En un lugar de la... leva

Anhelados y bien recordados aquellos mis a?os en la tropa gracias a la leva forzosa. Buenos momentos eran y no gimote¨¢bamos tanto como la mocedad de aquestos tiempos, las cuales condiciones en dicho menester han cambiado en tan gran manera y de forma tan buena, que ganas me dan de volver a nacer.Ora en aquestos tiempos modernos hasta pueden preferir entre tres maneras de tan noble y gran servicio: milicia, pueblo y galeras. Y osan proponer aquestos innobles algo tan descabellado como hacer ir a la muy d¨¦bil y poco combativa y poco capaz mujer a ayudar en tal misi¨®n, o que no vaya ninguno por leva forzosa diciendo que tales cosas se leen en nuestros fueros.

Y qu¨¦janse asimismo de las condiciones en que han de hacerlo, gran fingimiento el suyo, pues ora gozan de 6.000 reales al mes por salario; cuando anta?o, pobres de nos, no hab¨ªamos ni para una vasija de vino. Y no para aqu¨ª tan gran ofensa, pues ora aquestos desalmados pueden se?alar la posada en que reparar hambre y sue?o: del servicio o de los progenitores, aunque con las monedas que sacan bien pod¨ªanse mantener ellos; cuando desamparados de nos, hab¨ªamos de so?ar al raso y malcomer y no lamentarnos en tan gran manera por temor a la azotaina.

Aquesta mocedad tampoco honra el noble sentimiento de camarader¨ªa que se debe haber al hacer tan buena cosa, y no vagar por eras y caminos siendo uno m¨¢s en la cifra de rufianes que est¨¢n parados por todos rincones. Mejor ser¨¢ no seguir aquesta ya tan larga perorata, pues pierdo los estribos al sentir que nuestra prole se aleja y deja y disc¨²tenos los preceptos grandes y propios e indisolubles de cada ¨¦tica y raz¨®n que se diga humana. T¨®canos, pues, corregir con mano pronta y firme tales desmanes, como gobernantes y due?os de la certidumbre que a¨²n no alcanzan a ver por su lozan¨ªa.