Tres tel¨¦fonos m¨®viles dan pie a un locutorio clandestino
Cincos extranjeros -tres brasile?os y dos peruanos- han en contrado un nuevo sistema de fraude telef¨®nico. Gracias a tres tel¨¦fonos m¨®viles montaron un locutorio clandestino, y adem¨¢s m¨®vil, desde el que pon¨ªan conferencias Intercontinentales a bajo precio. Cargaban la factura a cualquier otro abonado de este tipo de aparatos. El secreto consist¨ªa en cambiar el c¨®digo de los tel¨¦fonos por otros escogidos al azar, seg¨²n explic¨® ayer la polic¨ªa.Los detenidos son Osmar V. C., de 31 a?os; Fabio V., de 30; la esposa de ¨¦ste, Rejane D. B., de 20; los tres brasile?os, y los hermanos Wilber y Marisol L. R., de 27 y 20 a?os, respectivamente, de nacionalidad peruana.
El responsable de la banda, Osmar, estaba vigilado desde primeros de mes, ya que la polic¨ªa dispon¨ªa de informaci¨®n sobre sus actividades. Ten¨ªa un piso alquilado en la calle de Alfaro, en Carabanchel, y una l¨ªnea telef¨®nica contratada a su nombre, que el grupo utilizaba para comunicarse con sus potenciales clientes, todos extranjeros residentes en Espa?a.Conferencias de una hora
Establecido el contacto, Osmar u otro miembro de la banda concertaban las llamadas, dirigidas principalmente a Extremo Oriente o a Latinoam¨¦rica. Las conferencias deb¨ªan tener una duraci¨®n m¨ªnima de una hora. Si el solicitante indicaba que no quer¨ªa estar hablando tanto tiempo, los detenidos le suger¨ªan que se buscase a otras personas para completarlo.
Cada hora costaba 6.000 pesetas. Un precio irrisorio en comparaci¨®n al oficial. Las tarifas sin impuestos de Telef¨®nica, por s¨®lo tres minutos de comunicaci¨®n, son de 623,48 pesetas (horas punta, de 8.00 a 22.00 horas) y de 440 (horario nocturno) para Latinoam¨¦rica, y de 1.207 (horas punta) y 863,28 (horario nocturno) para Asia.
Las comunicaciones se efectuaban siempre con tel¨¦fonos m¨®viles -comprados por los miembros de la banda- en un lugar previamente convenido, que generalmente era la vivienda o el negocio del cliente.
Seg¨²n un portavoz de Telef¨®nica, el sistema de cambiar el c¨®digo del aparato es f¨¢cilmente detectable por ingenioso que parezca. "La empresa filial que explota la telefon¨ªa m¨®vil realiza un seguimiento permanente de cada abonado", asegura, "y si su consumo sobrepasa de repente en mucho su media habitual, se le avisa o incluso se le suprime temporalmente la l¨ªnea, por si acaso le han robado la terminal, la ha dejado olvidada o se la est¨¢n interviniendo, como en este caso". La precauci¨®n que tomaban los timadores, cambiar cada semana el c¨®digo utilizado, no les sirvi¨® de mucho.
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