparecieron las primeras grietas. Hab¨ªa que sustituir los muros de ladrillo defectuosos. Entonces el Ivima asegur¨® que para finales de mes concluir¨ªan los trabajos. No ha sido as¨ª.

Pol¨¦mica de tres a?os

Ahora se ha marcado un nuevo plazo: finales de agosto. La demora se debe, seg¨²n este organismo, a que en un principio se crey¨® que s¨®lo hab¨ªa' que cambiar los ladrillos de los pisos altos, pero hay que hacerlo en todo el portal, con lo que la obra se ampl¨ªa en el tiempo.Este edificio naci¨® rodeado de pol¨¦mica. Y as¨ª ha seguido. Primero fue discutida su forma: para unos era una c¨¢rcel, para otros un aprovechamiento excelente del espacio y un edificio singular. En el barrio tampoco tuvo buena acogida la llegada de m¨¢s de trescientas familias de escasos ingresos procedentes de un barrio marginado como el Pozo del Huevo. M¨¢s tarde fueron sus propios habitantes los que se quejaban de que aparec¨ªan grietas o de que el gas no acababa de instalarse. Ahora, los fallos de construcci¨®n mantienen el bloque en el candelero.