Hezbol¨¢ ataca
LOS DOS atentados de Hezbol¨¢ que provocaron ayer la muerte de ocho soldados israel¨ªes en la banda sur de L¨ªbano, que ¨¦stos controlan, constituyen el golpe m¨¢s serio que el Estado israel¨ª ha recibido en esa regi¨®n tan conflictiva desde hace cinco a?os. Golpe que aporta una demostraci¨®n clara de la inutilidad de la brutal operaci¨®n militar realizada por Israel el mes pasado, bombardeando con aviaci¨®n y artiller¨ªa las aldeas de sur de L¨ªbano con el objetivo declarado de expulsar de ellas a Hezbol¨¢. Esos bombardeos causaron m¨¢s de 130 muertos y un elevado n¨²mero de heridos, y obligaron a miles de campesinos a abandonar sus hogares. La operaci¨®n termin¨® cuando Israel, bajo la presi¨®n de EE UU, acept¨® el compromiso por parte de Hezbol¨¢ de no disparar m¨¢s cohetes sobre territorio israel¨ª. Pero es evidente que Hezbol¨¢ conserva bases y material como para dar sangrientos golpes de mano como el de ayer.Las gestiones de EE UU para poner fin a los bombardeos de Israel probablemente no se limitaron a ese tema espec¨ªfico. El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, gestionaba a la vez la reanudaci¨®n de las negociaciones de paz entre ¨¢rabes e israel¨ªes que deben dar comienzo, en principio, a finales de este mes. Y todo indica que Siria, deseosa de avanzar en su negociaci¨®n para recuperar el Gol¨¢n, desempe?¨® un papel positivo para convencer a Hezbol¨¢ de que pusiera fin a sus ataques con cohetes. Todo ello mejor¨® el clima, y la hip¨®tesis de una respuesta ¨¢rabe dura, como un eventual rechazo a participar en la pr¨®xima negociaci¨®n de Washington en respuesta a los bombardeos israel¨ªes, qued¨® descartada.
Pero Hezbol¨¢ tiene una posici¨®n radicalmente distinta a la mayor parte de los pa¨ªses y fuerzas pol¨ªticas ¨¢rabes en el tema de las negociaciones. Aboga abiertamente por su fracaso. No quiere la paz en Oriente Pr¨®ximo, respondiendo sin duda a la l¨ªnea de los sectores m¨¢s cerriles del shi¨ªsmo iran¨ª. Ello explica sus atentados de ayer en un periodo en que hay bastantes signos de que las futuras conversaciones de Washington pueden dar algunos resultados. Al matar a los ocho soldados israel¨ªes, el objetivo de Hezbol¨¢ es sin duda provocar una respuesta militar de Israel que modifique el clima actual y haga mucho m¨¢s dif¨ªcil que puedan sentarse, dentro de unos d¨ªas, en la misma mesa los delegados ¨¢rabes e israel¨ªes.
Tampoco se puede olvidar que uno de los objetivos centrales de Hezbol¨¢, concretamente en el problema palestino, es debilitar en todo lo posible a la OLP, estimular las tendencias a la lucha armada dentro de los territorios ocupados y difundir desconfianza y escepticismo en cuanto a los resultados de la negociaci¨®n. En los ¨²ltimos tiempos, y gracias en gran parte a la intransigencia de las autoridades israel¨ªes, esas tendencias cobran mayor difusi¨®n en Gaza y Cisjordania, especialmente entre los j¨®venes. Ello explica las diferencias existentes entre los dirigentes palestinos que a punto estuvieron de provocar una crisis entre Arafat y los delegados palestinos en la conferencia de la paz. La mayor radicalizaci¨®n de estos ¨²ltimos ser¨ªa efecto de la presi¨®n directa, sobre el terreno, de esos sectores de la poblaci¨®n.
La soluci¨®n adoptada de integrar en el Comit¨¦ Ejecutivo de la OLP a los delegados discrepantes y a otros representantes de los territorios ocupados es positiva por dos razones: primero, deja claro que la delegaci¨®n que acude a Washington es de la OLP. Pone fin al tab¨² de Israel sobre ese punto. Ahora est¨¢ claro que discute con la organizaci¨®n que preside Arafat, por mucho que se niegue a admitirlo formalmente. A la vez, cuanto mejor se reflejen dentro de la OLP las corrientes de la poblaci¨®n de los territorios ocupados, mejor podr¨¢ ¨¦sta negociar con Israel sobre bases serias, no susceptibles de ser desmentidas cuando llegue la hora de votar. Hezbol¨¢ trat¨® ayer de dinamitar esas perspectivas negociadoras. Raz¨®n de m¨¢s para redoblarlas.
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