Hasta que el papel aguante
Los trabajadores del 'Ya' luchan por no escribir la ¨²ltima p¨¢gina del peri¨®dico
Nada m¨¢s entrar a las instalaciones del Ya, uno se encuentra con el primer ejemplar del peri¨®dico, fechado el 14 de enero de 1935. Adem¨¢s de informar de que "El Sarre ser¨¢ de Alemania", aquella p¨¢gina dice: "Despu¨¦s de leer Ya, su vista descansa. La lectura ha actuado como sedante para los nervios ¨®pticos porque el papel en que se imprime tiene la coloraci¨®n prescrita por eminentes oculistas ingleses". Vienen despu¨¦s escaleras y titulares: "Comienza la guerra europea", "Los heroicos aviadores filipinos, en Espa?a", "Par¨ªs se entrega hoy a los alemanes", "Kennedy, asesinado", "Intento de golpe de Estado". Conforme se avanza hacia la Redacci¨®n, se avanza por la historia contada en primeras planas del Ya. A pesar de los esfuerzos de los trabajadores por sacar a la calle el peri¨®dico, es probable que la ¨²ltima p¨¢gina del Ya se escriba pronto. Edica, la sociedad editora, anunci¨® el pasado jueves la extinci¨®n de todos los contratos laborales y el cierre de la publicaci¨®n.Periodistas y administrativos del Ya est¨¢n dispuestos a seguir imprimi¨¦ndolo hasta que se les termine el papel, posible mente a principios de septiembre, a pesar de que saben que no cobrar¨¢n su sueldo del mes de agosto. "Mientras tengamos papel y medios, saldremos, para llevar a nuestros lectores la informaci¨®n que demandan. Trabajamos con dignidad y con normalidad; la mejor manera de demostrar que ¨¦ste es un proyecto viable , es haciendo bien el peri¨®dico", comenta un veterano redactor, y explica que por eso no han convertido el peri¨®dico en un panfleto sobre el conflicto que vive: "Lo que queremos es seguir haciendo periodismo; no tendr¨ªa sentido convertir un peri¨®dico en un pasqu¨ªn. Si lo hici¨¦ramos, traicionar¨ªamos a los lectores y a nosotros mismos".
La Redacci¨®n trabaja con normalidad. En la mancheta del Ya aparece s¨®lo el nombre del administrador Ram¨®n Serres porque el director y muchos de los responsables dimitieron. Sin embargo, en la pr¨¢ctica siguen cumpliendo sus funciones. El jefe de una de las secciones dice: "Seguimos el mismo proceso de elaboraci¨®n del peri¨®dico que siempre, intentando abstraernos del conflicto para seguir adelante".
Los periodistas, concentrados en el teclado, van dejando caer sus opiniones en peque?as r¨¢fagas. "Trabajamos como siempre, aunque es triste saber que puede terminar", afirma una redactora. De detr¨¢s de un ordenador, una voz se, queja: "No somos simples asalariados, nos sentimos parte del peri¨®dico y lo queremos. Nos traicionaron". Otro, sin despegar la vista de la pantalla, se?ala simplemente: "Nosotros no cerramos el peri¨®dico; nos lo cierran".
De cerrarse el Ya, unas 250 personas perder¨ªan su empleo. Para muchas ser¨¢ imposible conseguir un nuevo trabajo. "La mayor¨ªa nos quedaremos sin nada, porque somos viejos para que nos cojan en uno nuevo, pero somos j¨®venes para alcanzar la jubilaci¨®n", dice preocupado un trabajador de 52 a?os.
Despu¨¦s de trabajar durante 31 a?os en el Ya, un confeccionador indica: "Yo entr¨¦ aqu¨ª cuando ten¨ªa 24 a?os, y aqu¨ª me he dejado el pellejo. Despu¨¦s de tantos a?os, uno coge cari?o. Estoy anonadado y no me he hecho a la idea de que esto se acabe. Y menos de como quieren cerrarlo, dej¨¢ndonos sin un duro".
Despu¨¦s hace historia: "Somos el segundo peri¨®dico m¨¢s antiguo de Espa?a, y durante muchos a?os estuvimos a la cabeza del periodismo. El Ya se vend¨ªa bien y ¨¦ramos los mejor pagados. En 1962 fuimos el primer peri¨®dico en que se firm¨® un convenio colectivo, y el Ya tuvo un papel importante en la transici¨®n". Tambi¨¦n recuerda que cinco ministros del Gobierno de Su¨¢rez formaron parte del grupo editorial del Ya.
"Este fue siempre un peri¨®dico escuela. Muchos periodistas empezaron y se formaron aqu¨ª. Los viejos ten¨ªan el af¨¢n de ense?arles a los nuevos", dice uno de los veteranos, que a?ade: "El Ya no es una aventura, es un peri¨®dico con historia que no debe morir".
Los trabajadores del Ya coinciden en se?alar que el cierre del peri¨®dico afecta a toda la sociedad y no s¨®lo a ellos. "Es triste que se vaya a cerrar otro medio, porque se reduce la libertad de expresi¨®n. Toda la informaci¨®n se est¨¢ concentrando en tres o cuatro peri¨®dicos, y eso es preocupante. No s¨®lo 50.000 personas perder¨¢n su peri¨®dico; lo perder¨¢ toda la sociedad", se?ala un redactor de la secci¨®n nacional.
"Es algo curioso", dice otro redactor, "en medio de la tristeza, la gente hace m¨¢s horas de las normales. Incluso los becarios, que se quedar¨¢n sin sueldo y que no tienen ninguna esperanza aqu¨ª, siguen trabajando". Y s¨ª, la estudiante de periodismo dice: "Aunque sepas que no sigues, vale la pena quedarse por solidaridad".
Y cuando vuelven a aparecer los amarillentos Ya colgados de las paredes sale una voz del fondo que grita: "Tal vez nuestra actitud es numantina, pero, bueno, en ¨¦sa creemos".
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