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Tiene la ley unas fronteras muy et¨¦reas cuando trata de las actividades financieras: me refiero a KIO, por ejemplo, o a esos Pinto Font¨¢n que van llenando el mundo de pufos portentosos y arruinando a la gente por doquier impunemente mientras ellos engordan la chequera. Pues bien, es por esta zona de sombra y de sombr¨ªos personajes por donde anduvo deambulando Mohedano.No es que una tenga especial inter¨¦s en perseguir a este preclaro abogado. Me parece de perlas que vaya con un Jaguar por el mundo, aunque se lo haya pagado una empresa dudosa; por m¨ª, como si se quiere comprar siete Roll-Royces y un elefante de paseo con gualdrapas indias. Las ambiciones cremat¨ªsticas y el parque m¨®vil de Mohedano me importan un comino.

Ahora bien, lo que s¨ª me interesa es la cosa p¨²blica. Y es que creo que no se puede ser todo. O aspiras a ser muy rico y turbio o a parlamentario que intenta controlar y limitar esas turbiedades. No se puede ser al mismo tiempo padre de la patria y h¨¢bil orde?ador de la sociedad. No se puede proclamar uno progresista y de izquierdas mientras se dedica a asesorar durante a?os a los supuestos embaucadores en vez de a los embaucados. Cre¨ª, en fin, que todo esto estaba claro, y que si Mohedano hab¨ªa dejado su cargo no era por la comisi¨®n de un delito, que ya sabemos todos hasta el aburrimiento que no cometi¨® ninguno, sino por seriedad pol¨ªtica y por el deseo de devolverles a los socialistas un contenido ¨¦tico que hab¨ªan perdido. Pero no: ahora han nombrado a Mohedano portavoz de comisi¨®n, cargo que los del PSOE consideran adecuado por "su menor imagen exterior". De lo que se deduce que la anterior dimisi¨®n fue una cuesti¨®n de imagen, un lavado de cara y no un aut¨¦ntico deseo de renovaci¨®n y de rigor. Si esto es el cambio del cambio, en fin, es lamentable.