Thompson en castellano, tarde y mal
Tarde y mal: as¨ª llego Edward P. Thompson al p¨²blico espa?ol. La primera edici¨®n castellana de The making sali¨® 14 a?os despu¨¦s de la original y en una penosa traducci¨®n. El desaguisado s¨®lo se arregl¨® en 1989, cuando la editorial Cr¨ªtica, con pr¨®logo de Josep Fontana, public¨® una excelente versi¨®n -m¨¢s meritoria si se tiene en cuenta la riqueza literaria y las dificultades l¨¦xicas de la obra- de Elena Grau.En 1988, Alfons el Magnanim, de Valencia, publicaba su primer libro, la biografia de William Morris, de la que en 1976 hab¨ªa aparecido una edici¨®n revisada.
Entre tanto, Cr¨ªtica presentaba Tradici¨®n, revuelta y consciencia de clase (1979), colecci¨®n de algunos art¨ªculos, hoy cl¨¢sicos, sobre la sociedad y la econom¨ªa inglesas del siglo XVIII, que termina con Una entrevista, de 1975.
Poco despu¨¦s aparec¨ªa, tambi¨¦n en editorial Cr¨ªtica, Miseria de la teor¨ªa (1981), que lamentablemente no inclu¨ªa ninguno de los otros trabajos de que constaba la edici¨®n brit¨¢nica, entre ellos The peculiaflties of the english y An open letter to Leszek Kolakowski.
Nadie se ha ocupado de Whigs and Hunters, del que Eric Hobsbawni dijera que tras su aparici¨®n el siglo XVIII nunca volver¨ªa a ser igual. Tampoco de Writing by Candlelight, colecci¨®n de art¨ªculos pol¨ªticos que incluye el de su tercer disentimiento, cuando renunci¨® a su puesto en la Universidad de Warwick.Desarme nuclear
Sin embargo, sus trabajos como militante por el desarme nuclear han aparecido puntualmente: Opci¨®n Cero (1983), La guerra de las galaxias (1985), con un pr¨®logo muy documentado de Rafael Grasa, y Nuestras libertades y las vuestras (1987), en Cr¨ªtica y Protesta y sobrevive (1983) en Hermann Lume.
Sobre E. P. Thompson, lo mejor es de Perry Anderson, Teor¨ªa pol¨ªtica e historia: un debate con Edward Thompson, publicado en 1980, cuando ya se hab¨ªan serenado las tormentas de los a?os sesenta, y que edit¨® aqu¨ª Siglo XXI en 1985.
Perry Anderson, que no ahorra cr¨ªticas, manifiesta una gran admiraci¨®n por su adversario. Y es que, en verdad, sin Thompson, la historia intelectual de esta segunda mitad del siglo XX habr¨ªa sido infinitamente m¨¢s aburrida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.