Nace la 'gran v¨ªa' del cine en version original
En Princesa, 3, los cabezas rapadas dejan paso a 17 salas de proyecci¨®n
Cualquiera de los ¨²ltimos d¨ªas de octubre de este a?o nacer¨¢ una nueva gran v¨ªa del cine en una sola manzana, bastante representativa de los tiempos que corren: butacas confortables, pero pocas; moqueta, versi¨®n original... y 17 pel¨ªculas para elegir bajo la plaza de los Cubos, en Princesa, 3. Para entonces el complejo que hay ahora tendr¨¢ seis salas m¨¢s, preparadas para sentar a 840 espectadores nuevos. El ¨¢rea de 10.000 metros cuadrados habr¨¢ cambiado los habituales de los ¨²ltimos a?os -rapados violentos y noct¨¢mbulos m¨¢s j¨®venes- por un aluvi¨®n de cin¨¦filos bastante m¨¢s tranquilos. La calle del cine en versi¨®n original alcanza as¨ª en oferta de pel¨ªculas a los rincones de siempre del centro de Madrid: Gran V¨ªa y Fuencarral.
El 31 de octubre de hace 15 a?os, esto es, en 1978, las salas Alphaville, atrincheradas bajo la plaza de los Cubos, eran la avanzadilla de lo que hoy es un sarampi¨®n que ha transformado el negocio del cine: peque?as salas, *c¨®modas y con buen sonido para relajarse viendo El amigo, americano (Wim Wenders) en versi¨®n original. Le hac¨ªan compa?¨ªa, en los cines Oxford, Emmanuelle y Carol y Lo que los padres deber¨ªan saber. Su clasificaci¨®n estaba bien clara. Muy cerca de all¨ª, la Gran V¨ªa brillaba con todo el esplendor de sus 12 mastod¨®nticas salas. La zona de Fuencarral le segu¨ªa con nueve cines de sesi¨®n y tres para los amantes del erotismo.Hoy -o mejor dicho, cuando se cumplan exactamente 15 a?os de aquello- se han vuelto las tomas. Ahora es el cine de versi¨®n original y en salas de poco m¨¢s de un centenar de espectadores el que casi ha sobrepasado a los cl¨¢sicos. Frente a las 17 salas de Mart¨ªn de los Heros-Princesa, Gran V¨ªa tiene 23, con la ayuda de varios dinosaurios convertidos en minicines, y Fuencarral, 16. Eso si, en aforos, a Gran' V¨ªa no la supera nadie. Tiene capacidad para tragar nada menos que 17.000 espectadores por sesi¨®n.
Escombros de discoteca
El culpable de este nuevo Broadway madrile?o es Enrique Gonz¨¢lez Macho, el propietario de los cines Renoir, que construye seis salas -para unos 850 espectadores- entre los escombros de tres discotecas del complejo, nada menos que 1.900 metros cuadrados.A ¨²ltimos de octubre, las dos puertas de las salas de baile que hab¨ªa en Princesa, 3 (Cobre y Open Gate), encajadas entre una jamoner¨ªa y un restaurante de hamburguesas, tendr¨¢n unas taquilleras y media docena de pel¨ªculas para elegir. Un tubo de cristal, con escaleras, bajar¨¢ desde el recibidor al vest¨ªbulo de las salas y el espectador se sentar¨¢,, con palomitas y refresco, a ver algo del director brit¨¢nico Stephen Frears donde antes danzaban los ¨²ltimos noct¨¢mbulos de Madrid en lo que era la sala Voltereta.
As¨ª, Renoir tendr¨¢ 11 salas en total, contando las cinco que tiene abiertas ahora; cuatro los Alpliaville, que le est¨¢n poniendo estos d¨ªas m¨¢rmol a su fachada, y dos los cines Lumi¨¦re, que, salvo en las sesiones de madrugada, no exhiben en versi¨®n original.
Es decir, los 10.000 metros cuadrados de la manzana de Princesa y Mart¨ªn de los Heros va a tener la mayor concentraci¨®n de oferta de pel¨ªculas en versi¨®n original de todo Madrid. Y con 950 plazas de aparcamiento disponibles en sus s¨®tanos.El proyecto de Gonz¨¢lez Macho le ha venido de perlas a la empresa Vallehermoso, la due?a del complejo de Princesa, 3, que ha limpiado la zona de los clientes de cinco discotecas y de los rapados que all¨ª se reun¨ªan los fines de semana. La plaza de -los Cubos se hizo tristemente c¨¦lebre por m¨¢s de una reyerta de madrugada a la salida de las discotecas y por los fines de semana con rapados de chaquet¨®n paramilitar y bandera espa?ola, controlados estrechamente por los vigilantes.
Por all¨ª se pas¨® el 13 de noviembre del a?o pasado, apenas hace ocho meses, el guardia civil Luis Merino antes de marcharse a Aravaca, seg¨²n se desprende de la investigaci¨®n en la que el joven est¨¢ acusado de asesinar a tiros a la dominicana Lucrecia P¨¦rez en la discoteca abandonada Four Roses.
La empresa Vallehermoso est¨¢ ya renovando el pasaje comercial que desemboca en la calle de Mart¨ªn de los Heros y los pasos superiores de la plaza. El l¨²gubre techo oscuro y las paredes plagadas de r¨®tulos racistas se convertir¨¢n en un espacio con mejor iluminaci¨®n, paredes y techos en colores claros, y el suelo pulido para que lo pisen los amantes de la versi¨®n original.
Para los ni?os
''El espacio se ha ido adecuando", dice Gonz¨¢lez Macho, "a la gente que a partir de octubre se pasar¨¢ por aqu¨ª". S¨®lo quedan dos bares, con clientela m¨¢s mayor y una sala recreativa. Todo estar¨¢ listo, por unos treinta millones de pesetas que se est¨¢ gastando Vallehermoso, cuando los nuevos Renoir Princesa -puede que se llamen as¨ª, aunque no es seguro- abran sus puertas.Mientras llega octubre, Gonz¨¢lez Macho, que tambi¨¦n tiene una distribuidora, supervisa la obra, que desde su comienzo, en junio, discurre a velocidad de v¨¦rtigo, con, el esfuerzo de 120 obreros y la inversi¨®n de 260 millones de pesetas. Las salas, a¨²n no m¨¢s que un embri¨®n de cemento entre las tripas de Princesa, 3, estar¨¢n ya preparadas para el sonido digital, cuando se normalice. Y Gonz¨¢lez Macho quiere reservar una sala para que los ni?os sean sus clientes del futuro.
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