El pensamiento espa?ol en el exilio, a debate en El Escorial
No se puede hablar de un pensamiento espa?ol en el exilio, despu¨¦s de la guerra, como no sea porque en todo ¨¦l late un lejano desgarro. Sin embargo, este pensamiento fue una de las actividades m¨¢s fecundas de la historia de Espa?a, hasta el punto de que la forma de rastrearlo es a trav¨¦s de sus disc¨ªpulos: muchos pensadores iberoamericanos. "Hoy en d¨ªa", dice Javier Muguerza, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa, "ya no se puede hablar de una filosof¨ªa espa?ola sin subsumirla entre toda la filosof¨ªa en castellano".
La categor¨ªa de la filosof¨ªa espa?ola de antes de la guerra -y su posterior exilio- es una de las medidas m¨¢s eficaces para calibrar el alcance del drama. No era una filosof¨ªa espa?ola, si por tal se entiende un pensamiento inherente al ser espa?ol, sea lo que sea lo que eso signifique, sino, simplemente, que la filosofia hecha en el pa¨ªs se hab¨ªa equiparado al fin con la que se hac¨ªa en el mundo entero: en aquellos tiempos, principalmente fenomenolog¨ªa, seg¨²n explican Muguerza y Jaime Salas, de la Fundaci¨®n Ortega y Gasset, director y secretario, respectivamente, de un curso sobre el exilio filos¨®fico espa?ol de 1939, que se ha desarrollado esta semana en la Universidad de Verano de El Escorial.
Los grupos principales de exiliados ven¨ªan de las llamadas Escuelas de Madrid y de Barcelona. Y la simple enumeraci¨®n da una idea de la importancia de ese exilio: Jos¨¦ Gaos, Juan David Garc¨ªa Bacca, Eduardo Nicol, Jos¨¦ Ferrater Mora, Mar¨ªa Zambrano, Joaqu¨ªn Xirau, Manuel Granell y Adolfo S¨¢nchez V¨¢zquez, que particip¨® en el curso de El Escorial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.