Prince convierte su nombre en s¨ªmbolo al iniciar la gira europea

Con un m¨ªnimo saludo, una pose o una caricia a su guitarra, el pr¨ªncipe de Minne¨¢polis incita y se gana a la audiencia. Prince inici¨® la pasada semana en el Reino Unido su gira por Europa con la formaci¨®n de m¨²sicos The New Power Generation. El s¨ªmbolo o como quiera que se llame al que hasta ahora conoc¨ªamos como Prince, aprovecha el misterio sobre su nueva identidad para predicar ante las masas. A partir del d¨ªa 13, Prince ofrecer¨¢ cinco conciertos en Espa?a. El primero ser¨¢ en C¨¢diz, seguir¨¢ en Santiago (17), Gij¨®n (19) Madrid (21) y Barcelona (22).

"?Cu¨¢l es vuestro nombre?, ?Cu¨¢l es vuestra raza?", pregunt¨® en Londres. Y continu¨®: "?Cu¨¢l es mi nombre? Quiz¨¢ no necesite un nombre. Si est¨¢is conmigo no necesit¨¢is llamarine". La audiencia del estadio de Wembley, que el s¨¢bado sobrepas¨® las 60.000 personas, estaba con su ¨ªdolo. El gigantesco campo de f¨²tbol londinense pronto se convirti¨® en un mar de brazos y un conglomerado de voces, respondiendo a cada insinuaci¨®n del s¨ªmbolo.Porque con nombre o sin nombre el pr¨ªncipe de Minne¨¢polis reproduce una especie de juego sexual con su p¨²blico. Incita con sus poses y excita con sus cambios de voces y solos de guitarra o piano, pero, antes de alcanzar el punto culminante, el jefe impone sus pausas. Sus colaboradores en la gira europea, The New Power Generation (NPG) y la bailarina Mayte Garc¨ªa, toman el relevo por unos minutos para relajar a la audiencia. Prince, de nuevo en el escenario con un atuendo m¨¢s provocativo, repite la experiencia sensual con versiones excelentes de Purple rain o Raspberry beret, entre sus temas m¨¢s populares; 1999 y Sexy M. F., de su ¨²ltimo elep¨¦; o nuevos temas, como Come.

Sexo,. raza, misticismo y espiritualidad son constantes que se repiten en los trabajos de Prince. Su ansia sexual se descubre en Soft and wet. El single de su primer disco, For you, lanzado en 1978. Cuatro a?os m¨¢s tarde, apenas cumplidos los 23, Prince se hizo preguntas ambivalentes sobre su propia personalidad en Controversy: "?Soy blanco o negro, soy heterosexual u homosexual, creo en Dios, creo en m¨ª?".

Misterios

Pero, adem¨¢s, su reticencia a descubrirse a trav¨¦s de la prensa mantiene vivo el misterio en torno a su figura. El pasado 5 de junio, coincidiendo con su cumplea?os, decidi¨® jugar abiertamente a las se?as de identidad. Seg¨²n un comunicado de prensa, Prince sustitu¨ªa su nombre por un s¨ªmbolo (el que aparece en la portada de, su elep¨¦, sin t¨ªtulo, de 1992) que recuerda una P, de la que parten ambos signos masculino y femenino. Los rumores se multiplican desde entonces: ser¨¢ la ¨²ltima vez que interpretar¨¢ los temas grabados como Prince, dicen unos; no regresar¨¢ al estudio nunca m¨¢s, dicen otros.Su ¨²ltimo contrato con Warner Brothers, firmado en 1992, por la astron¨®mica cifra de 108 millones de d¨®lares, permite suponer que su carrera art¨ªstica est¨¢ lejos de concluir. Adem¨¢s de los beneficios econ¨®micos, Prince se adjudic¨® un apelativo extra: vicepresidente de la misma compa?¨ªa que le contrat¨® a sus 19 a?os de edad, con una cl¨¢usula que ya entonces dejaba en sus manos el control art¨ªstico de su obra.

La ambig¨¹edad en el contenido de sus canciones se complementa con la versatilidad de su m¨²sica. Prince puede no tener un nombre concreto este a?o, pero tampoco se le puede encasillar dentro de un estilo musical determinado. En el escenario, tan pronto se convierte en un James Brown, como recuerda a una Diana Ross o a uno de los rappers neoyorquinos. Es capaz de adaptar viejas y nuevas tendencias musicales en ¨¦xitos globales que consolidan su fama de genio.

El 13 de agosto, Prince y NPG tienen una cita en C¨¢diz, con la que inauguran la gira espa?ola. Sus salidas anuales le sacan temporalmente de su habitual reclusi¨®n en el parque Paisley, el gran complejo de estudios de sonido y cinematogr¨¢fico construido en su ciudad natal, Minne¨¢polis. En su paseo por Espa?a Santiago, 17 de agosto; Gij¨®n, el 19; Madrid, el 21, y Barcelona, el 22es posible que el artista funky de nuevas pistas sobre su nueva identidad. ?Ser¨¢ su nombre V¨ªctor, como sugiere en el tema El sacrificio de Victor? o ?habr¨¢ una forma especial de pronunciar el s¨ªmbolo que ilumina el escenario de sus actuaciones recientes? De momento, Prince, V¨ªctor, s¨ªmbolo o funky deja que su audiencia adopte su propia interpretaci¨®n.