Castro se re¨²ne con Gaviria y Solana en busca de 'aire' para superar la asfixia econ¨®mica cubana

La participaci¨®n del ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Javier Solana, en la "reuni¨®n privada" entre el presidente de Cuba, Fidel Castro, y el de Colombia, C¨¦sar Gaviria, celebrada la noche del lunes al martes en la ciudad portuaria de Cartagena de Indias, ampl¨ªa el espectro de una cita que cabe interpretar como un intento m¨¢s del Gobierno de la isla caribe?a por superar su asfixiante situaci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica.

Castro lleg¨® al puerto del Caribe colombiano el lunes por la noche, tras haber declarado al salir de Bolivia -donde asisti¨® a la toma de posesi¨®n del presidente Gonzalo S¨¢nchez de Lozada- que luchar¨¢ "hasta las ¨²ltimas consecuencias por preservar la revoluci¨®n, las conquistas del socialismo y la independencia de Cuba".Sin embargo, la ret¨®rica fidelista perdi¨® a su llegada a Colombia. "Saludo a toda Cartagena", fue el lac¨®nico pronunciamiento al inicio de una visita privada de dos d¨ªas, anunciada inesperadamente la madrugada del lunes, aunque prevista desde la cumbre iberoamericana de Salvador de Bah¨ªa (Brasil), el pasado de julio.

Junto con Solana, el premio Nobel de Literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez (de nacionalidad colombiana), viejo amigo del l¨ªder cubano, fue testigo de excepci¨®n de una reuni¨®n que, seg¨²n los observadores, pod¨ªa contribuir a ablandar la posici¨®n de Castro con miras a amortiguar el severo impacto que en la isla caus¨® el derrumbamiento de la Europa socialista y el endurecimiento del bloqueo estadounidense que, como una sombra ominosa, persigue a Castro.

Campa?a de la oposici¨®n

Pese a lo repentino de la visita de Castro a Colombia, la oposici¨®n cubana de la isla coordin¨® una campa?a con anuncios pagados en los dos principales diarios colombianos. Uno de ellos, un comunicado en El Tiempo en que se ped¨ªa a Castro su renuncia, estaba firmado por 231 diputados latino. americanos y europeos, ocho de ellos espa?oles, entre los que figuran Guillermo Cort¨¢zar, Miguel ?ngel Cort¨¦s, Mariano Rajoy y Jos¨¦ M. Robles Fraga, todos del'Partido Popular.Ayer, las autoridades colombianas conseguieron combustible para los dos aviones de fabricaci¨®n sovi¨¦tica en que viaja la comitiva cubana, de 120 personas, y que s¨®lo suministran las transnacionales petroleras de Estados Unidos.

Solana, que se entrevist¨® con Fidel Castro en La Paz la semana anterior, proseguir¨¢ los contactos iniciados hace algunas semanas en La Habana por Carlos Solchaga, ex ministro espa?ol de Econom¨ªa y portavoz del grupo socialista en el Congreso. Con el aval de ser uno de los principales inversores en Cuba (el primero en el sector tur¨ªstico), Espa?a tendr¨ªa m¨¢s autoridad que cualquier otro Gobierno occidental para "hacer entrar en raz¨®n" a Castro sobre la necesidad de acelerar las reformas que en julio tuvieron un episodio significativo con la autorizaci¨®n de la posesi¨®n y uso de divisas a los cubanos.

[El Partido Popular inst¨® ayer al Gobierno a que explique en el Congreso "los sorprendentes contactos confidenciales" entre Solchaga, Solana y Castro, informa Efe].

Colombia, que p¨²blicamente ha calificado de "inhumano" el bloqueo a Cuba y que juega un papel protagonista en el grupo de los tres (con Venezuela y M¨¦xico), registra el movimiento m¨¢s din¨¢mico de comercio entre los pa¨ªses de la regi¨®n y la isla. En 1992, Colombia vendi¨® a Cuba productos por importe de 80 millones de d¨®lares (unos 11.000 millones de pesetas) y trabaja para concretar el viejo anhelo cubano de refinar petr¨®leo colombiano.

A su vez, el Gobierno colombiano espera sacar r¨¦ditos pol¨ªticos de la visita del legendario l¨ªder. El 24 de julio, en La Habana, y ante un auditorio de pol¨ªticos de izquierda y guerrilleros, Castro afirm¨® que la lucha armada "en estas circunstancias, no es el camino m¨¢s prometedor", lo que le viene como anillo al dedo a Gaviria, quien califica a los grupos guerrilleros que act¨²an en su pa¨ªs de "dinosaurios" y "perros rabiosos", y no cesa de decir, como tambi¨¦n se lo dice a Castro, que el comunismo ya no es alternativa para nadie.