"Bah, debe de ser una extranjera ilegal"
una ni?a marroqu¨ª se ahoga cerca de Rotterdam ante la indiferencia de los ba?istas
"Bah, seguramente es una extranjera ilegal", comentaron el pasado s¨¢bado algunos ba?istas aut¨®ctonos poco despu¨¦s de observar, impasibles, c¨®mo se ahogaba frente a ellos una ni?a marroqu¨ª de nueve a?os. La v¨ªctima cay¨® al agua en un lago cercano a Rotterdam, al volcar el bote neum¨¢tico en el que jugaba. No sab¨ªa nadar. De nada sirvieron los gritos de sus amigas ni la llamada de auxilio de un pescador. Este ¨²ltimo, incapaz tambi¨¦n de mantenerse a flote, contempl¨® horrorizado el suceso y la indiferencia de los adultos apostados en la orilla.Nadie se lanz¨® en busca de peque?a. A nadie pareci¨® importarle que pereciera una muchacha de la misma edad que muchos de los holandeses que jugaban en la arena. Cuando los bomberos pidieron ayuda para iniciar el rastreo del cad¨¢ver, "s¨®lo un pu?ado de personas accedi¨® a cooperar", han revelado ahora con amargura. Las labores de drenaje del lago, eso s¨ª, concentraron a m¨¢s de un centenar de curiosos. Los mismos que poco antes contemplaban el accidente aparentemente sin conmoverse.
Parte de los hechos fue filmada por un periodista aut¨®nomo que se encontraba en la zona recrueativa. La polic¨ªa de Rotterdam le ha pedido la pel¨ªcula, "para identificar a los testigos y averiguar si pueden ser demandados por negligencia". El autor de la cinta se ha negado a cederla. Dice que no quiere convertirse en un colaborador policial. Lo mismo alegan los responsables del programa Nova, de la televisi¨®n p¨²blica, y sus colegas de la cadena local de Rotterdam. Ambos emitieron un fragmento del v¨ªdeo. "Si cooperamos con los agentes ya no podremos seguir ejerciendo nuestra profesi¨®n con libertad", afirman.
Para las fuerzas del orden, la situaci¨®n es bien distinta. Cincuenta miembros del grupo antidisturbios, un helic¨®ptero y buceadores del cuerpo de bomberos rastrearon juntos cada metro del fondo del lago hasta dar con el cuerpo. La ni?a apareci¨® en el centro del mismo, justo donde se ahog¨®. "La gente prefiri¨® mirar a intentar salvarle la vida. Nosotros hicimos lo que pudimos, pero quiz¨¢ con su ayuda, prestada a tiempo, esto no habr¨ªa pasado", repiten sin cesar sus portavoces.
Consumada la tragedia se ha abierto una doble investigaci¨®n. Se trata de averiguar, por un lado, si los adultos que contemplaron lo hechos evitaron conscientemente cooperar con la polic¨ªa en las labores de rastreo. De ser as¨ª, podr¨ªan ser perseguidos en virtud del art¨ªculo 446 del C¨®digo Penal. Tambi¨¦n se analizar¨¢n los l¨ªmites del art¨ªculo 450 de dicho texto legal. ?ste estipula la responsabilidad de los que niegan su ayuda a quienes est¨¢n en peligro de muerte. Con todo, la ambig¨¹edad del concepto mismo de auxilio puede entorpecer la penalizaci¨®n de quienes prefirieron quedarse a salvo en tierra. La indiferencia ante la muerte, el miedo a arriesgar la propia vida y el componente racista han marcado un suceso seguido en Holanda con tanta expectaci¨®n como verg¨¹enza.
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