Camino interior

El Camino de Santiago en 1993 es como la vida misma. Se supone que cada cual hace su propio camino interior. Eso puede significar centrarse en lo positivo y olvidar, por ejemplo, que se encuentra uno a demasiadas personas compitiendo por demostrar(se) que su camino es el correcto con el desprecio al pr¨®jimo tan en boga. He o¨ªdo cr¨ªticas a los caminantes ("son anacr¨®nicos"), a los ciclistas ("yo pondr¨ªa chinchetas"), a los que hacen alguna etapa en autoestop ("merecer¨ªan la retirada de la credencial"), en bus, coche de apoyo y, por supuesto, autocar. A los que empezaron en Roncesvalles ("se creen con m¨¢s derechos") y a los que han empezado despu¨¦s ("as¨ª cualquiera"). A los que madrugan o andan deprisa ("para pillar sitio en el albergue") y a los que hacen pocos kil¨®metros ("as¨ª llegan antes al m¨¢s pr¨®ximo"). A los capaces de dormir en cualquier sitio (como Manjar¨ªn) y a los que van de hotel (?comodidad en el Camino!). A los que siguen el consejo de un m¨¦dico de reposar o abandonar ("?qui¨¦n har¨ªa algo as¨ª?") y a los que lo desoyen ("quieren lucir estigmas"). A los m¨¦dicos, a la Cruz Roja y a los que caen enfermos (hacen ruido por la noche si devuelven; tambi¨¦n los que roncan). A los que tratan de conseguir muchos sellos en la credencial ("?gallofos! para dormir gratis"). A los que van por deporte o turismo pintoresco y a los que persiguen la Compostela ("un trofeo"). A los que quieren el Jubileo ("borr¨®n y cuenta nueva en los libros de san Pedro") y a los que esto no preocupa ("no peregrinan pietatis causa"). A los que discuten en la fila de abrazar al santo y/ o en la de comulgar ("parece mentira") y a los que permiten que se les cuelen ("yo le arreaba con el bord¨®n...").Puede que el camino signifique no escribir cartas (para olvidar antes y para no criticar a los que critican). ?Buen camino'-