Prohibido el paso a pap¨¢

Mary Pierce, la tenista de 18 a?os cuyo padre fue expulsado del circuito femenino durante un a?o por conducta violenta, ha tenido que recurrir a los tribunales norteamericanos para ordenar la ejecuci¨®n de dicha sanci¨®n. Mary insiste en que la rotura con su padre, Jim Pierce, de 57 a?os, se limita al aspecto profesional.

La tenista reclama el derecho a continuar bajo un nuevo entrenador, el espa?ol ?ngel Jim¨¦nez, porque confiesa que su padre no acepta los cambios y la persigue por todo el mundo. En julio, Pierce atac¨® con un pu?al a un compa?ero de Mary en el pasillo de un hotel. El hermano de la joven presenci¨® la escena.

"Mi padre insult¨® a mi amigo. Pude o¨ªr algunas de las palabras. Mi hermano fue testigo porque presencio parte del incidente a trav¨¦s de la mirilla de la puerta. Yo misma tuve tanto miedo que me encerr¨¦ en el ba?o", declar¨® Mary el 21 de julio.Desde el momento en que su hija debut¨® en los torneos juveniles del Estado de Florida en 1985, Pierce ha sido una figura violenta y abusiva, un monstruo dispuesto a reprender vulgarmente a rivales de 12 a?os porque osaron derrotar a su hija. Pierce ha sido la raz¨®n de numerosas querellas a lo largo de los a?os -en 1987, la Federaci¨®n de Tenis de Florida lo castig¨® con una sanci¨®n de seis meses-. Sin embargo, el WTA, el ¨®rgano directivo del tenis femenino, nunca hab¨ªa dictado sentencia hasta este a?o, cuando adopt¨® un estricto reglamento antideportivo de conducta deshonrosa e impropia dirigido a los entrenadores y los padres de las jugadoras.

Se calific¨® como el reglamento Jim Pierce, y ¨¦l mismo no tard¨® en ser el primero en sufrir las consecuencias. En Roland Garros, Pierce se li¨® a bofetadas con un espectador y luego acos¨® a su hija desde las tribunas durante un partido de la tercera ronda.

Los directivos del WTA, quienes conoc¨ªan hace m¨¢s de un a?o los deseos de Mary de apartarse de su padre, tampoco tardaron en aplicar la pena mayor. Prohibieron totalmente la presencia de Pierce en el circuito. Desafortunadamente, ha resultado ser un decreto sin fuerza. Las medidas de seguridad y el uso de fotos han servido para evitar su entrada en varios torneos: Pierce sigue a su hija desde la sombra.Mary Pierce, de 1,79 metros de altura y 63 kilos de peso, tiene un car¨¢cter fuerte, como su padre, pero sin su mal genio.Su padre afirm¨® en declaraciones al diario USA Today que se siente abandonado. "No deseo ver a ning¨²n abogado. No deseo que mi propia familia huya de m¨ª. Es imposible que sea decisi¨®n de Mary. Estoy seguro de que es culpa de su madre. Porque Mary es mi chica".