Clinton y la paz
A LA vista del nuevo, aunque relativo, fracaso de las negociaciones de Ginebra sobre el futuro de Bosnia-Herzegovina, el presidente Clinton ha recordado esta semana que "sigue absolutamente viva" la opci¨®n militar de la OTAN -el bombardeo de posiciones estrat¨¦gicas serbias en torno a Sarajevo y el castigo desde el aire de los asaltantes de Mostar-. Ha escogido mal el momento de ponerse firme.Una de las razones que aduce para que la potencia armada de la OTAN acabe interviniendo en la antigua Yugoslavia es la de la protecci¨®n de la labor humanitaria de los cascos azules, que los combatientes del suelo intentan estorbar. ?De verdad? No se ve claramente c¨®mo las relativas dificultades e incomodidades del contingente espa?ol en Mostar la semana pasada justificar¨ªan ¨¦l desencadenamiento de una operaci¨®n aliada. Y m¨¢s a¨²n cuando se considera que el precario aunque sostenido alto el fuego de estos d¨ªas en tomo a Sarajevo aboga en favor de cualquier cosa que no sea una acci¨®n armada. Si no fue lanzada cuando las bater¨ªas serbias castigaban a la capital bosnia sin piedad, no se ve por qu¨¦ deber¨ªa ocurrir ahora que callan. Es in¨²til ense?ar los dientes cuando t¨ªmidamente se instaura la paz.
La pasividad de la Administraci¨®n estadounidense en la cuesti¨®n de la antigua Yugoslavia ha sido verdaderamente notable. Cualquier cosa hubiera sido mejor que el continuo "que viene el lobo" lanzado una y otra vez desde Washington. Es m¨¢s: la historia ense?a que la actitud del presidente Clinton apenas si ha servido para algo en el camino de la soluci¨®n del problema. En efecto, la opci¨®n militar limitada propuesta por Washington hubiera sido espectacularmente ¨²til cuando fue anunciada por Clinton por primera vez en enero pasado. Su utilidad actual es bastante discutible.
Tal como est¨¢n las cosas, parece que por fin serbios y croatas tienen al alcance de la mano la satisfacci¨®n de sus aspiraciones territoriales, ¨¦tnicas y econ¨®micas (levantamiento del embargo, final de la guerra, victoria de los agresores) y no les interesa especialmente proseguir las hostilidades. Al dar la luz verde al nuevo plan de paz que establece una confederaci¨®n bosnia dividida a raz¨®n del 52% del territorio para serbios, 18% para croatas y 30% para musulmanes se da una salida al conflicto, incluso contando con que el presidente musulm¨¢n Izetbegovic ha bloqueado la firma porque pretende m¨¢s tierra para disponer le una salida al mar desde la regi¨®n de Mostar. Si algo le queda por hacer a la comunidad internacional s presionar a todos para que finalmente aseguren la paz. Los cascos azules podr¨¢n entonces ser utilizados )ara garantizar los pasillos de comunicaci¨®n entre Mostar y el mar y entre Bihac y Bosnia central. Un buen momento para convencer a Clinton de que la paz en la antigua Yugoslavia estar¨¢ mejor servida con soldados que con aviones norteamericanos.
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