Cacho gana con la autoridad de un campe¨®n su serie de 1.500
Daba Morceli la primera vuelta a la pista en su eliminatoria de 1.500 metros cuando Ferm¨ªn Cacho, que ya hab¨ªa ganado la suya minutos antes, se dispon¨ªa a abandonar el estadio. "?Ver a Morceli? No me preocupa lo que haga. Me voy a la pista de calentamiento a trotar". El argelino tambi¨¦n ganar¨ªa su serie, aunque con su estilo distinto de atacar desde lejos. De ello ya se enterar¨ªa m¨¢s tarde Cacho. Daba por supuesto que no habr¨ªa sorpresas. Hasta el domingo, d¨ªa de la final, nada le preocupa. Ni siquiera las semifinales de hoy (20.00 horas). "Espero que sean tan f¨¢ciles como las eliminatorias", declar¨®. El comportamiento que mantiene Cacho es el propio de un campe¨®n que domina la situaci¨®n en todo momento, dentro y fuera de la pista. El fue en la carrera quien dio el primer paso adelante, mir¨® hacia atr¨¢s e invit¨® a que alguno de los diez atletas que le segu¨ªan fuera quien marcara el ritmo. Lo hizo como el campe¨®n que ordena para luego hacer a su antojo.
El italiano Di Napoli se situ¨® a su izquierda; el brasile?o De Oliveira, a su derecha. ?ste, por ser el de menor rango de los tres, acab¨® por adelantarse para tirar. Detr¨¢s, todos tranquilos. Cacho y sus lugartenientes iban c¨®modos tras el brasile?o y no ten¨ªan m¨¢s que esperar a la ¨²ltima vuelta para adelantarse y repartirse las cinco primeras posiciones que daban el acceso directo a la final.
El keniano Chesire fue quien, en un segundo, complic¨® la situaci¨®n. A esas alturas de la carrera, cuando faltan 300 metros, para colocarse ya no se pide permiso, se pasa por donde uno pueda, y Cacho sali¨® trompicado. Tuvo que abrir el comp¨¢s de la zancada y equilibrarse con los brazos. El somal¨ª Abdi Bile, por ejemplo, zancadilleado por el brit¨¢nico Cram, tuvo que reclamar para ser recalificado.
La meta se aproximaba cuando estaban a punto de cumplirse los 3.40 minutos de carrera. Comparti¨® los ¨²ltimos metros de la recta con Di Napoli y le dijo que ya no era necesario correr tanto, que pod¨ªan ir parando. Un metro antes de que cruzaran la meta, Di Napoli le puso la mano sobre la cabeza y le revolote¨® el pelo. Fue un gesto de complicidad y proclamaci¨®n p¨²blica de que ah¨ª hab¨ªa todo un campe¨®n.
Las otras dos eliminatorias las ganaron Manuel Pancorbo, que ¨¦se s¨ª que se abri¨® paso como un misil cuando en la recta le tapaban cinco corredores, y el brit¨¢nico Yates, en la carrera donde cay¨® eliminado Isaac Viciosa.
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