Sue?o de aficionado
El aficionado a los toros es un so?ador. Claro, como paga... Sue?a que el toro tiene presencia, cuajo, casta, bravura y nobleza; sue?a que el torero convierte en realidad sus ilusiones; suena con el triunfo, con la emoci¨®n, con la belleza...Cuando despierta, la ¨²nica verdad es que ha pagado. El toro que tiene trap¨ªo, no tiene cara, y el que tiene cara, se desploma en el albero; al torero artista le sobra desconfianza; al elegante le falta valor, y al valeroso, quietud. O sea, el mundo al rev¨¦s. Como para hacer una obra de arte en diez minutos.
Los toros de Ben¨ªtez Cubero, bien presentados, pero muy flojos, no soportaban ni el sue?o del aficionado m¨¢s justo. Muy serios de pitones el primero y el sexto, pero todos puro enga?o. Bonita presencia, pero sin el misterio de la bravura; fotog¨¦nicos, pero armarios empotrados.
Sin m¨¦ritos
Armillita es torero mexicano y artista. Pepe Luis Mart¨ªn es de Ronda y elegante. Javier V¨¢zquez, madrile?o y valeroso. Ninguno de los tres se mereci¨® el sue?o de un aficionado. El artista, precavido. El elegante, incompleto. El valeroso, atolondrado.Las perchas del primero de la tarde eran para asustar a cualquiera. A Armillita, tambi¨¦n. El animal era muy noble, pero sus pitones impon¨ªan una barbaridad. El torero no se confi¨®, y mat¨® mal, como es l¨®gico en estos casos. En el cuarto, estuvo m¨¢s cerca, pero el toro no ten¨ªa casta, ni recorrido, ni nada.
Pepe Luis Mart¨ªn tiene el don de la elegancia; es joven y parece ilusionado; necesita triunfos. Pero es un champa?a de mala calidad. Sale con una fuerza arrolladora, su toreo se paladea con gusto, pero las burbujas se pierden con rapidez. Tore¨® muy bien de capote a ambos toros; destac¨®, sobre todo, en un precioso y ce?ido galleo por chiquelinas a su primero. Lo banderille¨® con entusiasmo. Su ¨¢nimo decae, sin embargo, en el tercio final. Su. primero no era f¨¢cil, pero el torero prefiri¨® los adornos y la pinturer¨ªa a la verdad. En su segundo, estuvo m¨¢s animoso, pero sin rematar en ambas faenas. Ni la vuelta al ruedo ni la oreja se las mereci¨®.
Javier V¨¢zquez tiene valor para dar y regalar. Aguant¨® tarascadas sin inmutarse, pero a su toreo le falt¨® sosiego. Arriesg¨® en banderillas con m¨¢s voluntad que acierto. Por culpa de sus descastados toros, pas¨® sin pena ni gloria.
Cuber / Armillita, Mart¨ªn, V¨¢zquez Toros de Ben¨ªtez Cubero, bien presentados, muy flojos, nobles y descastados. Miguel Espinosa Armillita: tres pinchazos, descabello, un pinchazo y estocada (silencio); pinchazo y estocada (silencio). Pepe Luis Mart¨ªn: pinchazo hondo y cuatro descabellos (vuelta); pinchazo y estocada (oreja). Javier V¨¢zquez: dos pinchazos, media y cinco descabellos (silencio); tres pinchazos y casi entera (ovaci¨®n). Plaza de toros de M¨¢laga, 13 de agosto. Primer festejo de feria. Menos de media entrada.
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