Gozo de estrellas
La gente se apelotona frente al Victoria Eugenia para ver a los rostros del cine
Con lujo y esplendor, como debe ser, se inaugur¨® anoche oficialmente el festival, y de nuevo la gente se apeloton¨® a la entrada del Victoria Eugenia, para dedicarse a la que debe de ser -despu¨¦s de la otra que ustedes ya saben - la profesi¨®n m¨¢s antigua del mundo: la de mir¨®n. Mirar a las estrellas es, adem¨¢s, una forma de revivir los sue?os que ellas hicieron posibles. Cybill Shepherd-vestida de blanco con pedrer¨ªa y zapato plano- homenaje¨® desde el escenario la pel¨ªcula de la noche, La tapadera, al decir que su ¨²nico defecto es que ella no est¨¢ dentro, pero que se ha filmado en Memphis, su pueblo, "que es la cuna del blues". Y, ni corta ni perezosa, la protagonista de Luz de luna rompi¨® a cantar con voz grave y profunda, y a pelo, record¨¢ndonos que, adem¨¢s de actriz, tambi¨¦n es cantante. Cybill se?al¨® que en esta tierra se come muy bien, y que "como siga as¨ª voy a acabar tan gorda como Montserrat Caball¨¦, aunque nunca cantar¨¦ tan bien como ella".
Sidney Pollack, asimismo, se refiri¨® a Is tentaciones de la cocina vasca y dijo: "No s¨¦ c¨®mo ustedes se disponen a ver una pel¨ªcula de dos horas y media (la suya), pero, en lo que a m¨ª respecta, me voy a cenar, que ya la conozco". Fuera, los fuegos artificiales rasgaban la noche, que fue templadita y las autoridades parec¨ªan contentas.
Horas antes, me hab¨ªa dado de bruces con Silvia Pinal a la entrada del hotel Mar¨ªa Cristina, y la reconoc¨ª porque est¨¢, m¨¢s o menos, como cuando hizo Viridiana con el maestro Bu?uel, hace ya unas cuantas d¨¦cadas. Iba con su mam¨¢ y cont¨® que ya es bisabuela. Su hija, Silvita, por cierto, tambi¨¦n es actriz: hizo en Espa?a, en teatro, Sugar, con Enrique Guzm¨¢n, que ahora no recuerdo si fue novio de su madre, y con Manolo Otero, ex de la Cantudo. Me qued¨¦ con las ganas de preguntarle qui¨¦n la retoca, pero lo har¨¦ un d¨ªa de ¨¦stos, cuando la entreviste.
La mam¨¢, que parece muy tranquila, ha confesado, sin embargo, que la ¨²nica pel¨ªcula que quiere ver en el festival es Huevos de oro, la de Bigas Luna. Parece que la tienta el cartel (ver informaci¨®n de ayer en este peri¨®dico). La instituci¨®n de la madre de la artista sigue vigente porque tambi¨¦n a Juncal Rivero la acompa?a la suya propia, aunque hasta el momento todav¨ªa no se ha pronunciado sobre sus preferencias cinematogr¨¢ficas.
Por fin hay seguridad de que venga Carlos Saura para asistir a la proyecci¨®n de sus Marat¨®n y el Vel¨®dromo, en una jornada que promete ser casi tan movida como los Juegos Ol¨ªmpicos. El mismo d¨ªa y en el mismo lugar se pasar¨¢ Baraka, pel¨ªcula de la que todos hablan bien, y Tina, especial para fan¨¢ticos de la Turner, entre los que me cuento. Volviendo a Saura, estuvo deshojando la margarita y sembrando la duda hasta que se ha decidido. Es reacio, el hombre, a los festivales -sobre todo, espa?oles-.
De esta forma, el certamen se apuntar¨¢ el tanto de reunir a dos grandes y muy distintos directores del cine espa?ol. El otro es Pedro Almod¨®var, que recibir¨¢ pedazo de homenaje, con la proyecci¨®n de su corto in¨¦dito Folle, folle, f¨¢lleme Tim, comentado por ¨¦l mismo, y 20 minutos de su nueva producci¨®n, la prometedora y vestida de cueros -que no en cueros- Kika. Victoria Abril, su protagonista, no puede venir porque est¨¢ rodando en Australia, pero Pedro va a traerse a todas sus otras chicas -digo yo que en un charter para ellos solos-, lo que dificultar¨¢ a¨²n m¨¢s la entrada en el recinto. Ver¨¢n, el autor de ?tame ha accedido a subirse al escenario y dejarse preguntar, a condici¨®n de que haya p¨²blico y prensa, no s¨®lo reporteros. Habida cuenta de que la sala tiene capacidad para 600 personas y hay m¨¢s de 600 informadores acreditados en San Sebasti¨¢n, es de suponer que para conseguir entrar habr¨¢ que vender el propio cuerpo... aunque sea al Cl¨ªnico.
El festival est¨¢ en zona caliente. Me tropec¨¦ con Javier Bardem, reci¨¦n llegado, y me pregunt¨® si he visto Huevos... Le dije que no, pero que me apetece un ¨ªdem. Ya les contar¨¦.
Babelia
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