Balladur ir¨¢ a Bonn para ver a Kohl
El primer ministro franc¨¦s, ?douard Balladur, viajar¨¢ a Bonn para entrevistarse con el canciller Helmuth Kohl. El eje Par¨ªs-Bonn se ha resentido con la reforma del SME y con la propuesta alemana de retrasar la uni¨®n monetaria.Ayer mismo, el ministro de Exteriores franc¨¦s, Alain Jupp¨¦, replic¨® a Kohl afirmando que "1999 es el objetivo que debemos preservar", refiri¨¦ndose al calendario de la UEM. Jupp¨¦ cree que "Europa ha dado un paso atr¨¢s y por eso ahora debemos dar dos hacia adelante". ?El camino para lograrlo?: "Reabrir el di¨¢logo con Alemania" y procurar que la direcci¨®n de la futura uni¨®n continental "no est¨¦ en manos de los destructores, sino de los constructores". Por esa va Balladur a Bonn.
Helmut Schinidt, ex-canciller germano y padre, en 1979 y junto con Valery Giscard d'Estaing, del hoy casi difunto SME, ha intervenido en ayuda de las tesis francesas a trav¨¦s de un art¨ªculo en el semanario alem¨¢n Die Zeit, reproducido por la revista francesa Globe y muy comentado en Francia.
"Un mercado interior unificado con once monedas flotando libremente la una contra la otra, es una pura ilusi¨®n", escribe Schmidt como cr¨ªtica de las recientes decisiones adoptadas en Bruselas. "Nuestro potencial econ¨®mico inquieta a nuestros vecinos: les recuerda el periodo de Hitler. Para evitarlo, nuestro pa¨ªs debe evitar aislarse, para que Europa no vuelva a coaligarse contra el peso de Alemania".
Cr¨ªticas a Kohl
La manera como Kohl ha gestionado la reunificaci¨®n, con su "revalorizaci¨®n demasiado r¨¢pida de los salarios y del coste del trabajo en el Este" y su "financiaci¨®n irresponsable a trav¨¦s de un endeudamiento enorme" ha obligado al "Bundesbank a encastillarse en una pol¨ªtica de tipos de inter¨¦s elevados" que crea "estancamiento y obliga a nuestros socios a devaluar sus monedas", afirma Schmidt, poniendo as¨ª en la picota la acci¨®n del actual canciller. Reclama de nuevo una moneda com¨²n para acabar con esa pol¨ªtica que "en oto?o nos ha hecho tener un enfrentamiento con Londres y este verano una pelea con Par¨ªs. ?A qui¨¦n le tocar¨¢ ahora?En plena crisis Paris-Bonn, a Balladour se le recuerda que, en 1990, en Le Monde, escribi¨®: "Estoy por una moneda com¨²n, no por una moneda ¨²nica" ya que "la moneda ¨²nica comporta la desaparici¨®n de las monedas nacionales" y esta, a su vez, "la desaparici¨®n de la autonom¨ªa econ¨®mica y monetaria". "Soy hostil a una Europa federal", dec¨ªa Balladur, en plena sinton¨ªa con lo que hoy afirma John Major y antes de descubrir que el Bundesbank, con sus tipos de inter¨¦s, tambi¨¦n pod¨ªa poner en crisis esa loada "autonom¨ªa de las pol¨ªticas econ¨®micas y monetarias". Balladur a¨²n no era un defensor de Maastricht.
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