Rushdie pide de nuevo al Gobierno espa?ol que intervenga a su favor
"No me considero un hombre escondido", afirm¨® el escritor en Santiago de Compostela
"No me considero un hombre escondido", dijo ayer Salman Rushdie en Santiago. Y lo demostr¨®: se pase¨® tranquilamente por lascalles, entr¨® en una cafeter¨ªa y se quiso fotografiar con algunos de los escritores que participan en el 600 Congreso del Pen Club, como Torrente Ballester o Saramago. Rushdie, condenado a muerte por el r¨¦gimen iran¨ªen 1989 por Versos sat¨¢nicos, pidi¨® por segunda vez al Gobierno espa?ol que se pronuncie a su favor. El escritor anglo-indio revel¨® que se entrevist¨® el mi¨¦rcoles en Madrid con la ministra de Cultura, Carmen Alborch.
Salman Rushdie (46 a?os), fuertemente custodiado por la polic¨ªa, apareci¨® ante la prensa a las tres en punto de la tarde de ayer. Vest¨ªa de negro y luc¨ªa un aspecto saludable. Se sentaban a su lado el presidente electo del Pen Club, el ingl¨¦s Ronald Hartwood, y el presidente saliente, el h¨²ngaro Gy?rgy Konrad. Ambos destacaron estar orgullosos de la presencia del escritor, s¨ªmbolo de la libertad de expresi¨®n. Rushdie elogi¨® las m¨²ltiples gestiones que ha realizado el Pen a su favor. "Es un honor ser miembro honorario del Pen Club Internacional, aunque soy consciente de que no lo soy a t¨ªtulo individual, ya que hay m¨¢s de 700 casos de escritores perseguidos en el mundo".. "El caso de Salman Rushdie", dijo el mismo Rushdie, "es s¨®lo el m¨¢s famoso". "S¨¦ muy bien que hay muchos escritores de pa¨ªses ¨¢rabes que han muerto sin que sus gobiernos les defendieran", a?adi¨® el escritor brit¨¢nico, que permanece oculto desde hace cuatro a?os y medio. "Todos ellos tienen algo en com¨²n con Versos Sat¨¢nicos, pero soy consciente de que en mi caso atraigo la atenci¨®n mundial porque escribo en ingl¨¦s. Si escribiera en ¨¢rabe, por ejemplo, ya estar¨ªa muerto".
Optimismo
Se?al¨® Rushdie que en los ¨²ltimos d¨ªas ha decidido emprender una campa?a de concienciaci¨®n internacional, ya que opina que el r¨¦gimen iran¨ª no se muestra tan inflexible como antes. Pretende que los gobiernos occidentales aumenten su presi¨®n para que se le retire la fatwa dictada contra ¨¦l hace 1.669 d¨ªas.
"Me entrevist¨¦ ayer [por el mi¨¦rcoles] en Madrid con la ministra de Cultura, en una larga reuni¨®n que dur¨® 45 minutos", dijo, "y le coment¨¦ c¨®mo veo mi situaci¨®n en la actualidad. Creo que el Gobierno iran¨ª se muestra m¨¢s cauto y hasta el presidente Rafsanyani declaraba no hace mucho a una revista norteamericana que no pide mi muerte".
Rushdie pidi¨® a la ministra de Cultura que el Gobierno espa?ol haga una declaraci¨®n p¨²blica a su favor, como han hecho ya los gobiernos de Gran Breta?a, los pa¨ªses escandinavos, Estados Unidos, Canad¨¢, Francia, Alemanla, Holanda y B¨¦lgica.
"Carmen Alborch mostr¨® una gran comprensi¨®n por mi caso", a?adi¨® Rushdie, "y me dijo que deber¨ªa preocupar a todos aquellos a quienes les interesa la cultura en una sociedad libre". Rushdie ya pidi¨® ayuda al Gobierno espa?ol durante su anterior visita a Espa?a en julio de 1992 sin recibir respuesta. Alborch difundi¨® ayer una nota en la que explic¨® que se entrevist¨® con Rushdie para mostrar su "solidaridad en la defensa de la libertad de expresi¨®n que su causa representa".
Sobre sus recientes manifestaciones realizadas en Londres, en las que dec¨ªa que pensaba renunciar pronto a la clandestinidad, matiz¨®: "No me considero un hombre escondido, pero ser¨ªa absurdo renunciar a la vigilancia y a las medidas de seguridad. Cada vez llevo una vida m¨¢s p¨²blica, hasta el punto que no hace mucho asist¨ª a un concierto de rock, gracias a la invitaci¨®n de los U-2". "Hab¨ªa much¨ªsimo p¨²blico", brome¨® Rushdie haciendo gala de un fino sentido del humor, "mucho m¨¢s que el que suele asistir a las conferencias de escritores".
"Hay gente que cree que si no me han matado ya es porque nadie lo ha intentado, y es falso", asegur¨®. "No me gusta estar rodeado de medidas de seguridad, pero es necesario, aunque estoy cansado de huir de las sombras. Se han descubierto varios intentos para asesinarme, incluso de gente vinculada a la Embajada de Ir¨¢n en Gran Breta?a".
"De todos modos", a?adi¨®, "creo que por fortuna el Gobierno iran¨ª ha empezado a comprender que ir¨ªa contra sus intereses matarme, aunque no acaban de entender por qu¨¦ los Gobiernos occidentales se interesan tanto por un escritor est¨²pido".
Sobre unas pol¨¦micas declaraciones del pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra en las que se quejaba hace unos meses de lo cara que resulta la protecci¨®n a Rushdie para el contribuyente, el escritor recurri¨® de nuevo al sentido del humor. "Ya que pago muchos impuestos, creo que me merezco algo a cambio", dijo. "Cuando le preguntaron a mi amigo lan McEwan por este tema, respondi¨® que el pr¨ªncipe le costaba mucho m¨¢s caro al pa¨ªs, opini¨®n que yo comparto. Adem¨¢s, siempre he sido republicano".
Tras reflexionar un momento, Rushdie a?adi¨®: "Es cierto que resulto muy caro, aunque a veces se exagera. La protecci¨®n me ha costado ya de mi bolsillo medio mill¨®n de libras. Hubiera preferido no estar en esta situaci¨®n. Si le hubiera ocurrido a cualquier otro ciudadano, yo aprobar¨ªa que se gastara lo que fuera para protegerle, porque ser¨ªa de la opini¨®n que, si le mataban a ¨¦l, ?qui¨¦n ser¨ªa el siguiente?".
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