Harrison Ford: "Necesitamos cuentos con final feliz"
El actor norteamericano presenta en el Festival de Cine de Venecia su pel¨ªcula 'El fugitivo'
"Siempre necesitamos cuentos con final feliz. Los cuentos tienen millares de a?os. Las historias que nos gusta o¨ªr tratan temas eternos, la lucha del bien contra el mal, de una u otra manera". As¨ª justifica Harrison Ford el inter¨¦s suscitado por su ¨²ltima pel¨ªcula, El fugitivo, que hoy se presenta en el Festival de Venecia. Indiana Jones, convertido ahora en n¨²mero uno de la que fue serie de televisi¨®n de los a?os sesenta, cuyo protagonista es el m¨¦dico obligado a huir porque le acusan injustamente del asesinato de su mujer. Ford dice que se siente muy satisfecho de haber elegido al director, Andrew Davis."Mi trabajo no se ha limitado a leer el gui¨®n, sino que he sido el primero en ocuparse del proyecto", explica Ford. "Fui llamado por el productor, que trabajaba desde hac¨ªa ocho a?os para llevar El fugitivo a la pantalla. Cuando sali¨® el nombre de Andrew Davis encontr¨¦ que ten¨ªa la cantidad justa de sentido del humor y de inteligencia, porque sino la pel¨ªcula se hubiera convertido en una vulgar pieza de acci¨®n. Me di cuenta de que lo que pensaba ¨¦l era exactamente lo que yo cre¨ªa y vimos que pod¨ªamos trabajar bien juntos".
Fue una suerte para ¨¦l, dice, el que cuando acept¨® el gui¨®n ¨¦ste no estuviera terminado. As¨ª pudo introducir la barba de su personaje, aunque la Warner se opon¨ªa, "pensando que si pagan por mi cara es para verla entera". Pero ¨¦l pens¨® que su personaje, para no ser reconocido, necesitaba cambiar dr¨¢sticamente, "porque yo no quer¨ªa que esto se convirtiese en un filme de Peter Sellers, con falsas gafas, peluca y nariz postiza". Lo consigui¨®.
Ford huye de la visi¨®n gimn¨¢stico-atl¨¦tica de su trabajo que podr¨ªa tenerse enumerando sus tres Indiana Jones, otras tantas guerras de las galaxias y ahora este papel del doctor Richard Kimble, que se pasa 130 minutos corriendo de arriba para abajo con el doble fin de no ser atrapado por el polic¨ªa Samuel Gerard (espl¨¦ndidamente encarnado por el actor Tommy Lee Jones) y de descubrir al asesino de su mujer.
Y huye del clich¨¦ de hombre de acci¨®n citando sus intervenciones en Presunto inocente, Armas de mujer o Fren¨¦tico, sin tener en cuenta que, pese a todo, ser¨¢ por algo el hecho de que el l¨¢tigo, el sombrero y la cazadora de piel de Indiana Jones est¨¢n ya en la colecci¨®n de la Smithsonian Institution, el museo nacional de historia de Am¨¦rica.
?En su vida privada es as¨ª de activo? "No", asegura Ford intentando transmitir casi rutina, "voy a trabajar y luego vuelvo a casa. Llevo una vida tranquila". Para ello, el actor, de 51 a?os luminosamente llevados, se ha trasladado a vivir a un rancho de Wyoming, a mil millas de Los ?ngeles. Y all¨ª busca la normalidad. Es m¨¢s, ni si quiera sus cuatro hijos piensan que tienen un padre especial. Y uno de ellos, Malcom, de seis a?os, ha respondido en el colegio, cuando le preguntaron en qu¨¦ trabajaba pap¨¢: "Es un actor que a veces ayuda a los buenos chicos y otras hace de abogado".
Cuando llevaba tres semanas de rodaje se lesion¨® los ligamentos de la rodilla derecha. En las tomas de las escaleras del Ayuntamiento de Chicago se da?¨® el menisco. En medio del segundo Indiana Jones tuvieron que operarle de la espalda. Dos telefilmes tuvieron la culpa, respectivamente, de que perdiera un diente y se hiciera da?o en el hombro. Por eso, una vez le preguntaron que c¨®mo estaba tan en forma y contest¨®: "La cirug¨ªa". Harrison Ford, medio rehecho, ?cu¨¢nto tiempo piensa que le resistir¨¢ la otra mitad?
Contesta: "Me han operado dos veces y me han arreglado la espalda. Pero ahora estoy bien, gracias".
Para interpretar al doctor Kimble, Harrison Ford se meti¨® en un quir¨®fano. "Si tengo que hacer de polic¨ªa, paso un poco de mi tiempo con ellos; si tengo que hacer de abogado, lo mismo. En esta ocasi¨®n, he asistido a un par de operaciones".
Pero Ford, a pesar de intentar adquirir ciertos mimetismos, no quiso ser un m¨¦dico t¨ªpico. "Una noche encontramos a un hombre de mi misma edad que era m¨¦dico como yo iba a tener que ser. Le invitamos a una copa y estuvimos hablando de mi personaje. Le dije que yo quer¨ªa una cierta originalidad, no parecer t¨ªpico, y le ped¨ª que me diera alg¨²n consejo. El me contest¨®: 'Bueno, yo no soy t¨ªpico. Tengo una galer¨ªa, ven a verla y te ense?o mis cuadros'. Coleccionaba obras de arte provenientes de Europa y pintaba ¨¦l mismo: era el personaje que yo quer¨ªa crear. Y me dije: 'Esta casa no representa s¨®lo un personaje, sino la geograf¨ªa de su ambiente'. Acabamos utilizando los exteriores de la casa para el filme". Ford no tiene preferencias entre los filmes que ha realizado. "Mire", dice, "las pel¨ªculas son lugares maravillosos que luego dejan de existir".
Babelia
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