Sali¨® el toro encastado

?lvarez / Litri, Jesul¨ªn, Chamaco

Toros de Manuel Alvarez, bien presentados, blandos, muy encastados y nobles. Destacaron 1?, 2?, 5? y 6?. Litri: pinchazo y estocada ca¨ªda (oreja); pinchazo y media (ovaci¨®n). Jesul¨ªn de Ubrique: estocada ca¨ªda (oreja y dos vueltas); pinchazo hondo y estocada (oreja y dos vueltas); sali¨® a hombros. Chamaco: media perpendicular, pinchazo -aviso- y dos descabellos (silencio); media, pinchazo --aviso-, dos pinchazos y tres descabellos (palmas). Plaza de Almer¨ªa, 24 de agosto. Tercera corrida de feria. Casi tres cuartos de entrada.

Cuando sale el toro encastado, todo el mundo se pone Firmes. No hace falta que luzca un gran trap¨ªo. Basta que tenga casta, que vaya y venga, que derroche nobleza... Cuando sale el toro encastado, aunque sean blando, los toreros se echan a temblar. Unos, porque no saben lo que hacer con aquella cosa negra que no deja de embestir, y adem¨¢s, caen en la cuenta de que no saben torear; y otros, porque a pesar del triunfo, saben que las orejas las gan¨® el toro.En Almer¨ªa sali¨® ese toro y a¨²n debe estar embistiendo. Sali¨® ese toro y a¨²n deben estar pensando Litri y Chamaco lo duro que puede ser el toreo. Y eso que el p¨²blico alienta a los toreros como si fueran sus hijos. Pero hay un presidente que come y bebe como los dem¨¢s -la merienda dura aqu¨ª 25 minutos-, pero mantiene el rigor a prueba de las m¨¢s duras broncas.

El mejor de la tarde fue Jesul¨ªn, y le pidieron las dos orejas de cada toro. El presidente no consinti¨® dar su brazo a torcer, convencido de que los dos toros hab¨ªan estado por encima del torero. Jesul¨ªn demostr¨® que avanza en su concepci¨®n del toreo y que quiere convencer con lo fundamental; traz¨® buenos muletazos con ambas manos, pero sus toros exig¨ªan un torero m¨¢s experimentado y con una visi¨®n m¨¢s art¨ªstica de la lidia. De todos modos, Jesul¨ªn triunf¨® en toda regla y su faena al quinto se convirti¨® en una gran fiesta en la que particip¨® la plaza entera. Pero el presidente -el que sabe, sabe- no concedi¨® m¨¢s que una oreja. Jesul¨ªn no hab¨ªa utilizado el capote en toda la tarde m¨¢s que para dar mantazos, y el us¨ªa decidi¨® que las segundas orejas eran para los toros, que bieti las A Fin de cuentas, Jesul¨ªn sali¨® a hombros y los toros est¨¢n colgados en una carnicer¨ªa.

A Litri le toc¨® un buen primer ejemplar y demostr¨® que, a veces, se puede estar peor de lo que uno se imagina. Fuera de sitio, con un exagerado pico y muleta retrasada, sin confianza... y el toro no hac¨ªa m¨¢s que embestir. Litri no dio ni un pase, que tambi¨¦n es m¨¦rito con el recorrido que ten¨ªa el animal. En su segundo, flojo, se relaj¨® un poco m¨¢s.

Chamaco debut¨® en Almer¨ªa y, en justicia, ha comprado todas las papeletas para no volver. Estuvo peor que Litri. Al deslucido tercero se lo quit¨® de encima como pudo. El ¨²ltimo padeci¨® el defecto de embestir, y a¨²n no sabe el toro si estuvo en una plaza o en un tiovivo. La faena de Chamaco fue desligada, superficial, basta, r¨¢pida y mareante.