R¨¦cords del siglo XXI

Tras la lluvia de medallas de las atletas chinas en los Campeonatos del Mundo de Stuttgart, en agosto, llega la de los r¨¦cords. Son plusmarcas del siglo XXI, pero establecidas en el transcurso de sus Juegos nacionales. Wang Junxia, de 18 a?os de edad, supera el r¨¦cord de los 10.000 metros nada menos que por 42 segundos de diferencia y el de los 3.000 por 16. Qu Junxla, de 20, el de los 1.500, que era el m¨¢s antiguo del atletismo femenino y proced¨ªa de una de las ¨¦pocas m¨¢s oscuras del deporte, cuando los laboratorios que se escond¨ªan tras el tel¨®n de acero lograban fant¨¢sticos resultados con los j¨®venes que se somet¨ªan a una preparaci¨®n biol¨®gica capaz de burlar cuantos controles antidroga fueran necesarios.Lo que est¨¢ sucediendo en China recuerda los hechos de las extintas RDA y URSS. Sus atletas compiten lo justo en el extranjero. Adem¨¢s, nunca se sabe hasta ¨²ltima hora qui¨¦nes se van a inscribir en las competiciones. Eso s¨ª, seguro que los que lo hagan alcanzar¨¢n resultados fant¨¢sticos. En Stuttgart, sus tres representantes de los 3.000 metros coparon los primeros puestos; sus dos de los 10.000, igual -la tercera no se present¨® a las eliminatorias-, y en los 1.500 quedaron la primera, la cuarta y la d¨¦cima. En lanzamientos, la de peso fue la primera y la de disco la tercera. Curiosamente, todas estas especialidades eran las m¨¢s destacadas de los pa¨ªses del Este europeo en el pasado decenio.

Esta coincidencia no es de extra?ar, pues la mayor¨ªa de los m¨¦dicos e investigadores de los laboratorios que fueron desmantelados se han trasladado a China. Los resultados no se han hecho esperar. El rendimiento de los atletas ha mejorado y todos pasan los controles antidroga satisfactoriamente. El trabajo es un ¨¦xito, pero la sospecha tambi¨¦n es permanente. En una ¨¦poca en que la Federaci¨®n Internacional libra una batalla p¨²blica contra el fraude fomentando los controles antidroga por sorpresa, China cierra las puertas a los m¨¦dicos que intentan efectuar all¨ª tomas de muestras durante los entrenamientos. Los atletas s¨®lo se someten a los controles sabiendo perfectamente la hora y el d¨ªa en que los van a pasar.

Tras el acopio de medallas llega ahora el de los r¨¦cords. Para que sean homologados deben estar acompa?ados del pertinente control antidroga. No es problema. Si dieron negativo en Stuttgart, m¨¢s todav¨ªa en Pek¨ªn. En cualquier caso, la presunta utilizaci¨®n fraudulenta de productos prohibidos no datar¨ªa de ahora mismo, sino de mucho antes con el fin de permitir un trabajo preparatorio fuera de lo com¨²n.

Los t¨¦cnicos chinos dicen que no hay m¨¢s secreto en la preparaci¨®n de sus atletas que una bebida t¨®nica elaborada a partir del extracto de hongos seg¨²n recetas de la medicina tradicional. Tambi¨¦n se habla de un combinado en el que la carne de perro forma parte de los ingredientes, algo nada asombroso por dem¨¢s, ya que forma parte de la dieta habitual en Oriente.

Tambi¨¦n hay otras teor¨ªas si lo que se quiere es encontrar un origen m¨¢s natural a los ¨¦xitos de las chinas. Ahora hay muchos alicientes econ¨®micos para esforzarse en los entrenamientos. En un pa¨ªs en el que el sueldo medio anual es de unas 50.000 pesetas se ofrecen premios de casi un mill¨®n por ser una campeona.