El luto de la sangre azul
15 reyes, un emperador, dos pr¨ªncipes y un gran duque se concentran en Bruselas
Diez soberanos en ejercicio, entre los que se cuentan un emperador, seis reyes, dos pr¨ªncipes y un gran duque, compon¨ªan lo m¨¢s granado. del cortejo de invitados a las funerales de Estado en memoria del rey Balduino. Todas las monarqu¨ªas del planeta se hallaban representadas, entre ellas la espa?ola (con don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa), as¨ª como todas las dinast¨ªas europeas, emparentadas gracias a la reina Victoria de Inglaterra, la abuela de Europa, que era tambi¨¦n sobrina del fundador de la casa real belga, Leopoldo I de Sajonia-Coburgo. Detr¨¢s, la presencia de los jefes de Estado y de Gobierno, ministros y enviados especiales qued¨® difuminada ante tanta realeza y aristocracia reunida en tomo a quien era posiblemente el m¨¢s veterano y apreciado de los suyos.Los problemas de seguridad y de protocolo fueron enormes ya desde la v¨ªspera, cuando decenas de coches blindados y limusinas precedidas por motoristas surcaban la capital belga. Los hombres y mujeres con mayores problemas de seguridad del planeta recorrieron a pie las calles c¨¦ntricas de Bruselas ayer por la ma?ana, durante tres cuartos de hora, en la comitiva f¨²nebre que transport¨® los despojos reales desde el palacio donde se hallaba la capilla ardiente hasta la catedral de San Miguel y Santa G¨²dula, donde se celebraron las exequias.
El recorrido, lent¨ªsimo, estaba cubierto por millares de soldados de todas las armas. La polic¨ªa prohibi¨® rigurosamente que el p¨²blico se asomara a las ventanas y balcones e imped¨ªa que los curiosos se subieran a farolas y pretiles. Los jefes de Estado iban acompa?ados de una, nube de gorilas.
El cortejo iba precedido por la Guardia Real, una compa?¨ªa que viste unos uniformes similares a los de la Guardia imperial de Napole¨®n I, que sucumbieron en 1815 en los campos de Waterloo, situados a escasos kil¨®metros de Bruselas: 130 caballeros con lanzas de bamb¨², gran gorra de piel de oso negro con pluma roja, y caballos bayos, negros y alazanes de color caramelo. La nobil¨ªsima procesi¨®n de reyes, pr¨ªncipes y jefes de Estado vio di ficultada levemente su marcha por las deposiciones que iban de jando en el camino. Un carro oruga ligero tiraba del arm¨®n de artiller¨ªa sobre el que reposaba el ata¨²d de caoba envuelto con la bandera tricolor. belga. Este mis mo furg¨®n funerario atraves¨® luego toda la ciudad hasta el des tino final del f¨¦retro, en la cripta real de Laeken.
Orden protocolario
El primer lugar en el orden protocolario fue para el emperador de Jap¨®n, Akihito. A continuaci¨®n, la reina Isabel II de Inglaterra, decana de los monarcas europeos despu¨¦s de la desaparici¨®n de Balduino, que llevaba /desde 1950 en el trono, primero como pr¨ªncipe real, y a partir de 1951 ya como rey. Los Reyes de Espa?a, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, ocupaban el quinto lugar.
Los grandes duques de Luxemburgo, Juan y Josefina-Carlota, hermana de Balduino, se hallaban en la presidencia del luto con el resto de la familia. En la tercera fila se pod¨ªa ver a los tres hermanastros de Balduino, los pr¨ªncipes Alejandro, Mar¨ªa Cristina y Mar¨ªa Esmeralda, hijos de Lilian Baels, segunda esposa del padre de Balduino, Leopoldo III.
Destacaban los sombreros de Isabel II y de Beatriz de Holanda, as¨ª como el negro riguroso de la soberana brit¨¢nica. Ambas reinas vecinas no quisieron seguir la moda impuesta por Fabiola, que pidi¨® la eliminaci¨®n de las mantillas y los tocados y la sustituci¨®n del cl¨¢sico negro del luto tradicional por el gris para los trajes y por el morado y el blanco para los ornamentos lit¨²rgicos. La figura de la reina viuda- destacaba en un fondo de trajes oscuros y grises por su vestido y chaqueta blancos de punto, con anchos pu?os volanderos, que acompa?aba de un par de vueltas de perlas alrededor de su delgado cuello y un peque?o bolso del mismo color.
Los jefes de Estado y representantes de los Gobiernos quedaban, as¨ª, algo eclipsados por el fulgor de la aristocracia y sus variados uniformes militares, o incluso ex¨®ticos, como era el caso de alg¨²n mandatorio del ?frica negra o del pr¨ªncipe heredero de Marruecos, Sidi Mohamed, con chilaba blanca y fez rojo. Porno suele suceder en los ¨²ltimos a?os, eran especialmente visibles los presidentes de la Rep¨²blica Checa, V¨¢clav Havel, y de Polonia, Lech Walesa, as¨ª como los, de las tres rep¨²blicas ex yugoslavas plenamente reconocidas internacionalmente, el esloveno Milan Kucan, el croata Franjo Tudjman y el bosnio Alia Izetbegovic.
Con el rostro grave e imperturbable, el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, sigui¨® atentamente la ceremonia junto a su esposa Danielle. La representaci¨®n m¨¢s pobre corri¨® a cargo de Rusia, que se limit¨® a mandar al primer viceprimer ministro, Oleg Lobov, y de Estados Unidos, que estaba representado por el ex presidente Gerald Ford. El Gobierno belga no ocult¨® su malestar por lo que ha interpretado como un gesto desconsiderado del presidente Bill Clinton. Este mand¨® ayer un sentido mensaje lamentando su inasistencia.
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